Medicada no siento tanto dolor, pero no puedo evitar vomitar, Kortian dice que es normal, mi cuerpo está intoxicado y buscando una manera de liberar el veneno. Mi sangre está casi limpia, están utilizando un líquido que entra en mí a través de una intravenosa, no me la he arrancado todavía porque no he tenido la fuerza.
Johan está aquí conmigo, no se ha movido de su sitio desde que desperté y cada vez que lo hago él sigue aquí. No sé cuánto tiempo ha pasado, solo sé que el malestar es insoportable.
—No quiero la magia de Zachcarías dentro de mí —confieso en voz bajita.
Él suspira, no ha comentado nada desde que le conté sobre mi sueño con los dioses mientras estaba muriendo.
—Desearía poder decirte que no lo hagas, que lo haremos de otra forma —dice, mirándome con pena y cansancio—. Pero no es así, Lilith. Nadie más puede hacer esto, solo tú. Desearía poder evitarlo, pero si lo hago seguirá muriendo gente, ¿sabes la cantidad de personas que murieron ese día? Solo pudimos salvarte a ti, porque tú eres más fuerte, ellos no pueden resistir ni una cuarta parte de lo que tú puedes.
La emoción que me embarga es tan poderosa que mis ojos se empañan. Aparto la mirada de él, miro hacia mi pecho ventando y mi tobillo casi destruido.
—No quiero hacerlo, Johan….No puedo.
—Sí, sí puedes. Mírame —giro mi rostro hacia él para verlo acercarse—. No hay otra opción —espeta—. Tomaras esa magia y destruirás a nuestros enemigos, eso hará la Lilith que yo conozco, los va a despedazar y tomará el control de quienes quisieron controlarla. Tú…lo harás —trago saliva, el pesar asomándose en sus ojos—, porque no eres como nosotros, tú misma lo dijiste, un héroe no terminará con esta guerra, un monstruo sí.
Parpadeo y la lágrima corre por mi rostro.
No me gusta pensar en eso, en esa magia horrible que perteneció a Zachcarías dentro de mí, no quería que nada de él volviera a tocarme. Esa magia me había lastimado en incontables formas, ¿Cómo iba a quererla dentro de mí? Sería poderosa, ¿pero a que costo? No sé si podría soportarlo. Antes no había estado segura, me regodeaba con la idea de ocupar su lugar y ser la nueva reina oscura, pero ahora que es un hecho, siento que mi tensión sube con solo imaginarlo.
—Si él regresa…Si él toma mi cuerpo —cierro mis ojos deteniendo el dolor—. Mátame, Johan. Intentaré hacerlo yo misma antes de que ocurra, pero si…Tú tienes que matarme, sin vacilar.
—No sucederá, Lilith —su mano cae sobre mi frente sudorosa, la fiebre está volviendo—. Tú eres más fuerte que él.
El líquido acido sube por mi garganta, Johan percibiendo mi expresión me ayuda a reincorporarme y me deja vomitar en la cubeta junto a la camilla, me sostiene mientras lo hago.
No hablamos más, él llama a Kortian por más medicina cuando el dolor comienza a quemarme de nuevo. Cuando estoy a punto de dormirme escucho a los mágicos cantando, susurrando.
Plata y oro
Corren por sus venas
Indetenible luz de estrella
Ella no es hija de esta tierra
Pero su sangre
Se derramó por defenderla
No es hija de esta tierra
Pero su sangre
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La sangre de los mágicos
FantasiUn héroe no terminará con esta guerra. Un monstruo sí. Nota: No es necesario haber leído ninguna historia anterior, aunque puede resultar beneficioso.