Capítulo IX (y medio)

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Esa mañana era la más emocionante y desesperante que haya tenido en su vida. Su mamá le dijo que despertara temprano pero nunca especificó que tan temprano. Así que ahí estaba el castaño, sentado solo en la sala oscura a las seis de la madrugada. Miraba sus manos entrelazadas sobre sus piernas como si fueran lo más interesante o perturbador de este mundo.

Él solía ser así, específico con los detalles, tal vez un poco muy específico. Desde pequeño se destacaba entre los otros niños de su clase por ser un niño muy atento e inteligente, pero con el paso del tiempo eso le trajo problemas. Cómo los primeros momentos de su vida estuvo en Corea, técnicamente no era mexicano de nacionalidad, pero al poco tiempo de nacido sus padres decidieron mudarse a México. Su mamá siendo mexicana, le enseño el idioma español y su padre el coreano y el niño lo entendió muy pronto y sin confundirse demasiado como era usual. Desde ese momento supieron que la inteligencia de ese niño era especial.

No malentiendan, no tiene ninguna condición especial ni mucho menos, solo es... ¿Cómo decirlo en palabras no tan brutas?
Nerd. Seokjin es un nerd.

Poco a poco se fue creando una burbuja para su persona al no tener muchos amigos por su manera de ser tan observadora y directa. Se fue aislando de los demás hasta terminar casi solo. Casi porque aún tenía contacto con dos personas que podía considerar amigos y a su familia que, para sus 19 años, ya era numerosa.

Dieron las siete de la mañana y Seokjin seguía sentado en la misma posición pero mirando a la ventana. El sol comenzaba a verse con más claridad. No podía dejar de sentirse nervioso y emocionado ante el día que iba a tener. Ya tenía un buen rato que no veía a sus tíos y primo y solo esperaba que su tía lo aceptara en su casa.

Su madre pensaba que a la edad que tiene debería de ser más independiente pero no demasiado independiente. Así que pensó que sería buena idea mandarlo un poco lejos de casa pero tampoco solo. Su tía Rosa, hermana de su mamá, lo podría alojar en su casa ya que ella también tiene un hijo puede ser bueno para Seokjin convivir con él. Y él pensaba lo mismo aunque tenía miedo. Miedo de que no le agrade a su primo y se repita la misma triste historia. Que tenga que fingir que no le importa ser rechazado o humillado porque "tales bajezas son incomprensibles e inútiles para su intelecto" como solía repetir para si mismo y para otros.

Esta vez, Seokjin quería ser aceptado por quién es sin que lo estén criticando a sus espaldas o descaradamente en su cara. Quería creer que al ser familia todo sería diferente pero no había nada que le garantizara que eso fuera a ser verdad. Solo quedaba el confiar y dar lo mejor de si mismo. Ayudaba mucho a su autoestima, que estaba casi tocando el suelo, el hecho de poder tener un cambio tan repentino. Los cambios son buenos, se decía a si mismo cada tres minutos en lo que estaba sentado esperando a que los demás despertarán.

—Hijo de tu madre... Pareces zombie— dijo su mamá con la mano en su pecho.

—Dijiste temprano y aquí estoy— se limitó a contestar.

—Ay hijo, ¿Estás seguro de esto? Digo no es como si te pudieras negar pero igual me preocupas— preguntó la morena.

—No te preocupes por mí, tengo que crecer y si me quedo aquí en mi zona segura nunca lo lograré— contestó mirando fijamente a su madre que ahora estaba sentada a su lado.

—Y luego no quieres que me preocupe si sigues hablando asi— se acercó y puso su mano en el hombro de Seokjin —solo espero se te pegue algo de Yoongi.

Seokjin abrió la boca un segundo y la volvió a cerrar suspirando y dejando caer los hombros. Era siempre lo mismo con su familia, ellos pensaban que debía ser "normal" y que a su edad debía de ser más relajado. Seokjin estaba cansado de explicarles que él era normal. Explicarles en su mente claro porque no se atrevía a contestarle a sus padres. Aunque muy en el fondo, él también esperaba tener algún tipo de iluminación en su estadía con sus tíos.

*

La familia reunida nuevamente gracias a la comida de su mamá y lo que parecían miles de escuincles corriendo al rededor de la casa. Seokjin miraba a su primo Yoongi desde lejos, quería acercarse y hablar con él desde que lo vio llegar pero simplemente no veía el momento indicado. Se dijo en su mente, por casi 10 minutos, que su primo no lo juzgaría ni ignoraría pero en realidad no recordaba haber hablado con él más de tres veces en su vida.

El plan de su mamá no incluía el como entablar una conversación con su primo pero de algún modo lo debía averiguar si quería que funcionara.

**

Ya de noche, la mayoría de la familia se empezaba a ir a sus casas y la hora de la verdad se acercaba. La tía Rosa había aceptado la propuesta de su mamá y ya estaba despidiéndose de todos. Al pasar cerca de él, le dio una bella sonrisa y le recordó subir sus maletas al auto. Seokjin le hizo caso y fue a recoger sus maletas de si cuarto. Al pasar por la sala pudo ver a Yoongi sentado con uno de sus primitos y pensó que sería la oportunidad perfecta para hablar. Pero de nuevo, los nervios y la inseguridad le ganaron.

***

El camino a casa de sus tíos fue muy silencioso e incómodo. Yoongi lo miraba "disimuladamente" la mayor parte del viaje y su tía se quedó dormida. Solo quedaba esperar que al llegar a la casa pudieran hablar sobre ese magnífico plan que consistía en Seokjin quedándose en casa de Yoongi para poder ser un humano normal.

Cuánto deseaba que así de sencillo fuera.








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Mil gracias por leer.

Disculpen la tardanza, estuve tan ocupada que olvide que hoy es miércoles😬 pero mejor tarde que nunca.

Las tortillas©«TaeGi»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora