Capítulo XI

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Yoongi tenía miedo. No entendía en realidad porque ahora tenía miedo de ir a la tortillería si tan solo ayer había estado ahí contándole sus problemas a Jimin y Jungkook. Tenía un extraño presentimiento en la boca del estómago que no le gustaba nada. Las manos le sudaban y seguro estaba haciendo gestos raros porque Seokjin comenzaba a verlo muy seguido.

Preocupado, su primo le acercó su plato mientras miraba hacia la cocina vigilando que su tía no los estuviera mirando. Yoongi no entendió el mensaje y le preguntó en voz alta, demasiado para el gusto de Seokjin, que era lo que quería. Seokjin resistió la tentación de golpear su frente o la de su primo y regreso su plato frente a él.

—Puedes echarme tu comida si no te la quieres terminar— susurró Seokjin —asi no te regaña mi tía.

—¿Que? No, gracias pero mi mamá no me regaña por eso y si la puedo terminar— contestó Yoongi saliendo de sus pensamientos.

—¿Enserio? Mi mamá se pone histérica cuando no nos acabamos la comida, creí que era algo de familia.— comentó el castaño metiéndose un pedazo de pancake a la boca.

—Te diría que me sorprende pero seguro lo sacaron de la abuela— contesta el pálido copiando la acción del otro.

Ambos asienten con la cabeza y continúan comiendo en silencio.

El desayuno, que fue más temprano que de costumbre, se terminó sin mucha plática ni problema. La mamá de Yoongi aparentaba estar feliz ese día y a todos en la casa les daba un gran alivio pues últimamente la mujer había estado gritando hasta porque la mosca se murió. Al estar la familia libre de temor, decidieron que sería buena idea salir y hacer algo en familia para darle la bienvenida a Seokjin. Después de la lluvia de ideas, tanto malas como pésimas, la actividad elegida fue ir al cine. Todos estuvieron de acuerdo, incluso el papá de Yoongi ya que las funciones antes del medio día suelen ser más baratas.

Yoongi se sintió un poco confundido ya que normalmente no salían en familia tan repentinamente y mucho menos al cine. Sentía que su mamá se estaba luciendo con su primo. Aunque no la culpaba, si Seokjin se enteraba de la realidad de la familia Min desde que llegó a la casa tal vez se querría regresar a la suya. Intentó dejar esos pensamientos negativos atrás y subió al auto con los demás. Se dio cuenta a medio camino que debió hacerle caso a su papá cuando dijo que fueran al baño antes de salir de casa. Nimodo, se tendrá que aguantar el sermón de su papá al llegar al cine.

*

—¡Que buena película!— exclamó el papá de Yoongi saliendo del cine —nunca me hubiera esperado ese final tan traumático.

—Pa' no cuentes la película que alguien te puede escuchar y se las vas a arruinar— dijo Yoongi girando los ojos.

—No fue traumático, Dong-Wook— interrumpió su mamá comiendo palomitas —fue el final más lindo que haya visto en mi vida. Casi lloro cuando no llegaba el papá del cacheton pero llegó el viejito y ¡Ay, no, que bonito!

—Ma'...— dijo el pálido tomando de la mano a su hermanita para cruzar la calle.

—¿Que? ¿Apoco no estuvo bonita la peli? A ti si te gustó ¿Verdad, Seokjin?— preguntó la morena clara.

—Si, digo fue un filme cómico sano de contenido apropiado para todas las edades como lo indica la clasificación pero bastante agradable— contestó el castaño.

—Mijo, tienes que soltarte más y dejar de echar tanto palabrerío porque aunque nos vemos inteligentes nos cuesta procesarlo— dijo el padre de Yoongi dándole una palmada en el hombro.

Seokjin solo sonrió y asintió. Por primera vez no se sintió incómodo por qué alguien le dijera que no entendió su comentario.

Yoongi solo se dedicó a escuchar a sus padres discutir la película en voz alta mientras llegaban al auto. Momentos como esos le hacían recordar lo contento que está con su familia a pesar del carácter de su madre.

Las tortillas©«TaeGi»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora