Capítulo VIII

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Cuando el rubio comenzó a reír sosteniendo su celular hacia ellos, Yoongi no se sintió tan avergonzado como cuando vio al chico castaño llegar detrás de él con la boca abierta y ojos casi saliéndose de sus cuecas.

Ahí estaban Yoongi y Jungkook, llenos de masa aguada hasta el cabello mientras el rubio seguia riendo tras ver el vídeo por quinta vez. Estaban aún frente a la máquina monstruo mientras Taehyung salía de su asombro. Yoongi quería que se lo tragara la tierra y Jungkook solo soltaba gruñidos y horcadas mientras miraba la masa embarrada en su ropa.

Taehyung se fue a la otra habitación contigua sin hablar más que para decirle a Jimin que volviera al frente de la tienda. Por unos segundos, Yoongi se sintió intimidado por la presencia tan silenciosa del chico castaño. No lo conocía bien pero esa respuesta ante encontrarlos llenos de masa puede significar que está enojado o está reprimiendo el burlarse de ellos. Yoongi no era adivino pero ya sentía la vergüenza apoderarse de él.

Con la mirada gacha, Yoongi escuchó los pasos de Taehyung acercándose y al sentir su presencia frente a él, se vio forzado a mirarlo. No podía creer lo bello que se miraba desde ese punto. Si ya de por sí era un poco más alto que él, desde donde estaba sentado se veía más alto aún. Desde ese ángulo, los detalles del rostro de Taehyung se podían apreciar a la perfección. Yoongi estaba asombrado con lo bello que le parecía el chico aún viendo aquellas cicatrices pequeñas que tenía en las mejillas.

Taehyung se acercó a Yoongi con un trapo húmedo y comenzó a limpiar su rostro sosteniéndolo con delicadeza. Le sonrió dulce cuando sus miradas se encontraron y después desvío su atención a las manchas de masa. Tenía la punta de la lengua asomándose por entre sus labios mientras con el trapo delineaba el rostro del pálido.

Yoongi no podía creerlo aún. El mundo se quedó en silencio para él y solo existía el suave y fresco tacto del castaño frente a él. Si le preguntaban por su nombre en ese instante seguro hubiera regresado a sus años de bebé balbuceante. Su mirada no se despegaba del rostro concentrado del moreno, le fascinaba ver su gesto tan peculiar. En ese momento, Yoongi sintió su corazón latir más lento que nunca.

El castaño terminó de limpiar a un Yoongi anonadado y le regaló una sonrisa mostrando su brillante dentadura. Solo cuando Yoongi miró los labios de Taehyung moverse que salió de su ensueño parpadeando brusco.

—¿Yoongi? ¿Te parece bien?— preguntó el castaño.

—Disculpa, no te escuché— dijo Yoongi sintiendo sus mejillas arder.

—Te preguntaba si querías que te preste un cambio de ropa ya que la tuya está manchada— dijo Taehyung mirando fijo al pálido.

—Ah, te lo agradezco pero estoy bien así, igual no me manche tanto— contestó Yoongi echándole un vistazo a su ropa.

—Bueno, entonces ya estás listo— finalizó regalándole una sonrisa.

—Oigan, sigo aquí ¿A mí nadie me ayuda? Crei que yo era tu mejor amigo, Taehyung— mencionó Jungkook desde el otro lado de la habitación.

Girando los ojos y arrastrando los pies, Taehyung fue hasta donde Jungkook para decirle que no sea payaso y dejarle la cubeta con agua sucia y el trapo. Regresó con Yoongi solo para reír con él al escuchar los reclamos de su amigo y le dijo que volvería en unos minutos.

Dejó a Yoongi perdido pero con una sensación cálida en el pecho. Y a Jungkook quejándose, claro.

*

Ya había pasado casi una hora del incidente y Yoongi seguía en la tortillería acompañado de los tres chicos. Jimin le pidió que se quedara y así podrían conocerse mejor entre todos. Jungkook le hizo segunda después de que le pisará el pie y Taehyung solamente sonrió de manera adorable mientras lo miraba fijamente. La verdad Yoongi solo necesitaba que se lo pidieran pero la adorable expresión del castaño lo hizo casi desmayarse de la emoción.

Jimin y Jungkook se turnaban en estar al frente de la tienda mientras Taehyung terminaba de acomodar las compras que había llevado y ponía tortillas listas para que la gente las comprara. A Yoongi le pareció un poco injusto y grosero quedarse solo admirando al castaño así que se ofreció a ayudar llevando las tortillas listas al frente con los dos chicos atendiendo. Y si, hasta cierto punto los dejaron solos a Taehyung y Yoongi en la habitación donde estaba la máquina. Pero lejos de sentir nervios, Yoongi se puso a platicar un poco con Taehyung. No fue una plática profunda pero fue agradable el poder hacerle preguntas sobre su vida diaria.

**

—TaeTae— llamó el rubio desde el mostrador.

—Tengo manos llenas, Jimin, ¿Que necesitas?— contestó el castaño sin dejar de mirar a Yoongi.

—Debo irme, mi mamá quiere que la acompañe a la estética— dijo Jimin asomándose por el marco de la puerta.

—Bueno, me la saludas y gracias por ayudarme— contestó Taehyung volteando a verlo.

—Sip, nos vemos el viernes— dijo asomándose más —nos vemos Yoongi, fue lindo verte hoy.

Yoongi solo sonrió de regreso y bajo la mirada al notar la mirada de Taehyung sobre él.

***

Jungkook también decidió que debía de irse, según él tenía una cita importante a lo que Taehyung le dijo que si por fin se iba a arreglar esos dientes de conejo. "Cuánta maldad hay en ti, de'veras" comentó Jungkook antes de irse de la tortillería.

Quedaron solos los dos chicos, cosa que a Yoongi le comenzó a dar nervios. Una cosa era tener la idea de que hay más gente con ellos y otra el saber que tendrá la belleza de ese chico frente a él sin interrupciones. Igual suponía que Taehyung debe estar ocupado así que decidió retirarse también.

—Yo...también debo irme— dijo en voz apenas audible mientras se levantaba de su asiento— fue divertido.

—Si, lo fue...- contestó el castaño dejando de hacer las tortillas— ¿Nos vemos mañana? Es decir, tú comprando tortillas y yo vendiendolas o si quieres no— se rascó la nuca y sonrió de manera tímida.

A Yoongi le provocó ternura.

—Claro, nos vemos mañana Taehyung— dijo alejándose hacia la puerta dándole la espalda al castaño —y ¿Taehyung?— lo llamó volteando a verlo -gracias.

Solo una sonrisa de parte de Yoongi bastó para que Taehyung se contagiara y lo despidiera con una sonrisa cuadrada y un suspiro.

Yoongi salió del establecimiento como si caminara afuera del mismo cielo y solo al sentir los leves rayos de sol en su cara fue que los eventos del día cayeron sobre él como agua helada. Habló con su crush y, no solo eso, le ayudó a limpiarse como si fuera la cosa más delicada que haya visto.

El pálido sintió sus mejillas arder mientras caminaba de regreso a su casa pero ni eso le pudo quitar la sonrisa de oreja a oreja.

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¿Cuánto apuestan a que le cuenta a Namjoon en cuanto llegue a su casa?

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Muchas gracias por leer y por sus comentarios tan divertidos. Me encanta leerlos 💜🥺

Las tortillas©«TaeGi»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora