Las tortillas©«TaeGi»

Un día no muy normal pero no tan extraño (especial 2k)

Un día de fiesta para algunos y un desperdicio para otros. El día de San Valentín no era celebrado por todos en el grupo de amigos pero al ver al castaño tan entusiasmado, Yoongi no pudo negarse y aceptó ayudar con los preparativos de aquella fiesta del día de San Valentín.

Grave error.

El castaño podía llegar a ser demasiado específico con los preparativos. Quería que los globos estuvieran en un ángulo exacto y que los colores no varíen ni un poco uno del otro ni fueran de diferente tamaño entre sí. Por cosas como esa es que Yoongi dudaba el porque le gustaba tanto el castaño. Ahora entendía porque nadie se ofreció para ayudar a decorar la casa. Taehyung podía llegar a ser más mandón y escalofriante que su mamá. 

El castaño se acercó a Yoongi con una gran sonrisa y le entregó una caja llena de confeti de corazones y mariposas color rojo y rosa, porque nada grita más "amistad" que confeti de mariposas. Yoongi entendía el punto de Taehyung al querer incluir cosas que representen la amistad también porque, en palabras del castaño, "no todos tenemos a alguien a quien amar en San Valentín." Pero le parecía un poco irracional el pensar que resulta amistoso decirle "mariposones" a sus amigos con sutileza por medio de estos confetis. 

Cuando Yoongi término de distribuir los confetis de acuerdo a las detalladas instrucciones de Taehyung, dejó la caja debajo de la mesa donde irían los bocadillos y se dejó caer boca abajo en el sillón. Nunca pensó que hacer una fiesta fuera tan agotador pero eso se gana por enamoradizo. Enamorado del mismo chico por poco más de un año y aun así no tener ni la más mínima idea de si es correspondido o debería dejarlo atrás. 

El peso del cuerpo de otra persona sobre su espalda lo sacó de sus pensamientos, y extrañamente sabía con exactitud de quién se trataba. El chico sobre él comenzo a acurrucarse abrazándolo por los costados, cosa que le provocó cosquillas al pálido. Yoongi comenzó a removerse entre carcajadas intentando quitar al chico de su espalda pero solo logro hacerlo reír también. Al ver que no lograba quitar al castaño de encima de su espalda, decidió voltearse en un intento de tumbarlo de encima y el sillón de una vez. Tal parece que el chico le hubiera leído la mente pues este se levantó lo suficiente como para que el pelinegro se moviera con facilidad y se sujetó del respaldo del sillón. Cuando Yoongi se giró por completo, el chico aún estaba encima de él pero esta vez dándole la cara y mostrando su sonrisa de conejo.

—¡Jungkook!— gritó Taehyung acercándose a ellos —deja a Yoongi Hyung en paz y ven a explicarme porqué le falta dulce al pastel de chocolate.

El mencionado giró los ojos y se apartó del mayor mostrándole la lengua antes de alejarse del sillón. Yoongi lo miró alejarse arrastrando los pies pero su vista se detuvo en la cara seria de Taehyung mientras lo miraba a él y Jungkook simultáneamente. Esa mirada no era usual en el castaño y a Yoongi le provocaba escalofríos, no de los buenos, al verla aunque no fuera dirigida a él. Más ahora que si estaba dirigida a él, le congelaba los movimientos y pensamientos. El solo pesar en que el castaño esté enojado con él le ponía ansioso.

—Hyung, si terminó con el confeti puede ir a arreglarse o descansar antes de la fiesta.—dijo Taehyung neutro retirándose a con Jungkook a la mesa de bocadillos.

*

—Hoseok, ¿qué demonios estás usando? No es Halloween, es San Valentín— susurro casi en grito el rubio.

—Taehyungie dijo que debiamos venir vestidos como nuestro corazón dictara y así es como el mío me dijo que vistiera hoy—  contestó el pelirrojo sonriendo orgulloso.

—Si, pero tampoco era para disfrazarte de Chupacabras ¿qué van a decir los demás de mi cuando vean que mi novio viene vestido de pordiosero?— comentó Jimin indignado.