Capitulo XXV

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Tal y como dijo su primo, no había por que preocuparse...

Yoongi jalaba a su primo de la camisa desesperado por salir. Ya daban más de las 6 y Seokjin aún no podía terminar de arreglarse. Le dijo que se apure pero él le respondió solo con "nadie llega puntual a las fiestas Yoongi, o por lo mejos eso he visto en películas" y continúo poniendo gel en su cabello.

Yoongi comenzaba a arrepentirse de haber aceptado, pero todo sea por intentar hablar con Taehyung y arreglar las cosas. Cada día le sorprendia más lo insistente que podía llegar a ser su primo y lo mucho que estaba detestando el dúo que hacían él y Namjoon cuando se trataba de convencer a Yoongi de hacer algo que claramente parecía mala idea. Aunque de algun modo le reconfortaba saber que esos dos se preocupaban tanto por el.

—Jin, ya son las 6:30, ya vamonos— le dijo ancioso con cara de fastidio.

Su primo solo lo miró unos segundos y sin decir nada se metió a su cuarto cerrando la puerta. Ugggh, se quejó el pelinegro.

Aunque quejarse no duró tanto como esperaba, ya que su primo salió menos de 5 minutos después completamente cambiado. Su cabello estaba peinado hacia atrás con suficiente gel para soportar un huracán y vestía una camisa  color gris con detalles azul cielo en el cuello. Los pantalones eran negros, bien planchaditos, y sus zapatos brillaban más que mi futuro.

Yoongi se sorprendió al verlo, hasta se puso a pensar en si de verdad irían a una fiesta de cumpleaños o en realidad era una fiesta narco.

El pelinegro bajo la mirada a su propia vestimenta, notando que sus tenis* negros desgastados y su pantalón negro-gris no combinaban muy bien con la playera guinda que tomo prestada de su papá. Por un segundo, su mente se enfocó en qué su primo lo quería humillar con tan elegante vestir pero ya luego pensó que solo son estilos diferentes y no tienen que vestir igual ni parecido. Ni que fuéramos gemelos, pensó Yoongi.

—Todo listo, vámonos Yoongi— mencionó su primo pasando frente a él y bajando las escaleras sin mirar atrás.

Yoongi lo siguió segundos después en silencio asegurandose de avisarle a sus padres que ya se iban antes de salir de la casa.

**

Al llegar a la casa donde sería la fiesta, Yoongi comenzó a sentir que la cabeza le daba vueltas. Se sujetó de un árbol a unos pasos frente a la casa de Hoseok y comenzó a respirar lento. Seokjin lo miró unos segundos y lo tomó del brazo jalandolo con él diciéndo "no te puede dar un ataque de pánico ahora, mijo."

Ambos entraron a la casa, Yoongi siendo arrastrado, y se sorprendieron al ver la cantidad de personas dentro de esa pequeña casa. Muchas personas que Jin no conocía y algunas que Yoongi había visto en el vecindario mas nunca les habló. Hoseok debe ser muy popular, pensó Yoongi.

Mientras caminaban por todos lados tratando de encontrar a algún conocido o al mismo anfitrión, se encontraron con la mesa de bocados. Una gran mesa redonda repleta de dulces y papitas les hizo olvidar su propósito principal de encontrar a alguien y se desviaron. Jin tomó un plato plano de la mesa y comenzó a llenarlo de frutas y golosinas con una cara de extraña felicidad ya que sus ojos se veía sorprendidos pero sus labios curvados hacia arriba decian que no podría ser nada malo.

Mientras, Yoongi dudaba un poco en seguirle el paso a su primo ya que lo primero y más importante en ese momento era encontrar a Jimin. Después de pensarlo unos largos 3 segundos, el pelinegro tomó un plato y comenzó a ver qué se le antojaba de la mesa. Tomó un poco de bombones con chocolate, cacahuates japoneses, y también quería frutas. Al momento de ver las fresas, se dispuso a tomar las pinzas para servirse pero su mano rozó con la de otra persona intentando hacer lo mismo.

Las tortillas©«TaeGi»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora