"The Hardest Part" [Camren] // Camila G!p

Capítulo 36 "Hermano en Casa"

Sorpresa, a qué no la veían venir hahahaha.

Lean la nota del final pls

Camila's POV

Sentía leves caricias en mi espalda que me estaban relajando, con pereza abrí mis ojos, me adapté rápidamente a la poca luz que se colaba entre las gruesas cortinas. Fijé mi mirada a la persona que me acariciaba y suspiré.

—Buenos días.— Sonrió y me dio un pequeño toque en la nariz, la arrugué.

—Buenos días.— Miré el reloj que tenía en mi mesita de noche, 1:56pm. Sí que nos cansamos—. Aunque ya no son días—. Reímos.

—Bueno, no dormimos en gran parte de la madrugada...— Dijo con una sonrisa de lado y reí.

—Aquí mis ojos es insaciable, pobre de mí.— Me dio un golpe en el brazo y la abracé.

—No te conviene hablar, porque tú también querías más.— Puse mis ojos en blanco.

—Ya, ya.— Paré nuestra "pelea"—. Lo importante aquí es saber cómo estás.— Tomé su rostro entre mis manos y acaricié con mis pulgares sus suaves mejillas.

—Estoy bien.— Le di una mirada diciendo que no le creía—. Te lo juro, estoy mejor que bien, solo un poquito de molestia— Hizo la señal de "poquito" juntando su dedo pulgar y puntero.

—Vale, te creo.— Me acerqué a su frente y dejé un casto beso en esa zona—. Ahora iré a ducharme SOLA, porque si vamos juntas hoy no salimos.— Ella frunció el ceño y reí.

—Está bien.— Aceptó, antes de retirarme le di un pequeño beso en sus labios y salí de ahí.

Dejé que el agua me relajara completamente, sentía las gotas tibias caer a lo largo de mi cansado cuerpo, empecé a tallar con shampoo mi cabello, lo enjuagué y luego el jabón lo empecé a deslizar por mi cuerpo.

—Ese trabajo quiero hacerlo con mis manos...— Me asusté con la presencia de Lauren en la ducha—. Perdón, no pude resistirme— Habló cerca de mi oído y besó mi hombro. Oh no.

Sin hacer el cuento largo... Sí tardamos más de lo debido en la ducha.

Salimos ya listas, a Lauren le presté algunas prendas, afortunadamente éramos casi de la misma talla. A excepción de la ropa interior, ya que yo no usaba la que usaba ella, por obvias razones.

Estábamos hambrientas, demasiado.

—¿Quieres que pidamos algo o cocinamos juntas?— Pregunté.

—Cocinemos juntas.— Dijo con voz de bebé.

—Lo que tú digas, mi amor.— Abrí la puerta del cuarto y no había nada en desorden, al parece Ari y Troye aún no llegaban.

Al llegar a la sala me encontré con una GRAN sorpresa.

—Pensé que no saldrías nunca de tu cueva.— Dije con su voz gruesa y cargada de carisma, él estaba de espaldas. Su cabello lacio y sedoso de color negro resaltaba en su camisa blanca, aquella piel bronceada le sentaba bastante bien.

—Alessandro.— Dije en un susurro. Lauren veía extrañada toda la escena.

—¡MILA!— Aquella dulce voz que no había escuchado por tantos años llamó mi atención, antes de darme cuenta, ella estaba encima de mí.

Al instante enrollé mis brazos a su cuerpo, apretando y cerrando los ojos al contacto, la había extrañado tanto.

—Haiz.— Hablé con voz baja.