Enamorado de un Fantasma. ©

Capitulo 17

 (Salvador)

Después de lo sucedido en la fiesta, hable con Lucy, ella dijo que no me preocupara que solo nos habíamos dejado llevar por el momento y me aclaro que AMABA a Edgar.

El cuatrimestre estaba a punto de terminar, y yo bueno, todo estaba raro, no sé en qué momento perdí el control de mis sentimientos. Pero nunca descuide mis estudios. Era esa mi prioridad. Aunque mis sentimientos estuvieran como en un remolino. Como sea, una cosa que sabía con certeza era que por Lucy, ya no sentía lo mismo, me di cuenta después del beso. Pero no aceptaría lo que Aarón dijo.

Unas semanas después, ya era el fin del cuatrimestre, se pasó tan rápido... nos entregaron calificaciones, mi boleta limpia, ¡Wow! Solo 10, al menos en eso estaba bien. Los chicos se irían de vacaciones, yo, no tenía nada planeado con mi mama, pero trataría de convencerla para ir de paseo o de vacaciones a la playa, necesitaba tiempo para pensar todo lo que paso. Y le pediría un consejo, creo que ella sabe más de esto que yo.

En la tarde que llegue a mi casa después de que nos entregaron las calificaciones finales, le mostré la hoja a mi mama y me felicito, y mientras cocinábamos (amaba cocinar con ella) decidí contarle mi gran dilema –Mama, estoy confundido, muy confundido- ella me miro y dijo —¿Esto es sobre chicas?— me reí y le respondí —Si mama, dos lindas chicas— y ella dijo —Déjame adivinar ¿Lucy y Nicole?— ¡Wow! a veces sí creo que las mamas tienen súper poderes —Si mama, yo creí estar enamorado de Lucy, pero el día que fui a la fiesta la bese y me imagine a Nicole en su lugar, sé que esto es estúpido, pero ya no sé qué pensar, además Lucy no me corresponde, y no sé qué es lo que en realidad siento por Nicole— suspiro y hablo —Hijo, creo que estás enamorado de Nicole, a Lucy le tienes un gran cariño, porque es la única chica en tu grupo de amigos, tal vez si, te guste, pero no estas realmente enamorado de ella— casi lo mismo que me dijo Aarón, dos contra uno, ¿será esto posible? Ahora tendría que esperar verla después de vacaciones, para aclarar esto,

después dije —Mama, ¿y si vamos de vacaciones a Acapulco? Yo invito— nos reímos y respondió —Con mucho gusto mi vida—