Enamorado de un Fantasma. ©

Capitulo 44

(Nicole)

Me desperté con el sonido de mi celular, abrí los ojos y lo vi, ¡Wow!, sonreí y me pasó mi teléfono, era Nefer ¡Demonios! Olvide llamarla anoche, conteste —¿Que pasa Nef?— me puse de espaldas hacia Salvador y el beso mi hombro —¿Te costaba mucho mandar un mensaje Nikki?— me dijo un poco molesta pero la respiración de Salvador en mi espalda erizo mi piel —Llego en una hora lo siento por no avisarte— beso mi espalda —Ok, te espero solo porque quiero detalles— me reí —Te quiero Nef, tengo que colgar, llego en una hora— no espere respuesta, colgué y el me beso en los labios, sonreí —Ojala así me despertara todas las mañanas—acaricio mi mejilla y sonrió —Tal vez en un par de años así despertemos todas las mañanas— me sorprendió su respuesta ¡el igual quería un futuro conmigo! —Sería lo mejor que la vida me podría dar— me siguió besando y luego... no quiero contar detalles. Fue una hermosa mañana. Más tarde me llevo a mi casa, no quería separarme de él, pero bueno, tuvimos que despedirnos, me beso —Te veo el lunes amor— le devolví el beso —Estaré contando las horas— y entre a mi casa. Encontré a Nefer en la cocina, y cuando me vio me dijo —Me quede despierta hasta las 12, esperándote, ni una llamada, ni un mensajito, mujer, ¿tan ocupados estuvieron?— me reí y le dije —No Nef, vamos te cuento en mi recamara— tomo el plato de cereal que estaba preparando y respondió —Quiero detalles, todos, todos los detalles— una vez arriba, le platique todo, y recordar ese momento, puso una sonrisa en mi cara. Sábado y domingo nos la pasamos mensajeando y me llamo a la hora de siempre. Tanta felicidad me daba un poco de miedo.

El lunes cuando llegue a la universidad, él me estaba esperando camino hacia mí y una vez que estuve cerca de él me beso y dije —Te extrañe demasiado— lo abrace —Yo te extrañe mucho más Nikki— respondió, tomo mi mano y caminamos hacia el salón. Fuimos los primeros en llegar así que dejamos nuestras cosas y salimos. Minutos después tocaron el timbre y regresamos al salón. Todos nos miraron y yo me incomode. Salvador me dejo en mi lugar y dijo —Somos la novedad del salón— me hizo reír y le dije—Tonto— sonrió y se fue a su lugar. Salude a las chicas antes de que llegara la profesora y Artemis me

dijo —Me alegro de que seas feliz Nikki— sonreí y le dije —Gracias Mizy, nunca pensé que algo así me pasara a mí— luego llego la profesora. Más tarde las chicas y yo íbamos a desayunar cuando llego Salvador y dijo —Me llevo a Nikki unos minutos— las chicas me sonrieron y se fueron, el me tomo la mano y me pregunto —¿Y qué tal tus amigas?— suspire y le respondí —Pues Ale y Eliza fueron de vacaciones, Mizy fue a visitar a su familia de Querétaro y Ximeno y Nef no salieron ¿Y tus amigos?— respondió —No salieron, y dijeron que lo mejor de las vacaciones fue ver nuestra reconciliación— me reí —¿Y Lucy?— negó con la cabeza y respondió —A ella ya no la considero mi amiga— eso era nuevo —No desde el baile— seguía sin comprender y le pregunte —No me habías dicho eso ¿Qué paso?— no quería decirme, pero al final cedió —Después de que Nefertiti fuera por ti, ella me dijo ciertas cosas, que no quiero repetir— pregunte —¿Se puede saber que te dijo?— dio un largo suspiro —Dijo que tú y yo no duraríamos de novios, pero luego se disculpó y me aclaro que lo dijo porque se sentía triste porque ella era la única que no tenía a alguien— no respondí, no sabía que decir y el continuo —Hoy me dijo que se alegraba de que siguiéramos juntos— aun así, no sé porque no creía que ella fuera sincera, y tenía miedo de que nuestra burbuja se rompiera. Suspire y respondí —Deseo de todo corazón que lo nuestro nunca termine—

Los parciales, duraban de mes a mes y medio, y el primer parcial, fue bueno, todo bien. Hasta que la profesora, nos pidió que nos formáramos en equipos de 5 o 6, tal y como estábamos el cuatrimestre anterior, a sea que me tocaba con Nefer, Ale, Eliza, Mizy y Ximeno. Y a Salvador con los chicos y Lucy. Aun sentía celos de ella. Bueno, como sea. Teníamos que leer un artículo que nos dio la profesora y después debatiríamos el tema. Me senté con la vista hacia el equipo de Salvador, y vi que Lucy se sentó junto a él y recargo su cabeza en su hombro, Nefer vio que me puse incomoda y me pregunto —¿Nikki, estas bien?— asentí, pero ella volteo hacia la dirección en que yo veía y me dijo —Tranquila, recuerda, solo es su amiga— suspire y dije —Lo se Nef, pero, el sintió algo por ella... solo tengo miedo— me dio una mirada de comprensión y dijo —Él te ama de verdad Nikki, te lo ha demostrado— asentí y dije —Lo sé— luego leímos el tema y cuando alce la mirada de nuevo ¡Lucy le dio un beso a Salvador! Fue en la mejilla, pero ¡demonios! Respire profundamente y me dije a mi misma ¡Cálmate! No le dije nada a Nefer, pero estaba molesta, una vez que debatimos el tema y

todo, termino la hora y Salvador fue por mí, me despedí de las chicas y me salí con él, pero estaba enojada, sé que no debía dudar de él, pero yo sentía que Lucy, quería algo más con él, y decidí no hablar, el rompió el hielo —Amor ¿sucede algo?— lo mire y le dije — ¿Por qué no te fuiste con Lucy?— ¡mierda! No, díganme que no está pasando de nuevo, me miro sorprendido y dijo — ¿Por qué debería irme con ella?— me quede callada un segundo y luego dije —Se veían tan lindos en la clase— se detuvo y me tomo por los hombros —Nikki, ¡por dios! Solo se estaba disculpando por lo del baile— evite mirarlo a los ojos —Si, entiendo, ya, dejemos esto— era mejor dejarlo así, no sabía que más podía decirle y no quería arrepentirme después — ¿Aun no crees que eres a la única que amo?— eso me dolió, ¿pero si la situación fuera al revés? — ¿Qué hubieras hecho si me hubieras visto a mi como yo te vi a ti?— no había mucha posibilidad de que eso pasara pero quería que me entendiera, él era... el primer chico que quería de verdad y pasa siempre y no quería perderlo, me miro, sonrió y dijo —Me pondría peor que tú— me hizo reír y respondí —Sip, eres un tonto... y te amo— sonrió de vuelta y me dijo —Ven aquí— me acerco a él y me beso. No confiaba en Lucy, y no porque le tuviera celos. Pero Salvador siempre me demostraba cuanto me amaba.