Capitulo 70

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(Salvador)

Ahora...

Hubo días en que la nostalgia me invadía y pensé que me volvería loco sin Nikki. Pero sabía que debía seguir, que tenía que cumplir nuestro sueño, por más difícil que fuera. Trate de poner mi vida en orden, algo difícil ¿no? Me faltaba ella. Así que para distraer mi mente un poco y también para juntar más dinero para el restaurante, los chicos y yo buscamos empleo, porque aunque tenía los ahorros de Nikki y los míos, no era suficiente. Me costó encontrar empleo, tuve que empezar desde abajo. Pero sabía que al final valdría la pena.

Visitaba a Nikki dos días a la semana, eso me ayudaba a seguir, porque cada que iba la sentía más cerca. Le platicaba como me iba en mí trabajo y que cada día era uno menos para cumplir nuestro sueño. Y le llevaba una rosa roja. Recordaba cuando comencé a conquistarla y ganarme su confianza. Por las noches me recostaba un rato en el pasto donde a veces, la veía a mi lado, en verdad.

Un año paso y sus papas hicieron una misa en su honor, la señora Pamela me fue a ver a mi casa para que estuviera presente ese día. Fue un sábado, tuve que pedir permiso en el trabajo, y fui con mi mama, vi a todas sus amigas y a Ximeno. La misa fue muy bonita, y cuando termino, y todos se fueron, le dije a mi mama que yo iría al cementerio. Compre un ramo de flores y fui.

Cuando llegue, había flores frescas, supuse que habían venido antes sus papas y sus amigas. Pero aun así, le deje el ramo, esta vez, no le platique nada del trabajo, esta vez llore en su tumba —Nikki ya un año que no estás conmigo y no sabes cuánto te necesito— me quede un buen rato ahí, pensando en cómo hubiera sido todo con ella a mi lado.

Nunca la dejaría de amar.

El tiempo seguía pasando, y aun tenia contacto con los chicos, estábamos cumpliendo la promesa de no abandonarnos pasara lo que pasara y gracias a su apoyo y al de mi mama, salía de mis crisis depresivas. Nunca quise ir al psicólogo, no lo necesitaba.

Bueno, y así paso otro año, ya tenía el presupuesto suficiente para poner en marcha los planes, pero quería conseguir un poco más, así que fui buscando locales con buena ubicación y que fueran amplios y con buena ubicación, no había muchos, y el día de mi cumpleaños, lo encontré.

Un local en el centro, muy espacioso... era perfecto. La señorita que me mostro el local, dijo que me apresurara a decidir, pues estaba muy solicitado pero nadie lo había comprado porque el costo si era un poco elevado, así que sin pensarlo dos veces, firme los papeles, me dieron la llaves y fui al banco para hacer la trasferencia y luego fui a darle a Nikki la buena noticia —Han pasado ya casi dos años desde tu partida amor— suspire y coloque la rosa roja que le había comprado —Desearía que estuvieras aquí, ya estoy a punto de cumplir nuestra promesa Nikki, me siento feliz por eso— después, me fui a casa y mi mama se emocionó cuando le conté que ya tenía el local.

Al día siguiente, llame a los chicos y fuimos a ver el local junto con mi mama — ¡Wow! está muy bien el local Chava y ¿cómo será el diseño y todo?— me pregunto Aarón. Nunca hablamos Nikki y yo como queríamos el restaurante, pero yo tenía una idea, una donde ella siempre estaría presente, una idea muy a su estilo —Si, ya solo necesito contratar a una decoradora de interiores— ese día los invite a comer para celebrar.

Termine de trabajar el mes y presente mi renuncia. Ahora me dedicaría de lleno al restaurante. Contrate a la decoradora de interiores y se adaptó a mi idea. No les platique nada a los chicos ni a mi mama. También fuimos a comprar utensilios y el equipo de cocina, así como el mobiliario y todo lo necesario para equipar perfectamente el restaurante. Estaba muy emocionado.

Se llevó un poco más de medio año todo este proceso. Pero mi mama ya había hecho un poco de propaganda con sus amigas y mis amigos igual me estaban ayudando con esto. Deseaba que Nikki estuviera aquí.


Enamorado de un Fantasma. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora