Enamorado de un Fantasma. ©

Capitulo 55

(Salvador)

¿Por qué estaba sucediéndole esto a ella? No lo merecía, Nikki no merecía esto...Verla así de mal después de la quimioterapia fue horrible, despertaba casi cada media hora a vomitar. Trataba de consolarla, pero era inútil, ella solo repetía que no quería estar así, que no podía. Deseaba ser yo el que estuviera en su lugar. Me fui de su casa a las 9, antes de que ya no hubiera autobuses, no quería irme, pero tenía que. Su mama se quedó con ella y me dijo que no me preocupara, que regresara mañana. Y la ventaja es que era sábado, aunque de seguro sus amigas estrían mañana aquí. Ella necesitaba mucho de su apoyo.

Al día siguiente, desayune con mi mama y preparamos una gelatina —Le dices a Nikki que es de mi parte— sonreí y le dije —Claro mami, le encantara— terminamos y me fui. Una vez que llegue, doña Pamela me abrió a puerta y ella estaba en la sala, y como había predicho, sus amigas estaban ahí. Se veía mejor que ayer, pero sus ojitos aún se veían algo cansados. Las salude a todas y a Nikki le di un beso rápido, se ruborizo un poco y le dije —Te manda esto mi mama, espero te guste— sus amigas la miraron y se ruborizo más —Gracias amor, déjalo en la mesa, no tengo apetito ahora— asentí y deje la gelatina en la mesa y luego me fui a sentar a su lado, Nefertiti se había cambiado de lugar y le dijo —Nikki mañana iremos a ver tu vestido de novia, ya que yo seré tu madrina de eso, Ale de anillos, Eli de lazo y Mizy de arras y Ximeno de pastel— sonrió y yo dije —¡Wow! Que rápido planean una boda— se rieron, y Nikki dijo —Gracias chicas, no saben lo que significa que hagan todo esto por mí, las quiero muchísimo— Nefertiti la abrazo —Por ti Nikki, lo que sea, sé que tu harías lo mismo por nosotras— Nikki asintió —Gracias— en eso sonó mi celular, y era Aarón, conteste —Hola—se escuchaban más voces —Bro ¿estas con Nikki?— las chicas me miraron —Si, estoy es su casa ¿Por qué?— reconocí las voces eran Neri y Daniel —Vamos para allá, necesitamos su aprobación para el menú— y colgó, luego Nikki dijo —¿Paso algo?¿Quién era?— sonreí y respondí —Eran los chicos dicen que vienen para acá, por lo del menú— media hora después los chicos habían traído varios menús, y tanto nosotros como los papas de Nikki estuvimos de acuerdo en que fuera un menú de tres tiempos sencillo: Ensalada cesar como entrada, pasta de tres quesos como segundo plato y de

plato fuerte medallones de pollo en salsa de tamarindo con guarnición de verduras a la mantequilla y de postre el pastel. Me sentía tan feliz y creo que Nikki igual. Faltaba solo una semana. Después de un rato, todos se fueron, y Nikki dijo —Quiero salir, vamos al parque o algo— la mire y dijo —Me siento bien, quiero salir— suspire y dije —Vamos a avisarle a tu mama— la ayude a levantarse y fuimos a la cocina, donde doña Pamela estaba —Mami, quiero salir ¿puedo?— se giró hacia nosotros —Mi vida, pero...— Nikki se acercó y le dijo —Me siento mejor y ya me canse de sentirme enferma— su mama suspiro y me dijo —Llévala con cuidado— sonreí —No se preocupe— y nos fuimos, decidimos ir al centro, donde fue nuestra primera cita. Parecía que había pasado mucho tiempo — ¿Recuerdas nuestra primera cita?— pase mi brazo por sus hombros y dije —Nunca la olvidaría— dimos una vuelta por el parque y luego nos detuvimos porque Nikki se había cansado — ¿Quieres que nos vallamos ya?— negó con la cabeza —No, quiero un helado— eso hizo que sonriera y bueno, quería complacerla en todo así que compramos un helado. Estaba muy callada — ¿Qué pasa Nikki?— me miro y vi que quería llorar —Amor ¿dime que pasa?— agacho su cabeza y dijo —Te amo Salvador. Te amo— me acerque y la abrace —Yo te amo más que a mi vida Nikki— más tarde regresamos a su casa y se fue a dormir. Pero antes me despedí de ella. Tenía que hacer algunas compras. Mi regalo de bodas.