Enamorado de un Fantasma. ©

Capitulo 62

(Nicole)

Los días pasaban y yo cada vez me sentía peor, pero prefería que habláramos, que recordáramos todos los bellos momentos que pasamos juntos. Un domingo, estábamos en el jardín, recostados en el pasto — ¿Y recuerdas como me rechazaste cuando te bese por primera vez?— me reí y dije — ¿Cómo olvidarlo?, si era lo que más deseaba y se estaba cumpliendo— me miro — ¿Entonces porque casi me golpeaste?— le sonreí y él se sentó –Porque, no se me tomaste por sorpresa y no imagine que fueras a hacer eso... — me callo con un beso. No fue como nuestro primer beso, este fue tierno, dulce... no puedo explicarlo —Aunque me hubieras golpeado habría valido la pena— y volvió a besarme.

Días después, me toco consulta médica, como fue en la tarde, Salvador me llevo, me hicieron pruebas de sangre y esperamos los resultados. Una vez que estuvieron lisos pasamos a la consulta —Nicole, tus resultados no soy muy buenos ¿Has tomado todos tus medicamentos? ¿Asististe a todas las quimioterapias?— apreté la mano de Salvador y asentí —Si, he cumplido con el tratamiento ¿Qué pasa doctor?— me miro y dijo —No ha habido mucha mejoría, de hecho nada, las quimioterapias no han ayudado— ¡no! Eso no podía ser ¡no! —Pe...Pero ¿hay algo que podamos hacer?— pregunto Salvador, el doctor negó con la cabeza —No lo creo, si las quimioterapias no han ayudado, no creo que algo más lo haga— Salvador y yo nos miramos —Doctor tiene que haber algo más que se pueda hacer— el doctor escribió una receta y se la dio a Salvador —No podemos operarla porque no ha habido ninguna mejoría. Por ahora solo podemos darle más medicamento. Pero no puedo darles muchas esperanzas— era un hecho — ¿Cuánto tiempo aproximadamente me queda?— Salvador me miro horrorizado, pero tenía que preguntarlo, tenía que saber... —La enfermedad avanza muy rápidamente, y las quimioterapias no hicieron que disminuyera, hace tiempo que no teníamos pacientes así, pero desgraciadamente solo un mes aproximadamente— sentí que todo se derrumbaba, ¡un mes!, no supe que paso después, porque me desperté en una camilla, con Salvador a mi lado y una enfermera. Él tenía los ojos irritados, y

me abrazo en cuanto desperté —Dime que fue un sueño, dime que no es verdad— le dije, pero el empezó a sollozar —Hablaremos en la casa Nikki, Vámonos— nos fuimos, no hablamos en el trayecto, no sabía que decir y al parecer el tampoco. Cuando llegamos, fuimos a la cabaña, y me abrazo de nuevo —Nikki te amo, no quiero perderte, no así— lo abrace y comencé a llorar —No quiero dejarte tampoco, sabes que te amo, te amo demasiado— esto no podía ser posible. Nos quedamos así, abrazados y luego llamamos a mis papas para decirle que había pasado. Llegaron en menos de una hora y me abrazaron, pero yo les dije —Ya no quiero que lloren, quiero disfrutarlos este tiempo que me queda— no quería pensar, solo quería estar con ellos. Un rato después se fueron y Salvador y yo nos fuimos al jardín, nos recostamos en el pasto y le dije —Tu y yo tenemos una promesa y quiero que la cumplas— el volteo a verme —No puedo Nikki, no si tu no estas— tome su mano y la apreté —Lo prometiste, por favor, hazlo por el amor que nos tenemos— se acercó a mí —Lo hare solo porque te amo Nikki y serás la única... no amare a nadie más— eso me llego y mis lágrimas comenzaron a salir —Tú tienes que ser feliz, tú tienes que seguir y enamorarte— agacho su cara y dijo —No Nicole, no, tu eres mi felicidad, cumpliré la promesa, pero no me enamorare de nadie, no podre... no— no insistí más. No quería que discutiéramos, solo lo abrace y nos quedamos así, vimos el atardecer.

Al día siguiente, llegaron nuestros amigos de visita, no me lo esperaba. Pero fue bonito y me alegre de verlos a todos, ya que sería una de las últimas veces que estaría con ellos. No es dije nada, Salvador me apoyo. Y como siempre Nefer fue la última en irse, y mientras Salvador despedía a sus amigos, yo le conté a Nefer y ella me abrazo y lloro conmigo —Sabes que eres mi mejor amiga, no quiero que te vayas— pero no era mi decisión.