Enamorado de un Fantasma. ©

Capitulo 39

(Salvador)

Esa noche, le llame como de costumbre, pero no me contesto. Intente llamarle un par de veces más pero me mandaba al buzón. Me estaba preocupando así que le deje un mensaje que decía «Nena ¿estás bien? Responde. Te amo.» Espere la respuesta.

Y espere, y espere. Nada.

Me puse a pensar y supuse que se había enojado por lo que no paso en la camioneta y ¡mierda! Lucy. Nikki debía pensar que la rechace por eso. Tenía que aclarar esto. Pero ya era tarde y ya había ido a entregarle la camioneta a Neri. ¡Demonios!

A la mañana siguiente, revise mi teléfono con la esperanza de que hubiera un mensaje de Nikki pero nada. Así que le deje otro «Nikki te amo. Contesta» pero nada. A las 12 estaba a punto de salir de la casa cuando mi mama me hablo —Chava, necesito que me hagas un favor— ¡rayos! —Si mama dime— sonrió y dijo — ¿Podrías ir a pagar la mensualidad del teléfono? es que iré con mi amiga Greta por su cumpleaños— ¡genial! ¿Por qué precisamente hoy? —Si mama claro— me dio el dinero y todo y salí. Tenía que ir a verla y aclarar todo esto. Fui a pagar lo más rápido que pude y luego fui a casa de Nikki. Cuando llegue su hermano abrió la puerta, pregunte por Nikki y él dijo que había salido con su amiga. ¿Enserio iba a tratarme así? Me fui y le deje otro mensaje «Nikki, por favor, necesito hablar contigo. Te amo, te amo, no dudes eso» pero seguía sin responder. No, no iba a perderla solo por eso. Y se me ocurrió una idea. Una cita. Una cita donde le demostrara lo importante que es para mí, y que es a la única a la que quiero a mi lado. La llame en la noche y contesto — ¿Bueno?— ¡por fin! Dos días sin oír su voz, la extrañaba —Nikki, ¿Por qué no me contestabas?— hubo silencio y continúe —Nikki, dime, ¿esto se trata de lo que paso en nuestra cita pasada?— más silencio — ¡Por el amor de dios Nicole! ¡Respóndeme!— no quería gritarle, pero no quería perderla, no por algo que no era verdad — ¡Si Salvador! ¡Me rechazaste!— no estaba diciendo eso, díganme que no —Eso no es verdad Nikki— se rio y dijo—-¿Fue casualidad que después de ver a Lucy, tu no quisieras que pasara algo más en la camioneta?— No, no, no

Esto es peor de lo que imagine después colgó. Me colgó el teléfono. Esto no se quedaría así. La volví a llamar pero apago su teléfono. Llame a Neri, eran las 9 de la noche y le dije que me prestara su camioneta, necesitaba aclarar esto ya, él dijo que si y veinte minutos después estaba en mi puerta. Bueno estaban porque Aarón también había ido. Como sea, nos fuimos y en el camino me preguntaron lo que paso, obviamente no les diría que casi lo hicimos en la camioneta, solo les dije que encontramos a Lucy y ella me dio un beso y Nikki malinterpreto las cosas. Una vez que llegamos a su casa, toque el timbre, para mi suerte salió ella, que estaba en pijama, una linda piyama color negro con rosa, ya se me hacía raro, tenía los ojos llorosos iba a cerrarme la puerta en cuanto me vio pero la detuve y le dije —Tenemos que hablar ahora— ella negó con la cabeza —No quiero hablar Salvador, no sé qué haces aquí— la jale y salimos de la casa, ella forcejeaba y luego a tome de la cintura y la bese, la bese con fuerza, reclamándola, dejo de luchar y tomo mi cara entre sus manos profundizando el beso. Necesitaba tanto esto. Unos minutos después le pregunte — ¿Ya podemos hablar?— ella asintió mordiendo su labio y fuimos a sentarnos en la acera frente a su casa. Neri y Aarón estaban hasta la esquina así que no creo que hayan visto mucho, luego dije —Nikki, creí que te había dejado claro que a la única que amo es a ti— agacho su cara y yo tome su mentón haciendo que me mirara y continúe —No te rechace cariño, es solo que no creo que fuera un lugar adecuado, quiero darte lo mejor, protegerte— la bese rápido en los labios y se le escurrió una lagrima —No, Nikki, no llores, por favor no— la abrace, ella me abrazo igual y me dijo —Salvador, es que... es que...— la separe de mí y pregunte —¿Qué amor? ¿Qué pasa?— volvió a agachar su cabeza y dijo —Yo nunca he estado con nadie, y cuando te detuviste en la camioneta, pensé que habías pensado mejor las cosas y que no me deseabas— ¡oh dios mío! Era virgen, siendo tan bonita no puedo creerlo y dije —Así me das más la razón Nikki, tu mereces lo mejor para tu primera vez, no una camioneta y eres hermosa, no tienes idea de cuánto deseo estar contigo de esa manera— me abrazo y me dijo —Te amo, y lo siento— bese su frente tomándome mi tiempo —¿Que harás el viernes?- suspiro y se recargo en mi hombro —Aparte de extrañarte todo el día, nada ¿Por qué?— la bese y susurre —Paso por ti a las 8— asintió y luego dijo —Oye, ¿Cómo rayos llegaste aquí si a estas horas ya no hay transporte?—

me reí y señale la camioneta de Neri, quien encendió las intermitentes hacia nosotros los saludo con la mano y me dijo —Estas loco— la abrace y le dije —Si, loco por ti— y nos besamos largo y profundamente.