Capitulo 60

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(Nicole)

Salvador me obligo a ir a la quimioterapia, yo había decidido no ir, porque pues de todos modos ¿cambiaría algo? Me toco ir viernes, pero le dije que si él no quería que yo dejara las quimios, él no tenía que faltar a la universidad. Así que llamo a mi mama y me llevo. Primero me tomaron una muestra de sangre, solo para ver que mi enfermedad avanzado y aumentarían un medicamento más a la bomba. Hice el mismo proceso que la primera vez y me prepare para el dolor. ¡Sí que dolía! fue más fuerte que la vez pasada. Mis venas ardían, me debilito mucho, para aguantar, solo pensé en mi esposo. Cerré los ojos, y me desperté cuando el doctor dijo -Nicole, hemos terminado, puedes ir a vestirte- quise levantarme rápido pero me maree -Quiero que venga mi mama- le dije a la enfermera y enseguida entro, me ayudo a vestirme y salimos, Salvador estaba esperándonos, tenía cara de preocupación camino hacia nosotras y tomo mi mano -¿Cómo te sientes?- lo mire, pero no podía mentir, no tenía ni fuerzas para eso -Llévame a casa, quiero dormir- cuando salimos, ahí estaba, la camioneta -Amo esa camioneta- me ayudo a subir y condujo, debí quedarme dormida porque cuando abrí los ojos, ya estaba en nuestra cama. Y Salvador a mi lado - ¿Necesitas algo amor?- suspire -Solo dame agua- me ayudo a sentarme y me dio el vaso, bebí el agua - ¿Y mi mama?- le devolví el vaso -Se fue hace como media hora, no quiso despertarte- unos minutos después, me arrepentí de haberme tomado el agua por volví el estómago, odiaba los malditos efectos secundarios de la quimioterapia. Salvador me llevo hasta el baño y nos pasamos un buen rato ahí, luego me sintió la frente y dijo -Santo dios ¡estas ardiendo Nikki!- llamo a su mama quien llego enseguida - ¿Ya tomaste tus medicamentos?- me pregunto negué con la cabeza -Salvador, ¿Qué les dijo el doctor?- no escuche muy bien lo que dijo, pero luego apareció con una pastilla, la tome y me llevaron de vuelta a la cabaña, me dormí enseguida, no supe que paso después. Me desperté y vi a Salvador a mi lado, estaba durmiendo pero se despertó cuando sintió que me moví -Nikki, ¿Cómo te sientes?- me miro preocupado -Bien amor, gracias- suspiro -Me diste un susto de muerte anoche- me beso en la frente -Nikki te amo, te amo- comencé a llorar y el me abrazo -No pasa, nada, todo está bien- luego me llevo el desayuno a la cama, pero no comí mucho, sentía que volvería el estómago de nuevo y luego

dije -Chava, quiero darme un baño- no era la primera vez que nos bañábamos juntos, pero esta vez fue diferente, me ayudo a desnudarme, fue tan tierno, como si pensara que me fuera a romper, luego me dio muchos mimos, acaricio mi cuerpo como intentando memorizarlo y me beso... me hizo sentir amada, solo él me hacía sentir así.

Me sentí mejor después del baño. Luego fuimos de vuelta la cabaña y me cepillo mi cabello. Me puse a pensar cuanto faltaría para que me quedara sin mi precioso cabello. No llore, debía ser fuerte. Por Salvador. Quería disfrutar todo el tiempo que me quedara. Nos recostamos a ver una película. Y luego nos dormimos. Al día siguiente, fuimos a visitar a mi familia, y me la pase muy bien, aunque aún me sentía débil, nos fuimos pronto. Y luego le ayude a Salvador con la tarea. Extrañaba la universidad. Pero ya no podía regresar. Y por eso quería que Salvador cumpliera nuestro sueño...


Enamorado de un Fantasma. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora