Enamorado de un Fantasma. ©

Capitulo 22

(Nicole)

Las dos semanas se pasaron rápido. En un abrir y cerrar de ojos. El primer día de escuela, no llegue tan temprano como era mi costumbre. Ya no quería ver a Salvador solo y que no me hablara. Así que me fui un poco más tarde, cuando llegue un chico me hablo, y me dijo —Oye amiga, ¿sabes cuál es el grupo de gastronomía? Es que soy uno de los nuevo del grupo— tendríamos dos nuevos compañeros entonces y le respondí —Claro, ven conmigo, yo soy de ese grupo ¿Cómo te llamas?— el respondió —Ximeno Rivera ¿y tú?— que nombre tan peculiar ¿no? Y le dije — Yo soy Nicole Ferrer— y nos fuimos al salón y cuando entre, fue lo único que vi, se veía tan guapo ¡Dios! Eso de "tratar de olvidarlo" sería difícil con el luciendo tan guapo, tenía una rosa en la mano, supongo que era para Lucy, me miro cuando entre con Ximeno se veía algo molesto, pero seguí platicando con Ximeno y me hice la que no lo vi. Luego llegaron las chicas y la chica nueva se sentó donde antes se sentaba María, por cierto la chica nueva se llamaba Artemis Ramírez, Ximeno se sentó a lado de ella y las chicas y yo donde siempre.

En el almuerzo, los invitamos a sentarse con nosotras y aceptaron, ellos eran muy amables pero Ximeno era un poco despistado y siempre andaba preguntando '¿Qué?' cuando platicábamos. De pronto levante la vista y vi que Salvador y Aarón estaba solos en la mesa, y Salvador miraba en nuestra dirección luego Aarón también lo hizo. Creo que era por Artemis o quizá por Ximeno. Quién sabe.

Sonó el timbre y regresamos a clases, la maestra nos volvió a formar en equipos de 6 esta vez y pues Artemis y Ximeno se unieron con nosotras. Era divertido trabajar con ellos.

La clase termino y la hora de salida llego, Artemis y Ximeno se fueron primero porque tenían que arreglar algunos papeles aun por su transferencia de escuela y las chicas y yo salimos después, afuera del salón estaba Salvador, quien les dijo a las chicas — ¿Me permiten unos minutos a Nikki?— ellas miraron y mi corazón se aceleró, entonces Nefer agarro a Eliza y Alejandra del brazo y dijo

—Claro amigo. Hasta luego Nikki, nos vemos mañana— y me giño el ojo —Trágame tierra— murmure y quería irme, di el primer paso Salvador me jalo y me atrajo hacia él, si no me hubiera detenido de seguro me hubiera caído, estábamos tan cerca, pero enseguida me saque de mi ensoñación y me dijo—Tengo que hablar contigo Nikki— trate de zafarme y le conteste —No creo que tengamos algo de qué hablar— apretó más su agarre de mí y respondió —Yo creo que si— deje de forcejear porque si seguía haciéndolo, me retendría más tiempo y le dije —Esta bien dime, pero suéltame— no quería soltarme ¿Por qué? Quién sabe y luego dijo —Lo que paso en mi casa, todo lo que me dijiste, yo debía haberte dicho algo, pero no lo hice y ahora quiero...— le puse mi dedo en su boca para que no siguiera, no quería que se disculpara por eso así que dije —Si no mal recuerdo te dije que lo olvidaras ¿o no? Y si te dije o te di a entender que no quería ser tu amiga era por esto, no quiero tu lastima, así que por favor no me digas ya nada— pero me ignoro y dijo — ¿Podría alguien que te tiene lastima hacer esto?— y entonces ¡me beso! Me llevo un momento procesar lo que estaba pasando, y cuando reaccione, le devolví el beso, era lo que quería, lo deseaba desde el primer día que lo vi. Fue un beso con mucho amor, sus labios eran tan suaves y bueno, este era mi primer beso de amor, amor de verdad, pero lo empuje después de un minuto y le grite —¿Qué demonios te pasa?— me mordí el labio apenada, no sé porque me moleste y él dijo —Yo no venía a pedirte disculpas, yo quería decirte que te quiero Nikki— abrí la boca pero no dije nada y me fui, pero él esta vez sí reacciono y fue tras de mí y dijo —¿Acaso ya no me quieres?— cerré mis ojos y al abrirlos le dije con toda franqueza —Si de verdad me quieres, demuéstramelo, porque con todo lo que yo vi el cuatrimestre anterior y la rosa de hace rato, no puedo creerte— y me abrazo, su abrazo se sintió tan cálido, no quería separarme de él nunca pero lo hice y él me dijo —Hare todo lo necesario para que tú me creas. Pero ¿a qué te refieres con lo del cuatrimestre pasado?— me reí porque ¿de verdad me estaba preguntando eso? —No te hagas tonto— y me fui, dejándolo con la duda, que espero entendiera. En la tarde le llame a Nefer y le conté lo que paso y me grito en la bocina, esta mujer me iba a dejar sorda y luego me dijo —Nikki, ¡él te ama!— y yo le dije —¡Claro Nef, así como Charly te ama a ti— nos reímos y ese día no deje de sonreír.