𝐍𝐨 𝐓𝐞 𝐕𝐚𝐲𝐚𝐬 (𝐐𝐮é𝐝𝐚𝐭𝐞 𝐀 𝐌𝐢 𝐋𝐚𝐝𝐨)

Capítulo V

  
El corazón de Olivia se había acelerado. Le temía a la respuesta que iba a salir de la boca de su excompañero, confiaba en que no diría lo que pasó, aunque no estaba totalmente segura de cual era esa respuesta, confiaba en que no diría nada.

Sus miradas se cruzaron, justo cuando él levantó la cabeza buscando algo para evitar la pregunta. La vio a los ojos, ese color café le recordó lo mismo que a ella, cuando vio el azul de sus ojos interrumpir sus pensamientos y lo recordaron juntos.

(...)

Él había ignorado sus mensajes durante una semana entera, el caso de Jenna lo afectó y ella lo sabía, pero había pasado un mes desde aquello y él parecía haberlo superado; continuó yendo al trabajo y pensó que estaba solucionado, pero cuando llego el lunes por la mañana se dio cuenta de que no estaba, preguntó por él y Cragen le dijo que se había tomado el día.

Ella lo aceptó, pero ¿porque no recibió un mensaje de él diciéndole que no iría o algún motivo que hiciera que faltara? Nada.

No se le ocurrió nada, no había ninguna razón por la cual faltar y ella sabía que si no fuera importante no lo haría, lo conocía lo suficientemente bien como para tener que preguntar. Había dejado que él tuviera su espacio, pero una semana era demasiado, se decidió por ir a su casa ese día en la noche luego de trabajar.

Cragen le pidió que fuera ver un caso, en el Mercy, una chica había sido encontrada inconsistente a dos calles fuera de su casa y encontraron signos de violación por lo que avisaron a víctimas especiales para resolver el caso.

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Estaba decidido a hacerlo, era hora de irse de New York, ya no podía continuar aquí. Habló con Cragen antes, pero trató de conseguir que él se tomara un tiempo antes de presentar su petición de traslado de precinto y cuidad. Lo llamó para saber si Olivia estaba allí.

—Cragen. —Contestó como de costumbre.

—Capitán, soy Elliot ¿Puedo hablar con usted?

—Sí, claro, Elliot. ¿Qué pasa?

—...¿Podría ser en persona?

—Ahora estoy libre antes de que presenten el nuevo caso.

Elliot ya no tuvo la necesidad de preguntar si Olivia se encontraba allí, sabía que si había una víctima sería la primera en salir.

—Perfecto, estoy ahí en unos minutos —cortó la llamada.

—Adelante —respondió al llamado.

—Capitán...

—Siéntate por favor, Elliot —se levantó de inmediato.

—Gracias. Va ser rápido. —Le extendió  la carpeta con la solicitud firmada, solo faltaba la firma del capitán y tendría su traslado. Pronto sabría hacia donde —. Tome.

—¿Estás seguro de esto? Sabes que si lo firmo esto no hay vuelta atrás ¿Verdad?

—Sí, capitán, estoy totalmente seguro, Nueva York ya no es para mí, necesito un respiro de esta ciudad, respirar otro aire contaminado y otro suelo en donde pueda volver a hacer una torre que no se caiga como la que hice aquí.

—Lamento que tengas que irte, me hubiera encantado que te quedarás, remplazarte será difícil.

—No, se lo aseguró, encontrará a alguien mejor, si quiere puedo elegir a mi remplazó.