𝐍𝐨 𝐓𝐞 𝐕𝐚𝐲𝐚𝐬 (𝐐𝐮é𝐝𝐚𝐭𝐞 𝐀 𝐌𝐢 𝐋𝐚𝐝𝐨)

Capítulo VIII

 
Eran más de las doce y todos ya se habían ido a casa menos Megan, Olivia, Elliot e Isabella.

No sabían que hacer con Isabella y evitaron mencionar a servicios sociales, pero nadie sabía que hacer. Cada uno pensó en llevarse a la niña a sus casas, pero Megan y Elliot viven en un hotel y Olivia era la capitana. ¿Qué podían hacer?

Megan salió de la oficina de Olivia que amablemente le había ofrecido para que converse con Isabella, en lugar de usar una sala de interrogatorio.

—Ella está muy cansada. —Megan se acercó con las manos apoyadas en su cintura.

—Es obvio, es media noche. Hasta yo estoy cansada —sonrió levemente.

—Podemos llevarla al Hotel. Si estás de acuerdo, claro —opinó el detective dirigiéndose a Olivia.

—Sería perfecto, pero es un hotel y si servicios sociales se entera que no la reportamos y que la tuvieron en un hotel, nos van a matar. Literalmente.

—Sé que esto va a sonar muy raro o desubicado, pero... ¿Tú podrías llevarla a tú casa? Nosotros recién llegamos y por el caso no podemos estar en otro lugar que no sea el hotel, si estamos en el trabajo, nosotros-- yo compraría una casa, pero no es tan fácil y no es mi ciudad, y tendría que preguntarle... —. Megan empezó a hablar tan rápido que casi se le podía entender. Ella estaba nerviosa.

—¡Para!... Lo siento, pero no se te entiende nada —rió.

—Cuando cree que infringe la línea entre superiores y subalternos, se altera y se pone nerviosa y por eso habla muy rápido —contó Elliot viendo a Megan, mientras ella se ponía roja de la vergüenza.

Olivia notó la cantidad de información que Elliot sabía.

—Lo sé porque se puso igual la primera vez que me desafió en un caso —respondió. Como si él le leyera la mente. Como antes.

—No necesito que hable por mí, capitán —espetó algo molesta. —Lo lamento no debí decirlo. Yo me voy a quedar con Isabella en las cunas.

—No, está bien. Yo me la llevaría pero no tiene la misma confianza que tiene contigo.

—Lo sé. No sé preocupe capitana yo me quedo con ella.

Elliot miraba atentamente la charla, sintiéndose excluido aunque él haya tenido cinco hijos y sepa del tema.

—Sí, pero las cunas no son el mejor lugar. ¿Quieres ir a mi casa? Por esta noche, para que sea más cómodo.

—No, no quiero invadir su privacidad. De verdad, no es necesario que lo haga.

—Smith, no eres la única en este problema. Los tres estamos metidos en esto y quiero ayudar. No vas a interrumpir nada. En mi casa hay una habitación que no uso. Tú y ella podrían dormir ahí.

—Capitana, de verdad, se lo agradezco mucho, pero no creo que--

—Smith, no es una opción. Es una orden—Megan asintió. —Hay que irnos ahora. Va a hacer mucho frío y no es sano para la niña luego de comer un helado tan tarde —dejó salir su instinto maternal, lo que le sorprendió a los dos, sobre todo a Elliot.

—Voy por ella —. Megan entró a la oficina por la niña.

—Yo podría llevarlas. Al fin y al cabo estoy aquí. —Ofreció Elliot.

—Claro, si tú quieres —dijo intentando sonreír, pero falló en el intento.

—Listo llegamos- avisó estacionando el coche fuera del apartamento de Olivia.