𝐍𝐨 𝐓𝐞 𝐕𝐚𝐲𝐚𝐬 (𝐐𝐮é𝐝𝐚𝐭𝐞 𝐀 𝐌𝐢 𝐋𝐚𝐝𝐨)

Capítulo XXV

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Podía seguir peleando hasta que Elliot se trague sus palabras, pero cuando los hematomas en el cuello de Sarah se hagan notar, solo habría que comparar las manos y ella había visto las manos de Jack, era como las de ella definitivamente no era él.

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Ella salió de lo más tranquila en dirección a su casa. El tráfico no era exactamente su aliado ni tampoco si enemigo pero hoy no lo quería ni ver. En todo ese ataque de carros ella tocó su cuello buscando algo de alivio por el estrés y tención que había sentido estos últimos días. Supo que ni una ducha caliente la relajaría y al ver su reloj de mano, analizó que una ida al Spa no le caería mal. Todo lo contrarío.

Un mensaje llegó a su móvil. Alex preguntando si tenía planes. No había conversado con ella en días. Esta última semana parecía ser eterna y solo habían pasado ¿Que? ¿9 días? Quien llevaba la cuenta.

Olivia respondió comentandole sus planes de ir al Spa, el mensaje terminó ofreciéndole acompañarla he ir juntas.

Alex lo dudo por un rato pero tenía la misma necesidad de desestresarse que Olivia. No demoró mucho en aparecer un mensaje diciendo que le encantaría.

Olivia le dijo que estaba en camino, le envió su dirección actual y la del Spa  no sin antes decir que estaba estancada en el tráfico neoyorquino.

Horas después, ya completamente relajadas las dos iban saliendo del Spa. El reloj apuntaba las 2 p.m. y las dos tenían el día libre. Los masajes no abrieron charlas muy profundas, solo algo trivial, muy superficial.

Alex y Olivia fueron en autos distintos por lo que en su siguiente parada fueron así, apostando algunos dólares por quien conocía mejor Nueva York y llegaba primero.

Olivia no había querido ver su móvil, hizo que los mensajes de Alex la notificaron en un tono distinto s cualquier mensaje normal y solo respondía esos. Sabia que Elliot se encargaría muy bien del caso no la necesitaba ahí.

Alex llamó por teléfono a Olivia justo antes de salir del estacionamiento.

Al: No cortes, es para conversar en el camino.

Olivia río—Me parece... Entonces... ¿San Francisco, verdad?

Al: Un par de años, sí—. Las dos rieron—.

O: ¿Qué tal es? La verdad hace tiempo que no voy.

Olivia nació en Los Ángeles, California, pero su madre decidió que se mudaron a Nueva York a los 4 años de edad. Ya nunca regresó.

Al: Sigue haciendo calor. Eso te lo aseguro.

O: ¿Conociste a alguien? ¿Un salvavidas? O si eres más formal ¿Un corredor de bolsa por la cuidad?

Al: No exactamente, conocí a Mike.

O: ¿Cuál Mike? Ah ¿El Mike que ahora trabaja aquí?

Al: El mismo.

O: ¿Qué pasó?

Al: Nos enamoramos.

O: ¿Por qué terminó?

Al: Le mentí—. Olivia no respondió ni hizo otra pregunta—. Pensé que se quedaría en eso. Una mentira inocente. Pero el se enteró de la peor manera y terminó conmigo— río largamente— ¿Sabes qué fue lo peor? Me iba a pedir matrimonio.

El llanto de Alex se oyó por el móvil. Olivia no había procesado todo. Pero Alex necesitaba a su amiga.

O: Alex, lo siento. Lo siento mucho, linda. Todo va a mejorar—. Intento reconfortarla desde el móvil aunque era inútil.