Capítulo XLI

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—Se los diremos antes de cenar, ¿verdad? Ya no quiero alargar esto, Elliot.

—¿Nos dirán qué? —Apareció Lizzie, con un gesto de extrañeza y preocupación.

No querían imaginar las cosas que pudieron haber cruzado por su mente.

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—Lizzie, cariño —comenzó Olivia—, tranquila, no es nada grave.

—Ve y llama a tus hermanos, cielo. Tenemos que hablar.

Presente...

—Adelante.

—Olivia —Saludó Amanda, dejando ver pequeña parte de su cabeza en una esquina de la puerta —, tienes un regalo. —La morena levantó la vista.

—¿Qué es?

—Pues... flores —dijo entrando por completo en la oficina dejando ver el ramo de flores que le habían obsequiado. Era un ramo bastante bonito, tenía flores fuccias, amarillas y blancas, muy diferente a los ramos que había recibido antes. —¿Qué esperas para mirar la tarjeta? —Alentó la rubia.

—¡Amanda! —de repente escuchan a Carisi gritar —. Hay información del caso.

—¡No puede ser!... Bueno te lo dejo aquí, ya me contarás. —Olivia rió mientras vio irse a su compañera y amiga de ya hace mucho años.

Olivia regresó al asiento en su escritorio y desde ahí contempló el ramo. No había duda de quién le había enviado eso, digamos que era un poco obvio y por eso no quería leer la tarjeta enfrente de su amiga.

Ella y Elliot habían decidido mantener su relación en privado, no oculta sino íntima. Querían regalarse el tiempo de reencontrase en el otro y de disfrutar sin tener a nadie comentando al respecto, no era que pensaba que sus amigos los jugarían o algo por el estilo, pero su relación ya es lo bastante controversial entre ellos como para tener a personas diciéndote qué haces bien o haces mal.

Es su relación y queda entre ellos.

Sonrió para sí misma. Los colores que había elegido realmente eran maravillosos, le daban un toque de vida único al lugar.

Quería a Elliot. Lo amaba.

Y aceptarlo hace unos años le era muy difícil pero ahora demostrarlo era la cosa más hermosa y espontánea que hacía. No niega que ese momento en el que se volvieron a decir el importante "te amo" fue bastante complicado.

—A ver elije una película o la pongo yo —advirtió la morena —y las de romance me parece que no son tus favoritas.

—Realmente eres insistente —dijo acercándose a ella con dos copas de vino en las manos.

Esa tarde habían decidido pasar la noche juntos luego de un estresante caso que los había distanciado durante la semana. Se encontraban en la casa de Olivia ya que Elliot se estaba mudando y re-diseñando su nuevo apartamento, después de decidir que se establecería en Nueva York.

El otoño empezaba a sentirse en la cuidad por lo que tenían que prender la calefacción y crubirse con un par de mantas para estar a una temperatura adecuada.

Olivia levantó la manta del sillón para que Elliot se acomodara sin problemas, y cuando se sentó en él, lo cubrió con esta y le dio un beso corto.

—Gracias, cariño. —Recibió la copa de vino tinto que él traía en la mano.

—Entonces... —Suspiró buscando una buena opción de película para esa noche. —Cada día es más difícil encontrar una buena película.

—Por eso me gustan las antiguas. —Bebió un poco de su copa.

—Eh.... ¡Esta! A ver, dime.

—Me gusta. Pónla y si en diez minutos no nos llama la atención, elijo yo. —Rió acomodandose en el respaldar. Elliot la miró con una indignación fingida y la imitó.

—Detesto cuando te pones en ese plan de "Yo siempre gano" —dijo riéndose. Ella le golpeó en el hombro y rió.

—Te amo. —Soltó a consecuencia de la risa sin pensarlo demasiado, sólo fluyendo con sus pensamientos.

Derrepente Olivia dejó de respirar. Cinco segundos después Elliot ya no tenía una sonrisa en la cara y la película empezaba iluminando sus rostros. La morena se alejó un poco de él, pensando o mejor dicho recapacitando lo que había dicho.

¿De verdad lo sentía? ¿O lo dijo de impulso?

Elliot realizó movimientos algo robóticos y detuvo la película.

—Liv... —Susurró tomándola de la mano. —¿Lo... lo, lo hablamos? Porque tengo mucho que decir.

—Elliot... ¿perdón? —Suspiró frustrada, llevándose las manos a la cara ocultando su rostro en ellas. —Sé qué es muy rápido...

—¿Lo sientes o de verdad lo querías decir?

—Es válido si digo que no lo sé. Yo sólo dije lo que pensé en el momento y lo que pienso desde hace muchos años.

—Y tú sabes qué yo también —se acercó —pero no quiero apresurar nada. Esto... no sé puede arruinar, Liv. —Tomó sus manos y acarició el dorso de ellas con sus pulgares, presionando fuerte su palma contra la de ella.

—Llevamos apenas dos semanas juntos, lo sé pero esto no es reciente, no es la primera vez que lo decimos y yo la siento tan normal... que a veces me cuesta callarme todo esto.

—¿Y porqué lo haces? Sabes que te amo, ¿verdad? Sabes que yo no te dejo por nada del mundo. Esta oportunidad es la última que tengo, que tenemos y no la dejaré ir así de fácil. Quiero que confíes en mí, Liv, necesito que lo hagas; porque si no es así algo no estoy haciendo bien.

—¡No, Elliot! Estos son temas míos, tú eres... tú lo eres todo para mí. Yo quiero todo contigo.

—Entonces dime que está pasando.

—Tengo miedo. —sus ojos se llenaron de lágrimas. —Tengo miedo de amarte, de amarte tanto que si en algún momento te vas yo ya no podré recuperarme. He sufrido mucho ya y no quiero arriesgarme a volver a caer en el mismo hueco. No contigo.

—Escúchame —soltó sus manos y acunó su cara con estas para hacer que lo mirara —, mírame, Olivia. Yo te amo. Y tengo miedo igual que tú, pero quiero tomar ese riesgo porque eres tú y puede sonar muy cliché pero lo quiero todo contigo. No me iré de aquí ni aunque me obligues a hacerlo. ¿Está claro?

Ella lo miró a los ojos por varios minutos, repasado todo lo que él había dicho y procesandolo en su cabeza. De un momento al otro sus labios ya estaban juntos, a clamando la atención del otro, saboreando el beso más sentimental e intenso que habían tenido hasta ese momento. El sabor de las lágrimas de los dos se mezcló con sus salivas, sientiendo todo en ese momento, viendo como el amor por el que habían peleado tanto ya era propio y sin más complicaciones que impidieran que se amásen como lo hacían en ese momento. Prometiéndose en silencio y entre besos que ya no le tendrían miedo a nada si estaban juntos, porque eso era lo único que importaba, que estaban juntos.

Olivia regresó a la realidad cuando sintió su teléfono vibrar.

“Elliot” sonrió al instante.

—¿Te gustaron mis flores?

—Te amo, te amo demasiado.

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Fue más flashback que capítulo y fue algo corto pero a qué son súper tiernos?? 🥺🥺
Quiero que quede claro que aunq no me extendí y no lo expliqué porq ya le había dedicado un cap entero, pues obviamente los hijos de Elliot aceptan a Olivia porq es la mejor ¿Quién no lo haría? jajs
Por otro lado, disculpen la demora, pero aquí sigo, dándole todo de mi al romantic-bensler así que bonita noche si es que lo lees a esta hora o bonito día si lo lees mañana temprano jaja ❤️

~Soph ❤️‍🩹

𝐍𝐨 𝐓𝐞 𝐕𝐚𝐲𝐚𝐬 (𝐐𝐮é𝐝𝐚𝐭𝐞 𝐀 𝐌𝐢 𝐋𝐚𝐝𝐨)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora