Capítulo XXIV

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E: ¿Te puedo preguntar algo?

O: Sí, pero decidiré si responder o no.

E: Es justo... ¿Qué es ese tal Barba, para ti?

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O: ¿Puedo no responder verdad...?

E: Creo que eso me daría una respuesta.

O: Es un amigo.

E: ¿Que tipo de amigo?

O: No sé, de trabajo, de vida, compartí muchas cosas con él los últimos años.

E: ¿Desde cuándo los abogados?

O: Wow... desde nunca y agradece que no planeo decir más por que ya me estoy cansando de ti, Elliot.

E: Oliv-

O: NO. Ni lo intentes.

Olivia aceptó la pregunta, al principio, pensó que sería algo gracioso, pero dejó de serlo.
Elliot sabía que había metido la pata, ¡otra vez!, pero el creía que debía saber. Lo que claramente, luego de pensarlo, no le correspondía. Ella tenía amigos de la misma manera en la que el los tiene.

Por segunda noche consecutiva se iban a dormir peleando con un silencio he incomodidad que se siente apenas cruzas la puerta.

La casa que ellos habían compartido ya no era posesión de ninguno, pero en la cabeza de cada uno tenían los recuerdos de cada segundo que pasaron en esa casa juntos. Por una razón y otra Olivia tuvo que vender el apartamento sin mirar atrás. Guardaba muy buenos recuerdos, pero los malos se hacían presentes cada vez más seguidos, cada vez más doloroso...

Si simplemente los dos pudieran ser honestos y dijeran lo que sienten o piensan por una vez, se dejarían de destruir tan desesperadamente lento. Es como una brasa con un fuego que te quema lentamente, y sin darte cuenta, a sobre pasado la piel.

Por segundo día no cenaron, Olivia no recordaba la última vez que cenó, y por mucho que le ardiera no se privaría de comer.

O: ¿Qué haces aquí? Pensé que dormías - dijo viendo a Elliot parado frente al ventanal, mirando el cielo de esa noche.

E: Puedo decir lo mismo.

Olivia ya no continuó, busco un número de algún restaurante que le gustará y llamo por el teléfono de la sala. Consecuentemente, Elliot escuchó.

E: ¿Qué pediste? - le preguntó cuando cortó.

O: Una hamburguesa-. Respondió mirando al piso.

E: Ok...

O: Elliot no he comido en días y ya no puedo seguir así -. Al final de la frase su voz se quebró, ella salió corriendo para su cuarto y él detrás de ella.

La aprisionó contra la pared mirándola a los ojos sintiendo su respiración en su cuello. Ella había dejado que unas lágrimas calleran, aunque si Elliot no la tuviera agarrada de las manos, el no las hubiera visto.

E: No llores... No te disculpes por algo que no hiciste, lamento haberte presionado. Creo que lo mejor para los dos es que yo me vaya y tú sigas tu vida. Te deseo todo lo mejor del mundo Olivia. -Soltó suavemente el agarre y fue por sus cosas que para sorpresa de Olivia ya estaban empacadas.

O: No sabes cuánto me gustaría ser indiferente... no sabes cuánto me gustaría que toda esta mierda fuera fácil para mí, porque parece que a ti no te mueve ni un pelo.

E: No es verdad, Olivia. Soy indiferente porque se que es lo mejor para nosotros. Olivia, no estamos listos para hablar... cada vez que lo intento meto la pata y ya me estoy hundiendo. Lo último que quiero es hacerte daño, hacernos daño.

𝐍𝐨 𝐓𝐞 𝐕𝐚𝐲𝐚𝐬 (𝐐𝐮é𝐝𝐚𝐭𝐞 𝐀 𝐌𝐢 𝐋𝐚𝐝𝐨)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora