Capítulo XXIII

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Otra vez sintió esa fea opresión en el pecho, estaba abrumada, angustiada, triste y confundida.

Me mintieron, sollozó Liv.

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Ella ya tenía un buen tiempo en el trabajo, nadie se preocuparía si no estuviera, simplemente pensarían que se iría a casa a descansar. Olivia salió de la unidad lo más rápida y silenciosa que pudo. No esperaba que alguien la cuestionara y menos Elliot, no estaba en condiciones para hablar.

Solo manejo un par de horas o no, lo que le había parecido una eternidad solo fueron 40 minutos. Ella dejó de llorar cuando salió y después, aunque estaba sola, ya no podía, no quería llorar, las lágrimas no caían. Estaba tan cansada de llorar, sus ojos simplemente ya no podían hacerlo otra vez. ¿Le dolía? Sí, pero ya está acostumbrada. Y aprendió a como sacarse el dolor momentáneamente.

O: ¡Rafael!, dime que estás en la cuidad... perfecto, ¿tienes hambre?

R: Entonces, señorita Benson. Ya me dirá por qué vinimos a comer.

O: No lo arruines— rieron. Definitivamente se le olvidó por más o menos una hora, quería y necesitaba hablar con un amigo de verdad, alguien que la hiciera sentir bien—. Cuando acabes de comer te cuento.

R: Ya acabé.

O: Falta el postre amigo. ¡Respeta la comida!—. Rafael río, pero sabía que algo muy raro, mejor dicho, grave estaba pasando. Olivia siempre iba al grano, con algunos titubeos pero llegaba ahí. Esta vez no pasó.

R: ¿Entonces seguirás evitando?

O: No, pero no quisiera saber lo que sé.

R: ¡Bótalo!

O: Te advierto que vas a escuchar muchas cosas sobre mi vida personal, pero en este punto eres el único amigo que tengo.

....

Los escuché y salí de ahí. Eso es todo.

R: Luego me llamaste y terminamos aquí.

O: En mi defensa pasaron 40 muy largos minutos y te llamé— sonrió tierna. Entonces... solo dilo.

R: ¿Decir qué?

O: Rafael... di lo miserable que soy y lo estúpida que e sido.

R: Primero, para empezar no luces así, miserable es lo último que van a ver en ti, y con todo el respeto que te queda hacia ese tal Stabler. El idiota y miserable debería ser él.

O: Bueno, tampoco lo culpo, verdad. Yo seguí mi vida, me estanque un poco al principio pero la seguí. El hecho de que él tenga novia y yo no es por que el encontró a alguien bueno y pues mi apartamento no es un lugar al que vayan chicos.

R: Pero vive uno ahí—. Le recordó—. ¿Qué tan... ya sabes... es Megan?

O: Muyyy. Y la cereza del pastel, es que la verdad es una buena persona por donde la veas.

R: ¿Sabes qué? Ya me dio curiosidad. ¡Vamos!

O: ¿Qué? ¡No! R: Vamos, estás conmigo.

En el camino un mensaje de Amanda le avisó que tenían un caso así que sería perfecto. Ya en el ascensor...

R: Lista. O: No tengo opción. R: Va a ser divertido. O: ¿Para quién? R: Pues yo.

Rieron y se abrieron las puertas.

Am: Hola, Liv. ¡Rafael!

R: Sorpresa. — la abrazó.

F: ¡Abogado!— le estrechó la mano, junto con un abrazo.

R: Liv quiso sorprenderlos.

S: Rafael,—la abrazó— no vendrá por mi trabajo ¿verdad? Los cinco rieron.

R: Estoy bien Carisi, cuando lo quiera no vendré con compañera— miró a Liv. Ella sonrió y le dio las gracias.

A todo esto el escuadrón de San Francisco, incluida la pareja, veían la bienvenida que le daban al abogado.

Am: Ah, Rafael. Ellos son los detectives de San Francisco, ¿no sé si Liv te contó?

R: Me contó muchas cosas incluido esto. Buenas tardes señores, fiscal Rafael Barba.

Elliot solo miraba a Olivia, y Olivia miraba a Rafael, y Megan a Elliot.

Todos se presentaron pero uno destacó un poco más: Elliot.

E: Hola, Elliot Stabler, capitán y compañero de Olivia.

Rafael sonrió — Así que tú. — volvió y vio a Olivia alzando los hombros.

O: Llévenme los papeles del nuevo caso y el de tráfico a mi escritorio. Ven, ¿Creo que no has visto mi oficina?

R: Muchas veces, pero lo entiendo. Hasta luego.— se despidió del resto y entraron a la oficina. Olivia cerró las cortinas y la puerta.

O: ¡Eres un maldito santo!

R: Ardió en celos. O: ¡Lo sé! Pero ahora que me traigan los papeles quiero que trabajes. No solo vas a mirar.

Olivia trabajó toda la tarde normal, no pensó en Elliot o Megan, muy posiblemente por que se encerró en su oficina.
Ya hace unas horas Rafael se había ido para ver a Carisi en la corte y el nuevo caso ya estaba cerrado.
El violador no tenía experiencia, era su primera vez con su novia y ella lo rechazó, pero él no aceptó eso y la violó. Todo era muy claro, el chico lo aceptó muy ingenuamente pero ahora espera un juicio en Sing Sing.

Después de ver que era algo tarde, empezó a acomodar sus cosas.

O: Adelante.

E: ¿Te vas?

Olivia no quería lucir molesta—. Ehh, sí. ¿Por?

E: Para llevarte a tu casa.

O: ¿Por?

E: Eh. Creo que debo sacar algunas cosas de tu casa y para que no vayas sola...

O: ¡Lo lamento! Lo olvidé por completo. Y no, no necesitas sacar tus cosas, puedes quedarte si quieres yo no tengo problema.

E: Okey. Oye, liv...   O: ¿Sí?

E: Lamento no haber avisado que no iba a dormir ayer.

O: Ah, todo está bien.

E: ¿Te espero?

O: Anda bajando, yo lo hago en un rato.

Elliot siguió ordenes y así fue, Olivia bajó y los dos fueron al departamento de Olivia.

E: ¿Te puedo preguntar algo?

O: Sí, pero decidiré si responder o no.

E: Es justo... ¿Qué es ese tal Barba, para ti?

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Holi!! Muchos me pidieron celos y aquí un poco, la verdad no creo que los celos de Elliot ahora le vengan al caso, y por eso no lo llamo celos exactamente, creo que es un decir como "esta es mi zona, no te conozco, así que eres un intruso", no sé algo así, pero espero que sepan que a veces hay que divertirnos jaja. Que tengan buen domingo!!!

~Soph <3

𝐍𝐨 𝐓𝐞 𝐕𝐚𝐲𝐚𝐬 (𝐐𝐮é𝐝𝐚𝐭𝐞 𝐀 𝐌𝐢 𝐋𝐚𝐝𝐨)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora