𝐍𝐨 𝐓𝐞 𝐕𝐚𝐲𝐚𝐬 (𝐐𝐮é𝐝𝐚𝐭𝐞 𝐀 𝐌𝐢 𝐋𝐚𝐝𝐨)

Capítulo XXVIII

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S: No somos como el resto-. La miró y le dio una sonrisa cálida.

Los dos por muy tranquilos que parecieran con el acercamiento se preguntaban una cosa:

¿Trabajo o amor?

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M: Lo he notado... bueno, continuemos.

Dieron un recorrido rápido por la gigantesca casa y luego Manuel les invitó a sentarse y compartir un vino juntos.

M: ¿Algo en especial?

S: Debes tener un increíble gusto,- la miró y ella asintió.- confiamos en lo que no quieras dar.

Un vino tinto Cabernet Sauvignon llegó y el mesero lo sirvió amablemente.

Ellos no hicieron ningún gesto al respecto por si Manuel lo tomaba a mal.

M: ¿Que planes en San Francisco?

E: ¿Más que el tuyo? Ninguno, pero sería lindo conocer un poco. ¿Verdad, cariño?

S: Definitivamente, parece ser una linda cuidad.

M: Bueno su pedido no tardará en llegar, aunque tiene un poco de retraso, pero no se preocupen ella estará aquí, solo por y para ustedes.

Los dos rieron ligeramente.

E: Es bueno saberlo. Después de todo no nos gustaría llevarnos una mala impresión.

S: Concuerdo con mi esposa. Tenemos altas expectativas-. Emma y Sebastian vieron como la mirada de Manuel se tornó algo preocupada. La influencia que esa pareja supuestamente tenía era fuerte. Y los 3 sabían que era lo mejor o nada.

M: No se van a arrepentir-. Ellos solo asintieron-. Tengo que hacerles una invitación-. Este viernes haré una reunión. Vamos, haré una fiesta con algunas personas, amigos, compañeros. Y aprovechando que están aquí sería fantástico que vinieran- Manuel chasqueó los dedos y el mesero se acercó con la invitaciones-. Quiero que lo piensen y el viernes sabré cuál fue su respuesta.

S: Lo pensaremos.

E: No lo dudes-. Sonrió-. ¿Amor, podemos ir al hotel?

S: Claro. Me disculpará, Manuel, pero mi esposa quiere descansar. El vuelo fue realmente agotador y me gustaría llevarla al hotel.

Los tres se levantaron, el vino siendo totalmente ignorado, se dejó en la mesa para despedirse.

M: Claro, me imagino. Me gustaría que Andrés los lleve si no hay un inconveniente con él.

E: Está bien. No hay problema.

M: Entonces así será. Que descansen.

Se despidió Manuel cuando la pareja se alejó. Ellos no respondieron y solo siguieron por donde vinieron y Andrés los espera para dejarlos en su hotel.

El viaje no fue nada raro. Solo miraron su parte de la calle y a veces se observaban entre sí pero muy de reojo. Tenian una música de fondo que amenizó el viaje pero no interesó.

Cuando llegaron Andrés saco las maletas mientras ellos se iban a registrar.

Recepcionista: Buenas tardes, ¿en que les puedo ayudar?

S: Creo que tenemos una reservación.

Recep: ¿A nombre de quien la reservación?

S: Los Wilson.

Recep: Buenas tardes señor y señora Wilson,- les entregó una llave- aquí esta la llave de su dormitorio espero tengan una buena estadía.

Olivia y Elliot se miraron. Una llave. Solo una.