Capítulo XVIV

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Levantó la mirada y la vio directo a los ojos "¿De verdad me está preguntando esto?", pensó él.

E: No, Olivia. Tú no vas a hacer esto.

O: ¿Hacer qué, Elliot? ¿Poner líneas?

E: ¿Crees que es tan fácil y simple? ¿Que tu puedes dar un ultimátum y yo tengo que aceptar? Te doy una respuesta: Estas muy equivocada.

O: ¿Y qué planeas hacer? ¿Te gusta pelear todo el tiempo? Porque yo tengo anemia y no estoy para gastar mis fuerzas en tonterías.

E: No pongas la enfermedad aquí. No hay ningún plan. Vas a recuperarte, regresarás al trabajo, yo regresaré al trabajo y todo va a arreglarse solo.

O: ¿Qué? No, que estupidez. Si no vas a hacer nada lo voy a hacer yo. ¡Salte de mi cuarto!

E: No.

O: ¡Elliot, sal de mi cuarto!

E: Por más molestos que estemos no te voy a dejar sola— se acomodó para dormir en el sofá sin esperar respuesta de ella—. Debes dormir, ya deberías estarlo.

O: Maldito seas—. Movió su cuerpo con cuidado por las, todavía, heridas sin cicatrizar y le dio la espalda.

Así pasaron la noche, la mayor parte del tiempo pensaron en lo que pasaba entre ellos, dándole vueltas y vueltas al tema, hasta que se quedaron dormidos.

Elliot se despertó a las 6 de la mañana y Olivia todavía dormía.

Elliot la observó silenciosamente por un tiempo y tomó la decisión de irse, tenía la cita con su psicólogo para que pueda ser dado de alta y trabajar. Antes tenía que ir al hotel, ducharse, cambiarse y saludar a Megan si es que estaba ahí. Cogió sus cosas y salió. La enfermera la avisó que las rondas serían más tarde y el solo asintió.

***

Al: ¡Hola! ¿Cómo está la enferma?

O: Ah, hola Alex—dijo desanimada pensando que era Elliot, habían tenido una discusión y aún así quería verlo, después de despertar y ver el sofá vacío se sintió triste y esperaba verlo.

Al: Wow, sí que te emociona verme.

O: Disculpa, Alex, sólo que pensé que eras otra persona... en fin estoy bien, ¿Cómo van las cosas por allá?

Al: ¿Quién pensabas que era?—Sonrió algo curiosa—. Me alegra que te sientas mejor; pues con respecto al caso no puedo hablar, pero todo va bien.

O: No es nadie. Que bueno...

Al: Oye...

O: ¿Qué pasó?

Al: Nada, solo te quiera hacer una pregunta.

O: Sueltalo.

Al: ¿Sabes algo de Elliot? Es que hace días no hablamos y tengo que conversar con él. Sé que te vino a ver.

O: No, hoy no he visto a Elliot. ¿De que tienen que hablar? ¿Cómo sabes que vino a verme?

Al: No te enojes. Tenemos que hablar de unas cosas del caso y lo sé porque según Fin me llamó diciendo que Elliot habló contigo y ya podíamos usar el horario de visitas para verte.

O: Mhh. ¿Él sigue en el caso?

Al: No, por eso quiero hablar con él.

O: Bueno conmigo no ha hablado de eso.

Al: ¿Te molesta?

O: ¿Qué?

Al: Hablar de Elliot.

O: Sí, pero es historia pasada... supongo.

Al: ¿Quieres hablar?

O: No, tienes cosas más importantes que hacer-

Al: No hay nada más importante que hablar con mi amiga.

...

Al: ¿Y él simplemente no respondió y esta mañana desapareció?

O: Cómo lo oyes.

Al: Wow, mira la hora que es. Me tengo que ir. Te adoro. Nos vemos luego.

Olivia le contó la última plática con Elliot y digamos que Alex se había puesto al día. Alex tomó sus cosas y salió corriendo hacia la oficina del fiscal.

Olivia no sabía que hacer en ese cuarto sola, la desaparición la alteró más de lo que pensaba. Prendió en televisor y pasó los canales en busca de algo que la entretuviera.

La primera cita con el psicólogo no fue mala pero tampoco muy productiva. Conversa sobre sus problemas no era su habilidad pero lo intentó ya que de verdad tenía temas que lo sobre pasaban. Su psicólogo, Luis, apartó 2 citas para la siguiente semana. Aparentemente después de eso tendría la aprobación y trabajaría.

Luis notó que, con respecto a lo sucedido en el caso, el único punto que lo afectó fue Olivia pero al conversar con ella, el susto se disipó.

Elliot por más incómoda que fuera la situación con Olivia no dejaría de pasar las noches con ella. Eran las 2 de la mañana cuando cruzó la puerta de su habitación 567, y la vio dormida. Tan hermosa y pacífica.

Cerró la puerta detrás de él. La observó dormir por unos minutos y él pronto la imitó.

Olivia en medio de la noche sintió una incomodidad con la posición en la que estaba y se movió del otro lado. En el proceso abrió los ojos y vio a Elliot dormir. Una pequeña sonrisa la inundó y continuó durmiendo.

Llegada la mañana. Elliot miraba sus correos en lo que esperaba que Olivia despertará. Había traído ropa de su apartamento así que se cambió en el baño y estaba listo para salir pero antes hablaría con ella.

O: Hola, desaparecido —saludo medio dormida.

E: Hola, enojona. ¿Qué? Tú empezaste —respondió al gesto de fastidio y rió.

O: ¿Qué te trae a quedarte, esta mañana?

E: Detente.

O: No prometo nada.

E: Ayer me diste un ultimátum.

O: Lo recuerdo.

E: Te voy a dar mi contra oferta-

O: Espera. No, esto no estaba en debate-

E: ¿Cuando dije que sería un debate?

O: No puedes cambiar solo porque no te gusta.

E: Oh, vamos Olivia. Pusiste las reglas como quisiste y ni siquiera preguntaste. Así que es mi turno y no quiero que hables hasta que termine— advirtió cuando ella quiso hablar.

O: Mhh. Continúa.

E: Vas a quedarte conmigo mientras te recuperas y vamos a ser lo que sea que queramos ser, porque si uno no pone de su parte es su problema y cuando cerremos el caso terminaremos como los buenos compañeros que siempre fuimos y espero que seamos. Ah, y no esta a objeción.

𝐍𝐨 𝐓𝐞 𝐕𝐚𝐲𝐚𝐬 (𝐐𝐮é𝐝𝐚𝐭𝐞 𝐀 𝐌𝐢 𝐋𝐚𝐝𝐨)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora