𝐍𝐨 𝐓𝐞 𝐕𝐚𝐲𝐚𝐬 (𝐐𝐮é𝐝𝐚𝐭𝐞 𝐀 𝐌𝐢 𝐋𝐚𝐝𝐨)

Capítulo XXXIII

Capítulo dedicado a @cote.prd en ig ❤️ espero que te saques una muy buena nota en tu video y que el cap te guste. Gracias por el apoyo, hermosa 🥺💘

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Era tan cómodo, tan perfecto, tan del pasado. Maldita sea, el pasado...

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Elliot se olvidó de todo cuando despertó por la mañana y Olivia no estaba a su costado, así cómo lo recordaba, sintió el lado de la cama contrario y estaba frío cómo ya lo sospechaba. En dónde demonios se había metido Olivia.
Saltó de la cama para buscar algo rápido con que vestirse y salir de los más despreocupado del mundo para no levantar sospechas, pero, Dios, porque tenía que irse sin avisar.

Entonces Elliot encontró algo que funcionaba para salir: un pantalón, sin camisa y una bata a juego con el pantalón. Muy relajado o muy desubicado, pero Manuel tendría que aguantarlo.
Pensó varias veces en abrir esa puerta, un pequeño movimiento definiría su perdición. Lo pensó una vez más y tuvo la grandiosa idea de llamarla, buscó su teléfono por todos los lugares del dormitorio y nada, esto empezaba a parecerle muy sospechosa toda la situación. Sin pensarlo una vez más, abrió la puerta con ímpetu, caminó por los pasillos de esa desconocida casa y conforme se acercaba al final del pasillo unas voces se oían. Espera. ¿Estaba riendo? Caminó más rápido solo para terminar humillado.

Una descripción rápida de la situacion: Él el pijama, ella es un vestido maravilloso, Manuel con un traje elegante y relajado disfrutando de unas pilas coladas que lo refrescaba del caluroso clima así cómo Olivia, tumbada y con una sonrisa en el rostro, ahora ella bebía de un poco de su piña colada para mirarlo con vergüenza.

E: ¡Cariño! Que bueno que ya estás despierto- se acercó a él y lo besó en el cachete cerca de los labios, luego paso por su oreja y dejó un mensaje- ¿Qué tomaste para dormir, idiota? - para luego alejarse y sonreír tal y como lo había hecho hace unos momentos.

Elliot hizo una nota mental con foto en donde se aseguraba que Olivia era muy buena fingiendo felicidad.

M: Te estuvimos esperando y los temas surgieron entre tu esposa y yo. Espero no te moleste.

S: No. No hay ningún problema. Confío en mi esposa - cruzó una mano por la cintura de Olivia y apretó el agarre.

E: Nosotros ya hemos desayunado, cariño. En una media hora nos traerán el almuerzo. Creo que es mejor que te vayas a vestir. -aconsejó separándose discretamente de él para mirarlo a los ojos y transmitir su mensaje. Ira.

S: Por supuesto, amor. Pero necesito que vengas conmigo-

E: Claro, vamos. Manuel disculpa, pero mi esposo me necesita.

M: Claro, claro. Entiendo. Vayan.

Los dos detectives caminaron muy sonrientes, fingiendo tener una amena charla en dirección a su cuarto, pero apenas cruzaron el pasillo y dieron un par de pasos más.

O: ¿Por qué demonios duermes tanto?

E: ¿Te estás escuchando?

O: ¡¿Tomás pastillas, es desde que naciste o que caíste al nacer que necesitas dormir tanto para entrar en razón?!

E: Cálmate.

O: Dos horas, Elliot. Más de dos horas estuve sentada con ese señor, hablando de cosas que nisiquiera entendía. ¿Y tú? Bien, relajado en tu estúpido sueño.

E: ¿Por qué el celular no esta? -preguntó ignorando el arrebato de su compañera.

O: Perfecto. No vas a decir nada. Porqué lo tengo yo. ¿Y sabes qué? Prefiero regresar con Manuel que discurtir con un necio e imbécil como tu. - dio la vuelta y una mano la detuvo.