Capítulo XVII

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E: Somos nosotros—se apuró en decir Elliot acercándose—. ¿Cómo está ella?

Doctor: Soy el doctor Nathan Burns. Bueno, por ahora ya salió de cirugía y está fuera de peligro apesar del impacto en su cabeza y tener anemia...

Al: Espere ¿Tiene anemia?

Doctor: Según la cuenta de glóbulos rojos. Sí, la paciente tiene anemia. La bala no comprometió vasos importantes, aunque la hemorragia nos preocupó mucho, pudimos retirar la bala sin problemas.

E: ¿Cuándo podemos verla, doctor?

Doctor: Ahora está en postoperatorio, con la anemia y el golpe en la cabeza queremos tenerla un tiempo ahí para prevenir infecciones y estar muy pendientes del manejo de la anemia. La paciente se debía sentir débil durante días y con dolores de cabeza, la contusión los va a empeorar. Pero si mañana todo va bien puede que la pasen a una habitación y puedan verla.

F: Gracias, doctor—. El solo asintió y se fue.

Al: ¿Ustedes sabían algo?

A: No se veía cansada... no más de lo normal, pero no la vi comer nada en la estación en estas semanas.

E: De seguro ni ella sabía—lamentaba no estar consciente de lo que pasaba con su compañera. Pudo haberse desmayado en cualquier momento.

F: Ella siempre olvida comer y detesta los hospitales, si lo sabia, no nos lo iba a decir—Todos se quedaron en silencio. Todos se lamentaban lo mismo: no estar pendientes de la persona más importante en sus vidas.

A: Oigan deben irse a dormir, ella no va a despertar esta noche.

E: Yo me voy a quedar, si ustedes quieren pueden irse— dijo en tono molesto.

Me: Yo los llevo, mi auto está afuera—se ofreció Megan y todos asintieron. Se despidieron de Elliot y salieron de ahí.

Elliot seguía sintiéndose culpable de lo que pasaba, sabía que ella no comía, pero nunca le presto atención. Su orgullo fue mayor y la lastimó con sus acciones, no solo una, varias veces...

—Cambiate en el baño.

—¿Qué haces aquí? ¿Pensé que te habías ido?

—Solo cambiate, estás lleno de sangre, Elliot.

—... Gracias, Megan —el tomo la mochila con ropa y fue al baño a cambiarse.

—Mucho mejor—le dio una pequeña sonrisa al verlo salir del baño.

—Sí... ¿Planeas quedarte aquí?

—Si quieres que me vaya me puedo ir, Elliot.

—Megan yo... no quise...

—No te preocupes por mi. Solo asegúrate de comer, mañana debo trabajar y hay que interrogar a Emily. Me tengo que ir solo quería dejarte ropa limpia.

—Lo siento, nunca pregunté. ¿Cómo está Isabella?

—Bien, gracias a Dios. Dame—señaló la mochila— me la llevo—. La tomó y se fue. No quería ser un problema más para Elliot, sabía que Olivia era muy importante para él y conocía la historia, no necesitaban hablar para saber que el quería espacio y ella no iba a insistir.

***

Ya era lunes, Olivia llevaba 4 días en el hospital, salió de postoperatorio el sábado por la mañana y aunque todos pedían verla ella no quería visitas y los  rechazaba. Sabía que Alex, Amanda y Fin habían venido y no esperaba a nadie más.

Tocaron la puerta de su habitación en el hospital— Puede pasar—respondió sin prestar atención.

—Olivia...

—Elliot, ¿Qué haces aquí? ¿No me avisaron que pasarías?

—Les pedí que no me anunciaran.

—No tienes derecho...

—¿Crees que no sé, qué has estado botando a tu visita?—Olivia solo lo miró —¿No piensas responder?

—¿Qué quieres que te diga?

Elliot asintió —¿Como te sientes?

—Bien.

—¿Solo eso?

—Insisto ¿Qué demonios quieres que te diga?

—¡Olivia, te dispararon y tienes anemia! Un simple "bien" no es suficiente.

—No finjas que ahora te importo, Elliot.

—Deja de ser tan dura y háblame, Olivia.

—Me esta empezando a doler la cabeza... será mejor que te vayas. Necesito descansar.

—No Olivia, vamos a hablar, quieras o no.

—Elliot, estoy tratando de ser buena, no me retes—advirtió.

—¿Porque estabas ahí? ¿Cómo llegaste?

—No te lo puedo decir.

—Maldición, Olivia. Desaparesiste durante horas mientras intentábamos encontrar a Isabella, te llamé varías veces y nunca contestaste ni un solo mensaje. Luego llegó a esa casa oigo un disparo y te veo desangradote en el piso y simplemente "no me puedes decir"; "estas bien"—ella se quedó callada—Esta bien, Olivia, no voy a volver— abrió puerta dispuesto a irse.

—No te vayas, Elliot—rogó. El sólo la oyó y no pudo cruzar la puerta, pero tampoco quería voltear.

Regresó a hace unos días mientras Olivia deliraba, le pedía lo mismo; que no se fuera.

Cerró la puerta, muy despacio y luego se apoyo en ella mirando a Olivia, pero mantenía los ojos cerrados. No iba a irse, pero no sabia si quedarse.

—El doctor dice que estoy mejor, la herida de la bala va bien y puede que en menos de una semana esté en casa. La anemia... voy a recibir medicamentos y tomarlos durante un par de semanas hasta que regrese para que revisen la herida y me hagan exámenes. La contusión en mi cabeza sanó, solo lo típicos dolores y náuseas.

—Que bueno...—asintió sin todavía abrir los ojos— ¿Puedo hacer una pregunta?

—No quiero que me vean como un persona débil y lo primero que iban a hacer era regañarme, como lo hiciste tú y yo ya estoy grande para saber que lo que hice esta bien o mal... ¿ahora te puedo hacer una pregunta?—Ella supo que él quería preguntar el por que de no recibir visitas y respondió sin esperar a que la formule.

—Ella está bien, la salvaste. La verdad no se mucho, asuntos internos me ha interrogado los últimos días y no he podido acercarme al caso. Pero Isabella está bien en todos los sentidos—. Olivia sonrió, él seguía leyendole la mente como ella a él.

—No sabe.s cuánto me sana saber eso.

—Lo hubieras sabido hace días si no hubieras rechazado tus visitas—se acercó hasta ella.

—Íbamos tan bien—suspiró.

—¿Qué dijsite?—abrió los ojos con una media sonrisa en su rostro.

—Nada... ¿Tu dijiste algo?

—Aja... Sí, decía que ¿cómo llegaste ahí?—Olivia río —No eres la única que sabe ese juego —sonrió.

—Ya lo noté. ¿Y sabes qué?—el movió su cabeza de lado a lado insinuando que no sabía— No te voy a decir.

Los dos rieron al ver la cara del otro, no necesitaban más palabras solo verse y sonreír. Elliot de casualidad tocó la mano de Olivia y se miraron directamente a los ojos luego de sentir el contacto. Él siguió acariciando su suave mano viendo la reacción que ella tenía a su toque. Ella solo cerró los ojos para profundizar el toque que él le daba.

"Justo como antes", pensaron.

𝐍𝐨 𝐓𝐞 𝐕𝐚𝐲𝐚𝐬 (𝐐𝐮é𝐝𝐚𝐭𝐞 𝐀 𝐌𝐢 𝐋𝐚𝐝𝐨)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora