Capítulo XXXVII

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O: Patrick nunca me tocó, Elliot.

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Elliot no volteó para verla. Estaba más que confundido y preocupantemente estresado. No seguiría jugando su juego.

O: Hace dos meses me fui a protección de testigos. Espero no meterme en problemas por decirte esto sin autorización de los jefes. -se apresuró en decir antes de que Elliot la ahogara en miles de preguntas.

2 meses antes...

Olivia se levantó de la cama después de estar plantada ahí por un par de días. Se sentía muy enferma con un dolor de cabeza que, parecía, le reventaría la cabeza y se sentía sucia. Sucia en el sentido literal, después de no bañarse en esos dos días en cama. Casi no había comido, tal vez una que otra galleta y eso estaba dándole una mala pasada a su sistema.

Corrió al baño a su izquierda con desesperación. No quería vomitar en su cama, no quería limpiar luego. Tuvo suerte de llegar al baño antes de que sucediera, juraría que un segundo más y tendría mucho que limpiar.

Olivia estaba consiente del cuadro depresivo por el que estaba, pero esa no era su preocupación... ¿Porqué lo tenía? ¿Porqué tenía un cuadro depresivo si no le había pasado nada? Nada aparte de que su vida estaba al revés, pero eso no era novedad. Posiblemente el peso que cargó en su espalda durante tantos años empezaban a causar un efecto maligno en ella.

Después de vomitar se cepilló los dientes e hizo gárgaras con el enjuague bucal de menta que tenía el baño. No tardó mucho en coger su teléfono y hacer una llamada.

Estaba enferma y necesitaba ayuda.

Presente...

Por la cabeza de Elliot había cruzado un embarazo, pero Olivia no tardó en quitarle esa duda cómo si leyera su mente.

-No estoy embarazada. Digamos que el estrés, la tensión, el enojo- dijo la última con un énfasis que Elliot no pasó por alto -, hicieron que me enfermara. Cogí una especie de virus. Me recuperé a la siguiente semana con medicamentos y... bueno, medicamentos.

-¿Porqué me cuentas esto?

-Pensé que merecías la historia completa, pero puedo pasar a los preliminares si deseas. -Elliot agachó la cabeza en signo de negación y dejó que continuara. -Todo fue un plan, Elliot. Yo conozco a Patrick y él estaba en esa fiesta, el caso estaba en juego y era por mi culpa. Lo tuve que solucionar de una manera desesperada. Hice que el fuera al cuarto conmigo, nos besamos y luego lo golpeé. No se me ocurrió mejor idea que fingir un abuso. Sé que suena horrible, yo me despciono de mí misma, no necesito tus lamentos; y no tuve opción. Todo salió cómo lo pensé, pero sabía que me costaría, fingir un abuso no era parte del plan original fue una mera improvisación que nos pudo costar todo el caso... Pero no podía dejar que se enteraran quién era, tendría una deuda más grande qué la que tendría con policía. Así que la tomé. De verdad lamento haberte hecho pasar por todo esto.... Elliot.

(...)

Llevaba tres semanas en esa casa. Era un jueves muy oscuro y Olivia se encontraba otra vez en la misma situación: Llamar a Elliot. Llamarlo y decirle que fuera por ella y que la llevara a cualquier lugar, sólo quería estar con él y que la abrazara. De algún modo estar tanto tiempo sola hizo que se diera cuenta de muchas cosas y que empezara a aceptar lo que sucedió en su pasado. Elliot fue una de esas cosas. Se había dado el permiso de llorarle a su relación con él. De sentir que su mundo se caía a pedazos y ahora peor, porque él estaba ahí y era el único que podía ayudarla a construirlo y aún así lo alejaba cada día más. Se estaba saboteando ella misma y no sabía que hacer.

Derrepente se encontraba con el número de Elliot marcado, sólo debía presionar un botón y, en el mejor de los casos, en algunas horas lo tendría cerca a ella y le diría todo. Absolutamente todo. Pero lo pensó tanto tiempo que terminó borrando el número marcado por quinceava vez. No era tan capaz, ni tan fácil cómo se lo imaginaba.

Días después esa necesidad de llamarlo empezaba a desaparecer. Haber sido obligada a tomar terapia en el confinamiento en el que se encontraba, había ayudado. Ahora reconocía que la única que podía rehacer su mundo era ella. Y nadie más.

De igual manera el sentimiento sobre Elliot no se había ido, no se fue antes y no se iría después. Todavía lo amaba. Puede que no en la misma intensidad pero no podía ser culpada, después de todo, ella también salió herida de ahí. Todavía meditaba si algún día lo diría en voz alta, o mejor dicho, se lo diría a Elliot, pero no sabía que hacer al respecto.

(...)

-Elliot. -volvió a llamar Olivia.

-Te estoy escuchando. -y no mentía, pero él todavía estaba procesando la información que Olivia le había brindado. Ahora le encontraba más sentido a las cosas, eso no significaba que las aceptaba. Pero era el momento de Olivia para hablar y no lo interrumpiría.

-Bueno... Tuve que tomar terapia, citas con el psicólogo y esas cosas. Pasé un mes y una semanas ahí. Luego, cómo sabrás, regresé, y me dieron mi sanción. Papeleo y como seguía en terapia me dieron a elegir entre casa o precinto y, me disculparás, pero ese no era le momento de tener esta charla. No estaba lista. El resto ya lo sabes.

Olivia pensaba en todo el tiempo que había pasado en esa casa de playa y las cosas que había experimentado, literalmente ir a aquel lugar hizo que su mente se ordenara y encontrara un espacio mental limpio, un lugar en donde se sentía segura consigo misma. En ese momento sólo lamentaba no haber disfrutado tanto del mar cómo le hubiera gustado.

-Gracias. -habló Elliot después de un largo silecio. Se demoraba en procesar lo que había oído. -No pensé que necesitaba oírlo antes de que lo dijeras. Realmente me ayudó. Ahora entiendo algunas cosas y... Gracias. -Olivia no sabía que decir ante eso, pero verlo seguir su camino en dirección a la puerta la asustó de manera extraña.

-¿A dónde vas?

-Tengo un vuelo a San Francisco el cuál tomar.

-¿Pero, cómo? -dijo muy confundida y la tristesa se podía sentir en cada palabra que salía de su boca.

-Ya no es necesario que esté aquí, mis servicios no son necesitados y en California hay gente que me espera.

Silencio.

-¿Que pasa si yo te necesito? -un «no te vayas, quédate a mi lado» resonaba en su cabeza.

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AAAAAAAAAAAA ESO FUE FUERTE. No solo el final, sino el hecho de que lo escribí todo en dos horas jajaja. Ahora puedo decirles que el momento bensler ha llegado y les doy el permiso de gritar jajaja fue un capítulo algo corto pero era lo que necesitaba para decir lo que tenía planeado ❤‍🩹 Feliz lunes

~Soph <3

𝐍𝐨 𝐓𝐞 𝐕𝐚𝐲𝐚𝐬 (𝐐𝐮é𝐝𝐚𝐭𝐞 𝐀 𝐌𝐢 𝐋𝐚𝐝𝐨)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora