8

786 151 51
                                    

La música resonaba por el salón de baile, en los espejos se reflejaban dos figuras estilizadas que parecían hechas el uno para el otro.

El Cisne Blanco bailaba con gracia gentil y en su mirada era obvio el sentimiento de amor hacia el príncipe Sigfrido quien parecía estar dispuesto a su rescate del malvado brujo y de la bella y despiadada Odile.

El Cisne Blanco extendió sus alas con majestuosidad y se lanzó sin dudar a su amor inocente quien lo atrapó en los aires. Ambos se miraron fijamente mientras sus corazones se sincronizaba en un mismo latir, Oikawa lo bajó con delicadeza y cada poro de su piel expresaba una pasión desmedida, una pasión que sólo la despertaba el peligris.

Era el último ensayo del día, Iwaizumi como de costumbre había ido a observar el avance de esa escena en específico. La pareja de bailarines tenían una excelente química, era imposible no darse cuenta de lo que había entre su estudiante y el pedazo de zoquete de su primo. Se miraban con tanta intensidad que más de uno de los estudiantes estaban asombrados por el hecho de que tanto Oikawa como Sugawara se había metido en el papel y reencarnaban una historia rusa de un trágico amor.

—El productor es lo máximo— un bailarín de estatura baja y cabellera rebelde naranja comentó con total admiración —Y Sugawara-senpai parece todo un profesional, se acoplan tan bien— volvió a comentar.

Ese comentario llegó a los oídos de Hajime quien chasqueo la lengua y frunció el ceño con molestia

El productor es un pedazo de mierda...

Eso fue lo que pensó Iwaizumi y es que no habría que ser adivino para saber las intenciones del castaño con su joven estudiante, no, Iwaizumi no era ningún idiota.

Los ojos chocolate de Oikawa miraban casi con devoción toda la figura de Sugawara, sinceramente no podría creer que alguien tan bello guardara tanta pasión, era abrumador y su corazón parecía explotar.

El Cisne Blanco salió de escena, dándole el paso al Cisne Negro de hacer una entrada llena de poder y altanería, sus movimientos eran fuertes y certeros, robaban el aliento a quien lo mirase

—Kageyama y Oikawa-san hacen una muy buena pareja— comentó de nueva cuenta Hinata quien los miraba con una mano en el pecho y los ojos afligidos mientras Sugawara fruncía el ceño ante tal percepción.

Oikawa sonrió con burla mientras seguía a Kageyama en sincronía y ambos bailaban al son del otro. La tensión era palpable, pero no era cualquier tipo de tensión, era una donde se podía apreciar las ganas de querer superar y aplastar al otro.

Tooru tomó del antebrazo al pelinegro y lo acercó a él mientras con la mano disponible acariciaba su rostro y la música del acto terminaba. Su rostro tenía una sonrisa petulante y llena de soberbia mientras que el Cisne Negro mantenía el entrecejo fruncido y un leve sonrojo adornaba sus mejillas.

—Necesitas modales— Oikawa susurró cerca de su oído y lo soltó alejándose de Odile para darle la cara a los demás estudiantes presentes quienes aplaudían llenos de euforia 

Hajime se acercó a su primo y puso un brazo alrededor de sus hombros mientras los estudiantes se reunían a su alrededor

—Eso ha sido todo por hoy, pronto podremos juntar las escenas— comentó Iwaizumi con voz seria mientras todos escuchaban atentamente —Pueden ir a sus casas, nos vemos mañana—

Los estudiantes dieron media vuelta para dirigirse a los vestidores a cambiarse e ir por sus cosas. Tooru hizo amago de irse también, pero fue detenido por el moreno

—¿A dónde vas Trashkawa?— el tono de Hajime había cambiado a uno más severo

—A casa, bueno en realidad primero vaya por un trago para relajarme y después no sé... Que pase lo que tenga que pasar— comentó inocentemente el castaño mientras se encogía de hombros con despreocupación

—No me quieras engañar idiota, ¿Crees que no me di cuenta de la forma en que miras a mi estudiante?— lo tomó del cuello de la playera con amenaza —Solo lo quieres para tu beneficio ¿No es cierto? ¿Por eso le diste el papel para acercarte más a él? Eres una basura—

Oikawa se jaloneo y se soltó del agarre del pelinegro que estaba a la defensiva

—Estas equivocado si crees que le di el papel porque solo quiero acostarme con él— bramó Tooru —Espera un momento... ¿Dudas de su talento? —eso pareció haber encendido la ira del castaño —Pensé que estaba claro que no había mejor persona que él para el papel ¿Lo has visto? Volará igual que un Cisne y si para eso necesito quedar como un aprovechado lo haré, porque quiero verlo crecer— dictaminó con decisión el productor

—Los bailarines tienen un corazón frágil— volvió a decir Iwaizumi suavizando su voz —Temo que se lo rompas o en su defecto tu acabes destruyendote de nuevo—

—Eso no pasará Iwa-chan, ya no más— susurró Oikawa con melancolía —Y...yo no quiero a Sugawara sólo para una noche, me siento a sus pies, estoy encandilado desde hace mucho tiempo y a veces me asusta. Pero también quiero darle todo a él ¿Me entiendes?—

—Manten esto fuera de la Academia — ordenó Hajime —Y si le entero de un escándalo tuyo con la prensa yo mismo te castrare— amenazó

—Ay, eso ya tiene tiempo— Tooru hizo un ademan restándole importancia— además yo no hice nada. Ella fue la que me difamó por haberla rechazado— bufó mientras hacía un puchero y volteaba a ver a la puerta encontrándose con un par de tímidos ojos avellana quien parecía que había escuchado esa larga conversación entre él y su primo

Oh no

Creo que necesitas algunas explicaciones— Koushi asintió levemente mientras bajaba la mirada al suelo —Te las daré camino a casa—

Oikawa se despidió de Hajime y se dirigió a Sugawara quien parecía muy renuente a su presencia y apretaba con fuerza los tirantes de la maleta. Tooru lo miró y casi se le estrujó el corazón

¿Qué me estás haciendo Sugawara Koushi?


N/a

Iiiiih pues la verdad esq me dió un golpe de inspiración específicamente para esta historia, así que no crean que me he olvidado de la otra. Espero que les vaya gustando y preparando pq el dramon se nos viene

CisneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora