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Los primeros rayos del sol entraron entre las persianas dándole ligeramente en los ojos al peligris quien abrió los ojos con lentitud y letargia, había sido una noche algo agitada y su entrega le había costado toda su energía vital , volteo encontrándose con el castaño quien seguía profundamente dormido, se veía tan atractivo y guapo que sonrió sin darse cuenta. Sus ojos recorrieron esa silueta hasta llegar a su espalda desnuda observando los rasguños que había en ella y eso le apenó tanto que su rostro enrojeció.

Salió con cuidado de la cama para no despertar a Tooru y buscó el suéter café que estaba tirado en el suelo, se agachó y sintió un ligero dolor en sus caderas prueba de la salvaje prueba de amor. Hizo un ligero mohin y se puso el suéter ocultando la mayoría de las marcas que los labios del productor había dejado en su cuerpo.

Lo había marcado y él también lo había hecho.

Se colocó unos pants grises y salió de la habitación para dejar a Oikawa descansar, sabía que había tenido un día cansado la noche anterior y aún así se le entregó de una forma total y completa.

Las piernas le temblaban un poco, aún no podía creer todo lo que había pasado tan sólo algunas horas atrás. Se dirigió a la cocina en busca de algo para desayunar encontrándose con la sorpresa de que no había proviciones así que decidió salir a la tienda más cercana a comprar algo para ambos.

Caminó algunas cuantas cuadras hasta que llegó a una cafetería, sus pasos eran cortos y algo torpes, pero estaba feliz y contento. Llegó al mostrador y pidió dos cafés y una orden de panques para llevar, pago y se dió la vuelta encontrándose con alguien inesperado

—Buen día Kageyama— saludó con cortesía

—No pensé que vivieras por aquí— contestó el contrario con el entrecejo fruncido

—Ouh, no. No vivo por aquí— Suga comentó con una sonrisa —Estoy de visita—

—Veo que fue una buena noche— Kageyama señaló una de las marcas en su cuello y eso coloreo las mejillas del peligris —No eres tan inocente como aparentas— lo vio de arriba abajo y su vista se detuvo en el suéter que llevaba puesto, se le hacía conocido y sentía que ya lo había visto con anterioridad.

—Y...yo— Koushi estaba tan apenado y abochornado —Fue... Nuestra primera noche— admitió

—¿Entonces estás en la casa de tu novio?— cuestionó con interés el Cisne Negro mientras seguía buscando en sus memorias el recuerdo del suéter y por fin encontró la respuesta.

Era de Oikawa

Todo empezaba a tener sentido, las marcas, el suéter, el lugar. Ellos aún seguían juntos y el castaño ya lo había tomado, lo habia hecho suyo y apostaba a que había sido bastante dulce con él, el sólo hecho de pensarlo lo hacía rabiar ¿Por que tenía que ser él? ¿Por qué?

—Sí— contestó —Bueno, debo irme. Seguro ya habrá despertado y estará preocupado— hizo una ligera reverencia en forma de despedida

— ¿Es bailarín? — sacó de la nada —¿Va a la Academia?— esas preguntas confundieron al platinado

— Sí, pero no va a la Academia— mintió, sabía que no podía ir por el mundo divulgando su relación

Sí claro. Era obvio que estaba saliendo con el productor y enfureció al Cisne Negro

— Bueno debo retirarme. Te veo el lunes Kageyama— sonrió y se despidió mientras salía de la cafetería y regresaba a la casa del castaño.

Subió con dirección a la habitación y sonrió al mirar a Tooru dormido, se acercó y acarició con suavidad su mejilla mientras colocaba el café y los panques en el buró

—Buenos días— susurró el peligris mientras el mayor se removía en la cama

—Buenos días bello Cisne—  sonrió con la voz ronca

—Traje el desayuno—

Oikawa se enderezó mientras se sentaba en la cama para ver de mejor manera al bailarín. Sugawara sacó los panques y los puso en medio de los dos y le daba una mordida al mismo

—Me encanta que me hayas marcado como tuyo— comentó con la boca llena haciendo referencia a los arañones en su espalda

—¿Que clase de conversación es esta en el desayuno?— Koushi soltó una carcajada totalmente descolocado

—Una normal— Oikawa se acercó y le robó un beso al Cisne Blanco —Quiero que sepas todos los días que soy tuyo y cuando las marcas se borren quiero que me hagas nuevas, quiero que el mundo sepa que tengo dueño. Ya no quiero que la gente piense que soy un sinvergüenza— hizo una pausa — Pero no puedo hacerlo solo, por favor quédate conmigo— Tooru estaba abriendo su corazón, estaba siendo sincero por primera vez en mucho tiempo

—Me quedaré contigo — confirmo el peligris —Porque quiero estar contigo— tomó las manos del castaño y entrelazó sus dedos —De verdad lo quiero —

—Ven a vivir conmigo— dijo con rapidez mientras lo miraba fijamente a los ojos —No quiero tener que despedirme de ti, no quiero decirte adiós ¿Qué dices? ¿Quieres vivir conmigo?

N/a

Aaaaaaah últimamente me siento inspirada justo para esta historia jdkhaj. Disfruten de mis golpes motivacionales👀

Los tqm ❤️

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