Capítulo Dieciséis: ¡Bienvenida al mundo de los raros!

40.9K 5.6K 7K
                                    


Capítulo Dieciséis: ¡Bienvenida al mundo de los raros!

Shaina.


Estoy mordiéndome el labio con demasiada fuerza mientras veo el teléfono sobre la mesita de noche. Quiero llamarlo, deseo hacerlo y quiero hacer otras cosas...Quiero ser mala y quiero serlo con Anders.

Ayer él me vio en un momento vergonzoso con una de mis estúpidas crisis y aun así me dio el dibujo y parece esperar por mí, no lo entiendo, pero tal vez en lugar de menospreciarme debería comenzar a entender que quizá tengo derecho legítimo a tener buenos momentos, a gustarle a alguien que me gusta.

¡Oh, Dios! Él me gusta. Llevándome las manos al cabello hago una cosa tonta y ajena a mí cómo saltar y sonreír. Me gusta alguien y tal vez...Le gusto también o eso estoy entendiendo con sus dibujos.

No es la primera vez que me gusta alguien. Hace tres años me gusto un chico y le gusté, solo que supongo que nos gustamos para cosas diferentes. Mientras yo hiperventilaba con la emoción de no sentirme rara y finalmente hacer algo tan normal cómo tener unas pocas citas, alguien que entendiera mis problemas y que me dijera que era la más bonita incluso si no me lo creía; él estaba más interesado en tener sexo.

Fui cómo esa chica de los libros que utilizan, le arranca las bragas y la dejan. Lo disimuló un poco al principio. Mi incomodidad tras tener relaciones sexuales con él era evidente, pero la suya era palpable. Mis eternas novelas de dramas y romance me prepararon para no engañarme y saber que él solo quiso tener sexo y que ni siquiera le había parecido tan bueno como para seguir. Sintiéndome vacía, incómoda, estúpida y deprimida, le envié un mensaje de texto terminando las cosas porque me daba ansiedad solo pensar en una confrontación en persona. No me respondió, pero tampoco lo vi de nuevo.

No fue un noviazgo o una relación. Solo fui yo esforzándome demasiado en querer ser normal y actuar cómo muchas chicas. Era yo creyéndome las intenciones de un chico agradable que quería una conquista y no una novia. Incluso era yo teniendo pocas citas a escondidas de mi mamá con un chico que ni siquiera me gustaba lo suficiente, con un chico que me obligué a que me gustara.

Pensar en ello trae un bajón terrible de ánimos y un poco de autodesprecio, nada nuevo, pero sí bastante molesto. No debería pensar en ello, con Anders se siente diferente. Los libros me han preparado – al menos la mayoría – para entender que no es amor, para entender que es atracción y ¿Deseo? Algo oscuro llamándome por conocerlo, por dejarlo conocerme y lo más destacable: no me obligo a que me guste, me atrae de manera genuina incluso si parece ser una persona llena de infinitas incógnitas que me asustan, pero que quiero descubrir.

Hay algo inherentemente peligroso en seguir a una persona que despierta un deseo perverso dentro de ti sobre ser mala, pero hay algo liberador sobre finalmente estar preparada para asomarte al vacío y dejar ir muchas cosas que reprimías o temías decir en voz alta por temor a ser juzgada. Deseos, pensamientos, miedos, creencias, opiniones e incluso fantasías... ¿Es Anders la persona para ello? No lo sé, pero estoy en una especie de valentía inducida en donde quiero correr un riesgo en donde solo él y yo lo sabremos.

Estirando la mano, tomo el teléfono y le escribo a la persona a la que hace un mes no hubiese pensado que acudiría para un consejo, aunque puedo intuir lo que me dirá. Azhar no me responde, en lugar de ello, me llama.

— ¿Hola? —digo en voz baja, sorprendida por este cambio en nuestra relación.

—Hola, Princess Shaina —dice con entusiasmo—. Disculpa, pero tu mensaje requiere una llamada.

» "¿Llamarías a alguien que no conoces, pero te gusta?" —Repite mi alocado mensaje—. Dame contexto.

Permanezco en silencio, algo aturdida porque todavía no me adapto a toda esta cercanía que parece desear tener conmigo. Cuando dice mi nombre salgo del estupor y me recuerdo que se supone quiero ser algo más social y un poco más arriesgada.

El Rostro de una MentiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora