Annie ya no será la chica mala.
Sujeto número uno: Odette Lerman.
Ella me ve, llora y llora.
Está implorándome, pero eso nunca importa, sin embargo me gusta escuchar.
Me gustan las suplicas casi tanto como los gritos.
Me gustan porque quiere decir que hay dolor y que ese dolor no es mío.
Me gusta porque es en lo que me dicen en que soy buena.
Me dicen que nací para causar dolor y caos, que es mi destino, que es quién soy.
Cuando lo hago bien, él sonríe y es feliz, él me dice que me necesita, que sin mí está incompleto.
Me dice que soy perfecta, no cómo número dos que no sigue las pautas y siempre es impredecible.
Hago lo que se me pide y en el camino lo disfruto.
Ayudo al medio ambiente cuando alimento a los cocodrilos y limpio al mundo de personas inservibles para que sea un lugar mejor y habitable. Estoy haciendo un bien de una manera que se ve mal.
Pero nací para esto, me lo han dicho.
Puedo ser la mejor, me lo repiten.
Y cuando tengan suficiente dicen que podré irme, seré libre y entonces podré limpiar al mundo bajo mis criterios.
Podré hacer sangrar a quién elija, podré ir a tantos lugares a eliminar personas que será hermoso, idóneo, místico.
Cómo a Annie. Annie no debe morir, no es mi trabajo, pero su rostro no salía de mi mente.
No sé por qué la conozco, no sé por qué la odio, pero escucharla gritar de dolor y miedo, me satisface, me hace feliz.
—Shaina, por favor...
Giro hacia Denzel, a quién llaman sujeto número tres y él me devuelve la mirada sonriendo.
Siempre es feliz de verme, siempre dice que no puede vivir sin mí, que soy su otra mitad, habla de tonterías de almas gemelas y a mí me sirve, porque él dice tener el control y ser el alfa, pero yo seré la alfa, solo que no lo sabe.
Me es útil, me hace sentir bien, me da placer y asesina de manera hermosa, pero no es mi alma gemela, yo estoy completa. Yo soy perfecta.
—¿Por qué sigue llamándome así? —Le pregunto.
—Porque todos son estúpidos antes de morir —Me responde antes de inclinarse hacia adelante y ver el pozo.
»Tus bebés tienen hambre, deberías darles de comer ahora.
Siempre sigo órdenes, es molesto, pero por ahora sirve.
—Shaina, por favor —suplica Annie.
Es un desastre de sangre, moretones, moco y orina. Es patética y tan inferior.
Sus manos ensangrentadas sin uñas y sucias me agarran el tobillo, aferrándose a una compasión que no poseo.
—Deja de llamarme así —Me sacudo el pie, pero no me suelta.
—Lo siento mucho, perdóname, no volveré a molestarte, no se lo diré a nadie, lo prometo.
Veo alrededor y me molesta que Conrad esté golpeando a la sujeto número dos que una vez más no quiso hacer nada, no escucho lo que ella le dice, pero lo hace enojar todavía más, sin embargo es un error que la haga enojar.
Tal vez Conrad también muera hoy y mis cocodrilos tengan más cómida, aunque les gusta más comerlos vivos.
—Shaina...—Vuelve la voz molesta de Annie.
—Shaina no existe —dice Denzel—. Shaina no está aquí.
—¡Ella es Shaina! Por favor déjame ir...
Alzando el pie le golpeo la mandíbula haciendo que cruja y que me suelte, le sonrío mientras ella grita.
—Levántala —le ordeno a Denzel.
Cómo un perro faldero hace lo que le pido y luego tomo los antebrazos de esta patética ser humano que por alguna razón deseo ver morir y sufrir.
La giro y hago retroceder hasta que su espalda golpea los barrotes del profundo estanque de cocodrilos. Escucho los chapoteos de mis mascotas, mis amigos, saben que van a comer.
Annie lloriquea, ruega, se estremece y de nuevo se orina, demostrándome cuán inferior es y cómo el mundo estará mejor sin ella.
Le doy un beso en la comisura de la boca ante de dirigir mis labios a su oreja para susurrar:
—Grita fuerte, quiero ser capaz de escuchar cada segundo de tu dolor. Es tu final, Annie.
Le sonrío y la empujo, ella grita, pero no tan fuerte y desgarrador cómo cuando los cocodrilos se alimentan de ella estando viva.
Me inclino hacia adelante viendo solo chapoteos y algunos movimientos, entonces pienso en dos palabras: «Crocodrile Woman». Alguien me llamó así y me gusta, no quiero matar ese alguien, aun no sé quién es, pero lo encontraré y será mío, es mío.
Sujeto número dos grita llena de ira y volteo para verla golpeando sin control a Conrad, gritándole que no la toque. Me gusta cuando ella reacciona, cuando sus emociones explotan y actúan.
Me quedo de pie viendo a sujeto número dos tomar el cuchillo que Conrad sostenía mientras lo apuñala una y otra vez. Le apuñala el cráneo hasta que el cabello rubio del ahora difunto se vuelve carmesí al igual que muchas partes del cuerpo de ella.
Ella lo vuelve una masilla irreconocible y por último le saca los ojos mientras jadeas y susurra "no me toques" una y otra vez.
—Le dije que no la hiciera enojar —murmuro.
Se enojarán con ella por haber asesinado a un soldado, pero a mí me hace feliz porque ella es fuerte y los fuertes sobreviven, los débiles deben morir.
Turbio, pero necesario, ahí tienen a un sujeto hablándole y nada más y nada menos que la número uno jejeje que limpiará al mundo dice.
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Espero les guste.
Un beso.
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El Rostro de una Mentira
Mystery / ThrillerEn un país multicultural cómo Australia, en un día puedes toparte con más de mil rostros y diversas personalidades, pero es en la ciudad de Sydney donde cuatro personalidades colisionan en una gran mentira y es esta ciudad la que se encuentra siendo...