Capítulo Cuarenta y Seis: bajarse del barco

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Capítulo Cuarenta y Seis: bajarse del barco

Odette


El hijo de puta de Denzel le disparó a traición.

Lo ha matado en brazos de Azhar para hacerlo más personal.

Camino hacia las escaleras y miro el desastre de rostro y cabeza de Leonid Walsh. Azhar apenas parpadea, no emite ningún sonido mientras lo mira en silencio y lo sostiene.

Esto no debía pasar.

¡No debía haber ningún puto error!

El rostro de mi gemela está cubierto de tanta sangre y sesos que no queda espacio de piel limpio mientras las lágrimas dejan trazos más claros al correr por su rostro. Su boca tiene una expresión plana con las comisuras hacia abajo y sus pupilas están dilatadas.

Se está perdiendo.

—¿Qué hiciste? —Le grito a Denzel que me sonríe.

—Tenías razón, ya no lo necesitábamos. Te tengo, cariño.

No hay manera de explicarle una vez más que no me tiene ni me tendrá.

Sabía que Marissa traería a Leonid, André supo la información está mañana y se supone Azhar pensaría que él era parte de esto durante segundos, luego conseguiría sacarlo y canalizar toda esa ira y...

Bueno, no salió así y la única persona inocente en este lugar está muerto en brazos de mi gemela que parece una estatua viviente.

Marissa no sabía que Leonid era un señuelo de los Fischer, era una mujer con gustos perversos en mujeres y hombres esclavizados, mayores de edad, pero nunca hubiese sometido a Leonid a una muerte, de una manera retorcida lo amaba y admiraba.

Los Fischer trajeron a Leonid como un señuelo para Azhar, no se esperaban que ella viniera acompañada y liberada, lista para ser lo que ellos siempre quisieron crear. La subestimaron como lo han hecho desde que era solo una bebé.

—No puedo lidiar contigo en este momento, Denzel —digo.

Y para mi fortuna, Atlas consigue llegar atrás por una de las ventanas del primer piso y corre hacia él, clavándole la jeringa con el tranquilizante en el cuello.

—Teníamos este encuentro pendiente, hijo de puta —Le hace saber Atlas—. Finalmente. Austria te espera.

Denzel intenta luchar, pero el tranquilizante puede más y queda inconsciente.

El peor error de Denzel siempre ha sido enfocarse demasiado en mí. Cuando sus ojos me buscan, descuida sus alrededores y eso es algo con lo que contábamos para contenerlo.

Atlas mira el cuerpo de Priscila, me mira a mí y luego a Azhar sosteniendo a Leonid.

—No era parte del plan —Me recuerda.

Azhar alza la mirada para clavarla en él y hay demasiadas emociones en su mirada antes de volver a Leonid.

—Es hora de irse ¡Están en camino! André no puede distraerlos más —grita Jay entrando con un trote rápido—. ¡Guau! ¡Qué matanza! Espeluznante, una autentica película de terror.

Un Golden retriever en todo momento.

Con un pie mueve algunos cuerpos y hace una mueca.

—Pisé un ojo... ¿Qué carajos? ¿A Priscila le arrancaron las cuerdas vocales? —pregunta—. En fin, debemos irnos. Solo tenemos cinco minutos para salir la ventana del final ¿Puedes con el peso de Denzel, Atlas?

La respuesta de Atlas es alzarlo y comenzar a alejarse para salir.

—Azhar, debemos irnos —Le digo y no me responde.

Intento tocarla y me empuja.

—Vete. No quiero verte en este momento —dice con voz amenazante—. Déjame sola ¡Váyanse todos! Váyanse con su brillante plan y métanselo en el culo.

—Vamos, Azhar —La insta Jay intentando levantarla y lo empuja—. ¡Tenemos como tres minutos!

Intentamos entre los dos movilizarla, pero enloquece volviéndose emocional e irracional y cuando consigue dos cuchillos Jay retrocede tomándome de la muñeca.

—No puedo dejarla —mascullo.

—Debes hacerlo. Si estás adentro no puedes sacarla.

Tiene sentido, pero ¿Abandonar a Azhar? Se supone que este es nuestro momento.

No más sujetos.

Se trata de nosotras siendo libres y tomando nuestras decisiones.

—Azhar ven —insisto y por un momento puedo saborear un «por favor» queriendo escapar de mí.

Azhar no lo hace y escucho pasos acercándose.

—Viene la pelirroja con un equipo. Odette ¡Debemos irnos, ahora! —sisea Jay tirando de mi muñeca.

—Volveré por ti —Le digo a Azhar—. Lo juro, volveré por ti.

Jay tira de mi muñeca haciéndome subir las escaleras y me obliga a no mirar atrás porque si lo hago, me quedaré con ella y estaremos en el punto de partida de nuestra historia en donde ambas somos dos extrañas manipuladas al antojo de terceros.

Dejarla me hace saber que toda mi palabrería tiene un profundo fallo porque se siente... mal, extraño, ajeno e incomprensible dejarla con el cuerpo de Leonid a tan solo minutos de la llegada de los Fischer.

Jay me ayuda a saltar por la ventana porque estoy distraída y luego él lo hace. Me detengo.

—No. Debo volver por Azhar —digo—. Avanza. Yo veré cómo sacarnos de ahí. Debo volver por ella.

—Odette, vamos.

—Tengo que volver por ella. Es fuerte, pero son demasiados.

—¿Odette?

Es André, acercándose a nosotros y dándole un asentimiento a Jay que se marcha.

André llega hasta mí y me da un repaso rápido. Sé que luzco como un desastre, pero más allá de puñetazos y cortes superficiales estoy perfecta.

—André, Denzel asesinó a Leonid y Azhar están en algún raro limbo sobre ello. Debemos volver por ella, solo tienes que ayudarme a subir ¿Lo entiendes? Sé que es raro porque no la percibo como mi hermana, pero creo que sí me importa un poco porque intento irme y no puedo. Es fuerte, pero ¿Cuánto maltratos puede soportar incluso un experimento torturado para rendirse?

—Odette, calma, respira —Me atrae hacia su cuerpo—. Te entiendo.

Asiento, respirando hondo, sin entender algunas de mis emociones en este momento, como si una represa se hubiese abierto y se desbordara.

—Vamos o podría ser demasiado tarde ¿Tienes armas? Solo conservo el cuchillo y... ¿André?

—Lo siento, pero si volvemos no podremos salvarla. Nos necesita afuera, para sacarla de ahí.

—No hagas esto porque no te perdonaré —susurro.

—Está bien, amor. Lo solucionaremos —Me promete, cargándome cuando mi cuerpo cae inerte, pero consciente en sus brazos porque me inyectó algo.

Una lágrima que no comprendo rueda por mi mejilla mientras nos alejamos de la casa y dejamos a mi hermana gemela adentro.

Pienso en que una vez más estamos separadas.

Pero no olvidadas.


Helloooo, cómo se van sintiendo sobre todo este desenlace? Aún falta. Así que mantengan esos corazones latiendo.

Siempre supimos que sería un final caótico, así que podemos con esto.

El Rostro de una MentiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora