_____ Stark, la hija del famoso genio multimillonario más reelevante en los últimos tiempos se ha mudado a un departamento ubicado en Queens por órdenes de su padre para mantener un perfil bajo y evitar atentados contra ella mientras pasa todo el pr...
Sabía que tal vez no había sido la mejor forma de reprender a _______, ni mucho menos el manejo correcto de la situación. No pude evitar sentirme culpable después de lo que hice, no sabía exactamente cómo ponerle límites cuándo se portaba mal o me hacía enfadar. Detestaba el hecho de tener que ser un padre que educara, prefería ser el padre sobreprotector que le cumplía todos los caprichos que su hija deseara.
Entré de nuevo a la habitación, cerré la puerta y cerré los ojos un momento, el arranque de furia de hace algunos minutos atrás en el pasillo no dejaba de darme vueltas por la cabeza, en especial al recordar cómo los ojos de mi hija se llenaron de lágrimas que trató a toda costa de no soltar mientras me veía tratando de hacerse la fuerte.
Ahora que lo pensaba, jamás le había levantado la mano antes, ni siquiera la voz por más terribles que fueran sus berrinches, eso me hizo sentirme aún mucho peor.
Recogí el retrato de Gina para dejarlo esta vez en la mesa de noche. El cristal del marco se había estrellado así que era probable que debiera conseguir otro antes de siquiera pensar en colgarlo de nuevo en la pared.
Por la noche, escuché que golpeaban la puerta y un momento creí que era _____ o Happy con más malas noticias.
Me acerqué a la puerta y abrí sólo para encontrarme con el Capipaleta del otro lado del umbral.
—Ah, Rogers —me alejé de la puerta para volver a acercarme al computador a continuar revisando las ofertas de apartamentos—, ¿Qué ocurre?, ¿seguiremos discutiendo nuevamente los acuerdos? Puedo pedir una pizza para al menos no discutir con el estómago vacío.
—No, Tony...
—A tu edad seguro discutir con el estómago vacío debe ser un horror.