Atentado III: La confianza de Tony

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||•|| ______ Stark ||•||

Apenas salí de su departamento, tomé un taxi y le di la dirección que estaba en la tarjeta que mi "abuela" me había dado para contactarla.

Aquella dirección estaba cerca de Queens, al menos no debía ir tan lejos. Cuando llegamos, pude ver una casa enorme, a lo que revisé una vez más la dirección y al corroborarla pagué al taxista antes de bajar y dirigirme a la puerta.

Al estar ahí, toqué el timbre con algo de nervios mientras miraba nuevamente la tarjeta. Esta vez abrieron la puerta una mujer con el típico traje de empleada doméstica y cuando nos vimos sonrió amablemente.

—Buenos días, ¿En qué puedo servirle, señorita?

—Hola, busco a la doctora Melody —le comenté y ella asintió haciéndome pasar.

La casa estaba con una decoración demasiado lujosa y fina aunque demasiado clásica para mi gusto. Me llevó por un pasillo hasta donde había un despacho y tocó la puerta.

— ¿Sí? —hablaron desde el interior.

—Señora, la vienen a buscar —avisó la mujer esperando otro comentario por parte de su jefa hasta que abrieron la puerta.

Melody llevaba puesto un vestido en color rojo hasta los tobillos bastante recatado pero que marcaba aún más que era una mujer de no menos de sesenta años, el cabello recogido y muy poco maquillaje con unas cuantas joyas encima.

Al verme pareció sorprendida.

—______, hola —saludó—, qué milagro verte aquí. Creí que no vendrías pronto, ¿Te trajo tu padre?

—No, más bien vine sola —le expliqué—, yo necesitaba venir, saber más sobre mamá y sobre ti.

—Tiana, trae algo para beber ¿De acuerdo? Y llama a George, estará feliz de ver a ______.

— ¿George? —pregunté sin comprender.

—George es tu abuelo, el padre de tu madre, cariño —explicó antes de acariciar mi mejilla y caminar en dirección contraria a su oficina—, ven, vamos a la sala, ¿Ya comiste algo? Podemos pedir que te preparen un almuerzo tal vez.

—No, gracias, estoy bien —le dije mientras la seguía.

Ese lugar era el doble de grande que la casa donde vivía ahora con papá, por lo poco que ví, había gente encargada de limpiar o en el jardín, conté al menos en ese trayecto a cuatro personas hasta llegar a la sala.

Una vez ahí me senté y mi abuela hizo lo mismo. Tiana llegó con las bebidas y algunas galletas antes de irse para dejarnos a solas.

—Me alegra que hayas decidido venir, ______, ojalá hubieras venido antes. Me hubiera gustado mucho convivir contigo tiempo atrás, pero nunca es demasiado tarde, ¿Cómo te ha ido estos años?

Parecía una mujer cálida, demasiado amorosa a simple vista, o tal vez la miraba así por ser la primera vez que convivía con ella.

—No puedo quejarme, la vida con papá ha sido buena —le conté tomando unas galletas y comiendo—, aunque como siempre hay altibajos.

—Tony es un hombre difícil pero no dudo que sea buen padre —asintió tomando su vaso con jugo de manzana—, ¿Qué te ha traído por aquí?

—Bueno, ciertamente la curiosidad por saber de mamá —le conté—, digamos que papá me contó un poco pero quiero saber más.

— ¿Me hablaste, Mel? —la voz varonil y vieja de un hombre nos hizo voltear.

—No creerás quién está aquí, George —dijo la abuela con una sonrisa en el rostro.

El chico araña (Peter Parker y tú) [TERMINADA] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora