Pequeñas diferencias: dejemos algo claro

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||•|| _____ Stark ||•||

Tardé unos minutos en elegir qué ponerme. Elegí un pantalón de mezclilla poco holgado y un suéter XL en color azul pastel, me puse unas converse blancas y al estar lista, solo me cepillé el cabello. No tardaron en tocar mi puerta.

Los únicos que estábamos en casa éramos Wade y yo. Papá y Happy habían salido y Pepper estaba en Industrias Stark. Salí de mi habitación y fui a abrir la puerta esperanzada que fuera mi novio.

Lo miré por fin frente a mí y prácticamente me lancé a él para abrazarlo, sus brazos rodearon mi cintura y yo no deseaba alejarme de él. Había pasado una semana y yo la sentí eterna.

—Me alegra verte, Spiderboy —lo saludé aún estando de puntitas agarrada de su cuello.

—Yo igual te extrañé mucho. Estos días fueron una pesadilla sin ti —de inmediato nos dimos un pequeño beso para por fin separarme de él.

Miré entonces la pequeña margarita que traía en la mano. Podría parecerle a cualquiera un ridículo detalle, pero yo amaba que me regalara florecitas cortadas del jardín, al menos podía conservarlas y usarlas como separadores de libros.

— ¿Para mí? —pregunté con una sonrisa enternecida en mis labios—. Es preciosa, Peter, gracias.

Sentí un leve sonrojo en mis mejillas, siempre solía causarme nerviosismo con esos detalles.

—No más que tú, pero está casi tan cerca de estarlo —tomó la flor y me la puso en el cabello antes de besar mi frente—, ¿Lista? Pensaba en ir tal vez a una cafetería por un par de malteadas y si quieres, después podríamos ir a dar un paseo en el parque, a jugar en los columpios o traerte a casa. N-no sé realmente qué podría gustarte, yo supuse eso pero si quieres algo más, acepto.

Besé su mejilla un momento antes de tomar su mano.

—Está bien tu plan de salida, ya quiero llegar a la cafetería, Peter —sabía lo mucho que mi novio trataba de esforzarse para que yo me lo pasara bien en nuestras salidas.

No eran lugares que acostumbrara a ir en lo absoluto, ni siquiera se asemejaban a los locales a los que papá me llevaba.

Pero no importaba. Era feliz con sólo saber que estaba con Peter y no necesitaba más que su compañía.

Nos tomamos de la mano para caminar hacia el local donde él nos llevaría, enlazamos nuestros dedos y sólo sentí cuando sus labios besaron con suavidad el dorso de mi mano.

Me hacía sentir tan amada. Si debía describirlo en una palabra, lo llamaría hogar, porque me daba una completa paz, ni siquiera esa ansiedad de sentir mariposas en el estómago.

—Necesitaba salir contigo. Extrañaba mucho tocar tu mano —lo escuché hablar.

—Créeme que no me ha ido mejor, cariño —respondí—, es sólo que me he entretenido mucho estos días.

— ¿Con qué? Bu-bueno, es que pregunto porque casi no me contestas las llamadas. Pe-pero si no quieres responder, lo entiendo, en serio.

—Papá me hizo un regalo —respondí—, un regalo demasiado "Stark"

— ¿Un jet? —preguntó y yo negué.

—No, amor —solté una risa—. Ojalá.

— ¿Entonces?

El chico araña (Peter Parker y tú) [TERMINADA] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora