Malentendido: corazón roto

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||•|| _____ Stark ||•||

Entré al salón de mi primer clase y ya Michelle estaba en su asiento entretenida en leer el libro que traía en manos.

—Hola —saludé de una manera amistosa pero no volteó siquiera a verme—, ¿Qué lees?

Insistí pero estaba aplicándome la ley del hielo. Odiaba cuando hacían eso.

Para una persona que ama hablar y ser el centro de atención, que te apliquen la ley del hielo es una cosa frustrante que te hace querer abofetear a una persona sólo para ver si realmente tiene la voluntad para siquiera moverse de su lugar.

Lo peor era que no entendía por qué su actitud pero haría lo que hacía cada que trataban de aplicarme esa ley: ignorar totalmente de la misma manera.

Era estúpido castigar a alguien con el silencio, a eso se le llama chantaje y manipulación emocional y esos castigos ni papá me los aplicaba, ¿Qué le hacía pensar a ella que con eso le iba a rogar porque me hablara?

Nuestras clases juntas siguieron con una total indiferencia por parte de las dos. Ni Michelle me buscaba la cara y yo tampoco a ella, estábamos en la misma intención de dejar que nuestros orgullos se hicieran cargo de esa pequeña pelea que estábamos creando ambas.

A la hora del descanso me dirigí al baño, me metí a un cubículo y una vez ahí me senté en el excusado.

No era el mejor lugar para meditar pero al menos ahí era seguro que no viera ni a Michelle y menos a Peter, no tenía ganas de verle la cara a ninguno. Tenía unas ganas inmensas de gritar, pero hacerlo en un baño no era el mejor lugar en el que pudiera si quiera tener una crisis de frustración por mis relaciones de amistad y sentimentales.

Me pasé las manos por la cara y di un suave suspiro. Iba a salir del cubículo cuando escuché unas risas de seguramente Liz con sus amigas, a lo que no me atreví a salir.

—No puedo creer que le hayas dicho que sí al ñoño de Parker, Liz —dijo una de ellas mientras parecían parar en el tocador.

¿Liz había dicho que sí?, ¿A qué? Sólo pude suponer que se refería a una clase de aceptación luego de un beso y nuevamente sentí que me quedaba con ese hueco en el pecho y las ganas irremediables de soltarme a llorar pero me estaba aguantando, no podía dejar que supieran que yo estaba en ese lugar oyendolas. 

—Bueno, ¿Y qué esperabas que hiciera? Ya estaba declarándose ahí —dijo Liz—, además, no está mal.

—Es un nerd, ¿En serio? Liz, hasta el idiota de Flash se vería mejor como tu pareja que un geek como él.

—Bueno, él conoce al hombre araña.

— ¿Y eso qué?

—Piénsalo un poco, Stacy —dijo Liz—, si yo salgo con Peter, irremediablemente deberá presentarlo conmigo y yo hablaría con él, le coquetearía y entonces sería algo muy interesante, ¿No te parece?

— ¿Tu plan es entonces utilizar a Parker para que te presente a su amigo? Ni siquiera sabes si son ciertas sus mentiras, y si fueran verdad, ¿Tú crees que enamorarías a un tipo que no conoces ni siquiera quién es?

—Bueno, tengo mis encantos. Sé que lo lograré, que es una pésima idea jugar con los sentimientos de Peter pero estoy segura que apenas vea que realmente no coincidimos en nada, él mismo me dejará de...

No acabó de hablar cuando miraron entrar a alguien, eso supuse porque se escuchó la puerta abrirse.

—Emma, hola —saludó la acompañante de Liz.

El chico araña (Peter Parker y tú) [TERMINADA] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora