Nuestro Pacto

Pistas De Un Asesinato

       Alexa🔥

Tomé un taxi de inmediato, necesitaba verme ahora mismo con San, todo esto se estaba saliendo de control, ya no solo se trataba de dinero y herencias, en el momento que Alex habló de sangre y muerte esto tomó otro rumbo.

Antes de llegar a casa estuve llamándole a San como por unos 5 minutos, pero no obtuve respuesta a ninguna llamada, esto no me estaba gustando.Me baje del auto con prisa, el conductor notó mis nervios...

—¿Estas bien? —Lucía bastante preocupado.

—Todo esta bien. —Cancelé al conductor con rapidez.

Al entrar a la casa todo estaba en absoluto silencio, no sabía con exactitud si Mai seguía aún aquí...

—!Mai! —Le llamé, pero parecia no haber nadie en casa. —Michael... —Insistí.

Al encender las luces vi su cuerpo derrumbado en el sillón con una botella de cerveza en su mano, no estaba ebrio, ya que no había bebido ni media de la botella, lo moví con fuerza y éste despertó de un susto.

—Pensé que regresarías más tarde. —soltó un bostezo y se enderezó en su asiento.

—Las cosas están jodidamente mal. —Me coloque las manos en el rostro intentado calmar esta sensación horrible.

—¿Que sucede? ¿Paso algo? —Sus pupilas se dilataron y me miraba con exactitud.

—Pude robar esto. —Dije al momento que sacaba la carpeta de mi ligero. —Aún no se que tanta información hay en ella.

—Llamemos a Susan ahora.—Espetó con ansias el castaño.

—Ya lo intenté, pero no responde a mis llamadas, debemos adelantarnos sin ella.

Mai sostuvo mi mano y en una fracción de segundo le alcance la carpeta, él solo guardo silencio al momento que veía los papeles, yo a cambio moría de los nervios a su lado.

—Esto no está nada, pero nada bien... —Espeto mientras rascaba ansioso su cabeza.

—¿Que sucede?—Pregunté, las manos me sudaban a chorros, nunca me había arriesgado tanto en mi vida.

—Al parecer Karen Courtney no es ni un poco la mujer que imaginamos...—Su cara lucía bastante pálida.

Le arrebate la carpeta, mi mandíbula casi cae al suelo al ver lo que había en esa carpeta, definitivamente esa mujer era el diablo en persona; En aquella carpeta no habían solo papeles importantes, esto iba más allá de herencias y dinero.

—¡Es una asesina! —Solté en un suspiro. Mi mano se posó sobre mi boca, no podía asimilar lo que acababa de leer.

—Ahora todo tiene sentido. —Mai me miraba expectante. —Por esa razón toda la fortuna pertenece a Alex.

—¡San está en peligro! Si esa mujer fue capaz de matar a su propio esposo, que esperamos.—Grité asustada.

—Intenta llamarla de nuevo, No permitiré que San se casé con ese monstruo...

Intenté comunicarme de nuevo con San, después de insistir al fin tomo mi llamada.

—¿Todo anda bien? —Preguntó.

—Debemos vernos ahora—Espete con firmeza.

—¿Qué sucede Alexa? ¿ESTÁS BIEN?

—No puedo darte esta información por teléfono, necesito que vengas lo más rápido posible a mi casa.

Colgué la llamada, me senté en el sillón junto a Mai, ambos estábamos perplejos, él tomó mi mano, no paraba de mover mi pie, hacía eso cada vez que estaba nerviosa.