Nuestro Pacto

La Botella de vino

🐚San🐚

Al entrar de nuevo todos platicaban sobre la boda, acepto que me molestaba  que no me hubieran consultado nada, de seguro esto fue idea de Karen, y se me hace casi imposible pensar en que hace unos días me estaban casi echando del pueblo, lanzándome de narices a Madrid, y ahora, organizan una boda como si fuera lo más normal del mundo, creo que hace mucho los padres dejaron de buscarle los esposos a sus hijas.

—¿Todo esta bien cariño?—Preguntó Karen al ver mi cara.

—Todo va bien madre, solo que San me comentaba que preferiría que la boda fuera algo familiar—Me lanzo una mirada y yo asentí sin decir más nada.

—Para nada cariño, si es que se casa mi único hijo y heredero, como no tiraría la casa por la ventana, denegado,  que venga todo el pueblo a la boda—Parloteo con su suave voz, nada comparada con su actitud de bruja de Hansel y Gretel.

—Hija, todos esperamos este momento, ver salir a su hija de blanco de su casa, y volar a otro nido—Dijo casi como si contará un cuento de hadas.

Pero no era así, sabia perfectamente que algo tramaban detrás de la grandiosa boda, también sabía que no era el papel principal de Byrne apoyar a su hija en esto, a menos que hubiera una gran cantidad de dinero de por medio.

—Bueno ya que no iré a Madrid pronto, quería comentarles que no venderé la casa—Solté de tope y casi pude observar como se estrellaban los carros uno tras otro, creando un gran desastre en medio de la autopista.

Lo que dije fue una maniobra para ganar tiempo, si Alex quería que lo ayudara en esto, debíamos hacerlo a mi modo.

—Pero cielo la mansión es suficiente grande para que viváis aquí, además es una casa vieja sin muchos recuerdos—Espeto la señora Courtney, sentí ese hiel amargo que recorría mi garganta, como esta se atrevía a hablar así de la casa que me dio mi infancia, aunque no era la más lujosa, era la única que me podía dar un buen recuerdo de mi familia.

—Lo ha dicho madre—Informó Alex dedicándome una mirada de aprobación, él me apoyaba.

—Bueno la casa se quedará hasta que os caséis, después yo me encargare de que la remodelen y la ponemos en alquiler —Mi padre se levanto y camino hasta la puerta.—Tengo que hacer otras cosas me están informando de esto.

Se marcho por la puerta y no dude en seguirle, lo alcance en la escaleras donde le tome de la chaqueta para que mirara.

—No se va alquilar, es mi propiedad, yo decido que hacer con ella, que quede claro Byrne—Le mire amenazante, tenía el estómago revuelto.

—Eres demasiado terca Susana— se puso las manos en su cabeza, y luego pasaron a frotar su cara.
—Esta bien la conservarás.

Me di la vuelta sin mirarle, siquiera una despedida le di, solo lo deje allí y regrese a la oficina de la bruja.

—No usare vestido largo ni pomposo—Camine hasta quedar justo frente a Karen. Su pobre asistente solo tomaba nota de todo lo que se decía.
—No quiere flores ni un salón lujoso,va ser al aire libre, tampoco ninguna de esas tonterías de damas de honor, será sencilla, elegante y sofisticada.

—¿Puedes por favor repetir lo ultimo?—inquiere la chica de gafas, un poco tímida.

—Yo te pasaré la lista de como quiero que sea—le informe y ella me sonrió muy amable.

—Pensé que lo haríamos con lo diseñador Valentino, conoces su trabajo y además es muy reservado —Propuso la señora Karen.

—No quiero sonar grosera, pero es mi boda, que sea al menos mi día especial este a gusto—Dije sin mucho animo, sabía que todo esto era una farsa, pero al menos no quería que el pueblo cambiara su visión sobre quien era.