Nuestro Pacto

No Te Dejaré Jamás

🔥Alexa🔥

Allí parada con el frío calándose por mis huesos, la mandíbula temblorosa y el miedo al tope, vi como se alejaba su silueta a paso rápido, no podía contener las lágrimas, me reprimía el saber que la había dejado allí, si algo le pasaba a San yo sería la única culpable. Se que fui tonta, testaruda y tal vez demasiado cruel con ella, ambas habíamos cometido errores, sin embargo yo me había dedicado a señalar los suyos, por que era más fácil para mí, que aceptar los míos.

No sabía que sucedía allá abajo, todo se tornaba oscuro y la noche empezaba a caer, la espera se hacía cada vez más desesperante, y entre el miedo y la angustia, vagas palabras venían a mi mente "Me casare con Alex" aunque lo pensara mil veces no le encontraba lógica a esto, ella lo odiaba literalmente ¿Por que haría algo así?

Estaba desconcertada, y lo único que hacía mi cerebro era traer a mí recuerdos, personas y acciones que al día de hoy ya no eran lo que algún día fueron, solo me quedaba con ello, recuerdos. San a sido una de las mejores personas que he conocido, siempre estuvo en cada una de mis caídas, dándome la mano y apoyándome, cuando me fui de Hillsford la vi tan animada, aunque en el fondo sabía que estaba triste , no obstante cuando todos nos marchamos dejándole solá, ella nunca agachó la cabeza, siempre nos apoyo, nos permitió irnos, la abandonamos y a cambio recibimos lealtad. Como todo humano San tenía sus errores, también era necia y aveces bastante irritante, pero seguía siendo mi amiga, que hoy perdía.

🐚San🐚

Los codos empezaban a doler y a pesar de que había sido corto el tiempo que llevaba aquí sola, cada segundo que pasaba me preparaba para un destino fatal, mis esperanzas estaban agotadas al igual que mis fuerzas, las lágrimas caían por mi rostro, tenía miedo, uno que jamás había tenido, sentí que era el fin, solo quería llevarme un buen recuerdo y que más que la imagen de las personas que amo, pensaba en el dolor que le causaría a mi madre enterarse y como lloraría Mai, mis amigos, mi vida se me estaba yendo, el tiempo se me agotaba y ya no había marcha atrás.

Hundida en mis pensamiento logro escuchar algo acercarse a paso rápido entre el agua, los ojos se me entre cerraban y no podía ver con claridad, solo sentí un brazo sujetarme con fuerza.

-No te rindas aún. -Dijo con esa voz masculina, esa incapaz de confundir, y enseguida pude ver con claridad.

-¿Que haces aquí? Debes irte Miller, esos hombres están cerca. -Le suplique mirándole fijamente. Llevaba su torso al descubierto y el pantalón sucio y empapado.

-Aún no estoy listo para perderte. -él me jalo fuerte con ambos brazos, como pudo me subió.

-No tienes por qué hacerlo. -Solté y me lance sobre sus brazos, plantando le un beso dulce en los labios.

La boca me temblaba, junto a mis manos, no sabía con exactitud si se debía al frío que me producía la fría agua colándose por mi ropa o el miedo infernal que sentía.

-Pensé que te iba a perder, me asuste demasiado. -Hundió su cabeza en mi cabello, pude escuchar como se sumergía en un amargo llanto.

-Ni aunque me lo pidas te dejaré, siempre estaré para ti.-Le consolé.

Corrimos por el túnel, se que los hombres nos encontrarían, la mafia era muy astuta, estábamos jugando con fuego, al llegar al punto de extracción, Adam me sujeto de la cintura ayudándome a subir, allí me recibió la rubia con un fuerte abrazo, también tenía los ojos empapados.
El rubio dio un salto saliendo de allí, ambos pusimos la tapa de la alcantarilla en su lugar y rápidamente subimos a la camioneta, debíamos que marcharnos de allí rápidamente, Miller corrió hasta el volante, ambas subimos a la parte trasera, le debía a Adib una lavada a esta, los sillones quedarían empapados y sucios.

El rubio corrió a toda velocidad por esa autopista dejando atrás la horrorosa escena. Llegamos al Rowme Roma, allí nos esperaba Zareh con unas toallas y algunas prendas, todo esto bajo orden del árabe, llamé enseguida a Adib para avisar que estábamos bien, las cosas en casa estaban empeorando, Salvatore estaba desesperado y magnate luchaba con un peligroso cartel.

-Será mejor que te mantengas al borde nena, no se que tan peligroso sea esto. -Susurró en la línea.

-Te agradezco por hacer esto por mi Adib.

-Tu me salvaste una vez, era mi turno de devolverte el favor, vete de Barcelona lo antes posible, ocupa el dinero que necesites.

-¿Como te las arreglaras con la mafia? No quiero ocasionar más problemas. -Inquiero, él era un hombre leal, y estaba realmente agradecida.

-Tu no te preocupes soy un hombre sabio y en especial se domar a las serpientes.

Después de despedirme corte la llamada, no se como logramos entrar por la parte trasera del hotel, tal vez si apreciaban a sus clientes fieles y el árabe era uno de ellos. Subimos por las escaleras a paso lento, me dolían los brazos y estaba agotada.

-Gracias por salvarme. -Espetó, frenando en seco, la rubia me miraba esperando que dijera algo al respecto.

No le dije nada y solo la abrace fuerte, tengo mucho que hablar con ella, pero para eso tengo mucho más tiempo, por el momento quería pasar mis últimos minutos al lado de mi héroe.

-¿Te irás al amanecer? -Preguntó, tenía sus ojos bien abiertos esperando atento a mi respuesta.

Aunque estuviera sucio y oliera mal, seguía siendo el hombre más bello que habían visto mis ojos.

-¡Aún puedes quedarte esta noche!-Murmuré y recoste mi cabeza en su hombro.

-Solo si tu quieres. -Me plantó un beso en mi frente, acto que me pareció demasiado tierno.

Entramos a la suite, Zareh llevo a Alexa a una habitación, también le dejo claro que podía pedir lo que necesitará que él estaría encantado de ayudar.

Adam junto a mí entramos a la suite, me quite la ropa apenas cerré la puerta, él solo me miraba expectante sin decir nada.

-¿Por qué me miras así? -Inquiero soltando una pequeña risita.

-Admiro tu belleza. -Dijo con un tono sexy.

-¿Te vas a quedar allí "admirando mi belleza" o te vas a duchar conmigo?

-Solo por que necesito que alguien me lave mi espalda. -Se quito con Rapidez sus tejanos y corrió hasta donde yo me encontraba.

Me sujeto de la cintura y me llevó hasta el baño, a mis espaldas deslizó sus dedos por mis caderas y tiro suavemente de mis bragas.

-Desde el ascensor deseaba hacer esto. -Me susurro al oído, logrando ponerme los pelos de punta.

Al girar su miembro estaba duro como una roca, abrí el grifo y ambos nos metimos a la ducha.

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Un capítulo un poco corto, espero les guste, y no olviden votar y comentar...