Nuestro Pacto

The Before

🐚San🐚

Conducía a toda prisa por las viejas carreteras de la ciudad, solo se agolpaban en la calles uno que otro vagabundo, y algunas prostitutas que se acercaban a mi auto buscando una noche de placer o un poco de dinero, no detuve el motor en ninguna situación, y en menos de lo pensado ya estaba en el aparcamiento del WhiteDance. Cruce a paso rápido la puerta y la castaña me seguía , a lo lejos pude ver a Jason junto a Mai en una mesa, en esta reposaban dos botellas de Ron, una vacía y la otra llevaba menos de la mitad.

-¿Que tal les fue?-Hizo una breve pausa -Se ven un poco nerviosas ¿Sucede algo?

La castaña tenía razón era difícil engañar a un tipo como Jason pero no imposible.

-Encontré una información, muy poca, bueno casi que inútil.

-No importa tal vez nos sea útil-Se aclaró la garganta el grandullón.

-El hombre trabaja para la mafia rusa, le apodan Hache-Solté y ambos quedaron boquiabiertos.
-Pero tranquilos no se alarmen, conozco a alguien que tal vez nos pueda ayudar.

-No quiero más gente involucrada en esto-Espeto un poco malhumorado Jason mientras meneaba su silla inclinándose hacia adelante.

-Es de confianza-Apreté los dientes.

-Tal vez sea de ayuda, ¿Quien es? -Inquiere muy ansioso Mai que no deja de dar suaves golpes con sus dedos al vaso que trae entre manos.

-Deja esto en mis manos yo lo resolveré- Les sugiero, Jason no parecía muy convencido.

-No-Su tono fue agrio. -Yo vine aquí ayudar a mi hermana y no me quedaré de brazos cruzados mirando como una niña juega a la detective. Llamaré de inmediato a los Angeles y pediré un escuadrón para poner en práctica la investigación.

-No entiendes que pones la vida de Alexa en peligro... -Una llamada interrumpió mi conversación.

Pedí disculpas con mi cabeza y salí de allí, me dirigí hasta el baño y cuando estuve segura atendí al número desconocido.

-San-Era una voz masculina.
- Me he enterado lo de Alexa, que tal va todo.

Enseguida una ira me invadió, sentí unas ganas de tener a Courtney a mi lado, quería golpearlo, era un egoísta, una estúpido, arrogante y todo lo malo que se le pudiera añadir a una persona.

-Eres un hijode**** te advertí sobre lo que podía pasar, y ahora la tienen secuestrada unos matones.

Respiraba con dificultad, e intentaba contener las lágrimas, odiaba ponerme así cuando algo me agobiaba.
- Todo es tu culpa-Grité.

-Lo siento, cálmate por favor-Un gran silencio invadió la línea.
-Si fui hasta su casa, pero no pude tocar a la puerta, esta bien llámame como quieras, dime odioso, egoísta, lo que quieras, cometí un error San, espero que me perdones.

-Alex te pedí solo una cosa, solo tenias que mandar uno de tus hombres a cuidarla.

-Mi madre cree que será mejor posponer la boda- Balbuceo.

En ese momento mi corazón se detuvo, sentí un cosquilleo horrible, como cuando te dicen que acaba de morir esa persona que tanto amas. En una milésima de segundo pensé en todo lo que podía ocasionar esa decisión. Otra vez estaba ahí en medio de ayudarla a ella y dejar volar mis sueños.

-No creo que sea el momento adecuado para hablar de eso. -El labio inferior me temblaba y sentía que la voz se me entrecortaba.

-San-Pronunció cada letra de mi nombre con una delicadeza. -Quiero casarme contigo.