Nuestro Pacto

Sin Marcha Atrás

🐚San🐚

Salí de aquel estacionamiento hecha una furia, mi corazón palpitaba con fuerza y hay estaba de nuevo esa horrible sensación, ese dolor que me invadía el pecho como si algo malo estuviera por suceder, las manos me sudaban y mi garganta a cada momento parecía estar más seca.

Las calles repletas de borrachos y chicas en diminutas faldas hacían que mi tránsito fuera más lento, cuando por fin pude escapar de la ruidosa calle, me dirigí a casa, conducía a toda prisa, hoy era el día, tal vez después de hoy ya no quedaría nada de Susana Byrne. Como habíamos acordado con Mai y la rubia, solo nos quedaba esperar a que la bomba detonara y Courtney corriera a mis brazos, y sin más yo estaría para apoyarle, quedaría tan sorprendido que no dudaría en aceptar mi propuesta, era bastante arriesgado, pero ya había llegado hasta aquí ya no había marcha atrás.

Aparque y baje rápido del mercury, cuando abrí la puerta vaya sorpresa que me lleve.

—Susan.—Me saludo muy alegre la señora Courtney.

—¡Karen!—Dije sorprendida, admito que su presencia no la esperaba.

—¿Donde estabas cariño? —Inquiere mi madre mirándome fijamente.

—Arreglando unos asuntos, tu sabes que esto de la boda me tiene muy ocupada. —Me apresuré a decir y por la dulce sonrisa que me dedico la señora Karen pude deducir que no sabía nada aún.

—Cielo he hablado con Alexander y me ha mostrado los arreglos de flores, están bellísimos. —Canturreo alegre, a ella le interesaba mucho esta boda, pero no tanto como a mí madre.

—Ameli quédate a cenar con nosotros. Byrne no tarda en llegar, cenemos en familia cielo. —Mi madre me tomo del brazo al momento que intente subir a mi habitación.

—No finjas que somos una familia, te queda patético. —Solté en voz baja, al momento que me solté de su agarré.

—No seas descortés con la madre de tu prometido. —Apretó los dientes con fuerza, se que esto le molestaba y en el fondo me gustaba.

—Bajaré en un segundo madre. —Mis palabras fueron puntuales, estaba agobiada con todo esto.

Entonces aproveche la oportunidad para jugarme una nueva carta, enseguida marque el número de la rubia.

—Necesito un favor urgente. —Dije en la línea.

—¿Que tienes en mente San? —Preguntó un poco ansiosa, sabía que lo que le iba a proponer era algo que no cualquiera haría y en el fondo sabía que era muy poco tiempo para sanar ese rencor que ella había creado hacia mí. Pero era mi única opción.

—Karen Courtney esta aquí, no se que estén planeando estos tres. —Suspiré. —Pero se que no es nada bueno. Aún necesito las escrituras de la casa, se que  Alex  todavía cree en tu palabra, él no sabe de nuestra alianza.

—¡¿Me estas proponiendo que robe las escrituras de tu casa?! ¿ESTAS LOCA?

—No. —Me apresuré a decir. —No sólo las escrituras, necesito que robes  todo papel que pueda inculpar a los Courtney. —Susurré.

—Sabes que si me descubren puedo ir a la cárcel, ¡Es una locura!

—No tengo mucho tiempo, se que puedes, necesito tu ayuda Alexa.

—¿Y yo que ganó con esto? —Preguntó sientes de qué pudiera cortar la llamada.

—Te prometo que te lo compensaré.