El Negocio

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Alexa🔥

No resistí un segundo más en esa cama, así que fingí un gran bostezo y me di la vuelta, Alex estaba mirando el techo, ni una mirada de reojo me lanzó.

—¿Que tal la noche?—preguntó sin pestañear.

En ese momento sentí un nudo en la garganta, mi respiración se acelero y sentí eso que llaman culpa.

—Eh...Bien—Respondí por fin al cabo de unos segundos.-¿Que me dices de la tuya?

Tenia mucha curiosidad por saber donde había pasado la noche, que había hecho y con quien, sin embargo me reserve las preguntas, tenía mucho en juego.

—Estuvo bien —Dijo con ese tono ronco y mañanero.

—Quería invitarte a tomar un café al jardín, tal vez así podamos arreglar este lío —sugerí, él solo sonrió y me estrechó entre sus brazos dejándome casi sin aire, donde más tarde plantó un beso en mi frente.

Después de estar unos minutos abrazados sonó su móvil, este timbro por unos segundos.

—No piensas coger —le indiqué la mesa donde se encontraba su móvil.

—Es mi madre, y no son horas de discutir —fue lo único que dijo, dejando que su móvil fuera al buzón.

—¿Te vas a marchar nuevamente?le mire a los ojos, este se percató y los cerro, dejándome analizar cada una de sus facciones.

—No lo sé—abrió como persianas sus hermosos ojos y enfoco su mirada en mí.—¿Cuando regresas con tu tía?

Me senté en la cama cruzando las piernas, ni siquiera pude mirarle, solo jugaba con mis dedos en su pecho.

—Es una decisión muy difícil, más ahora que tu estas en mi vida Alex—Estaba confundida, y no era sincera del todo ni con él, ni conmigo.

—Toma el tiempo que necesites, pero no quiero que intervenir en esa decisión.

Me puse de pié,me quite mi pijama y rápidamente me puse la toalla, sin decir nada más me metí a la ducha, mientras estaba enjabonando mi piel noté unas ligeras marcas en mi abdomen, y en ese momento como si fuera un vaso de cristal cayendo al suelo, me destruí, lágrima tras lágrima cayeron por mi rostro, una tras otras y aunque quise detenerlas fue imposible, me sentía culpable, me sentía una mala persona. Cuando acabe de ducharme salí decidida a contarle toda la verdad a Alex, pero al abrir la puerta del baño ya no estaba.

Me vestí con la misma ropa del día anterior, algo un poco asqueroso pero no tenia otra opción, no llevaba ropa conmigo cuando nos quedamos varados.

Camine por los pasillos que daban justo a la cocina, allí me encontré a San platicando muy agosto con Sophie, al verme ambas callaron. Me acerqué al sillón donde reposaban y me senté en una esquina guardando suficiente distancia, Sophie al verme bajo los pies de este y se acomodo de tal manera que no me diera la espalda.

—Buen día ¿Que tal la noche?—Preguntó la castaña, no sabía que tenían todos hoy pero se les había ocurrido la gran diosa idea de saber como pase la noche.

—Estuvo bien —sonreí un poco soñolienta.

—Le comentaba a Susan que tal vez Bastian podría ayudarlos con lo del auto ¿Y Alex?—En ese momento mi mente se transporto a otro lugar ignorando cada palabra que pronunciaba Sophie, uno donde mi primera candidata para sospechosa era Susan, Yo estaba con Mai, aparentemente Sophie no sabe donde esta Alex, pero ¿Donde estaba Susana a noche?

—Alexa...—me llamó Sophie al ver que la ignoré.

—Lo siento, no lo se creo que salio a recibir una llamada.—Conteste con. Lo primero que se me vino a la cabeza.

Nuestro PactoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora