Capítulo 5

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Ya se estaba terminado una semana más de trabajo, y hoy era un día muy especial para todo el personal del Hotel, debido a que quien ha ocupado el cargo más alto en la dirección general durante casi una década se retira para disfrutar de su vejez al lado de su esposa en la comodidad de una plácida y tranquila vida, nada que ver con el ajetreado trabajo que le exige más de las horas laborales y por tal motivo desde hace varias semanas entre los pasillos y todos los trabajadores se rumoreaba sobre cambios drásticos.

Algunos habían especulado que quien ocuparía el cargo sería un familiar del Señor Donovan el Director General saliente, otros decían que era un joven de la familia Richard, dueña de la cadena de Hoteles Begonia Resort, otros se atrevían a suponer que se trataría del asistente del Director saliente, quien asumiría un ascenso gracias a su trabajo de años al lado del señor Donovan. Sin embargo, en secreto todos deseaban que quien fuera la persona que asumiría el importante cargo, no se tratara del asistente Johnson, a ese hombre le odiaban por ser ególatra, intolerante y altamente déspota con sus subordinados, todo lo contrario a lo que mostraba a quienes tenían un rango superior a él, y como nadie se quejaba antes los superiores de aquel hombre malvado, tanto el Director General, como otros lo creían un excelente empleado del área administrativa.

No obstante también corría el rumor de que quien fuera a asumir el importante cargo llegaría a cortar cabezas en pro de mejorar la atención del Hotel y así alcanzar la última y tan anhelada estrella que los destacaría por encima de los demás hoteles de la ciudad y que daría aún más prestigio a la cadena.

Ante esa amenaza que nadie supo de dónde surgió, pero que expresaba que quien no fuera calificado con un nivel de excelencia por el nuevo Director tendría que abandonar su actual puesto de trabajo, por lo cual todos estaban nerviosos por el cambio en ese alto cargo y exudaban tensión por todos sus poros ante cualquier falla que pudieran cometer y que eso les conlleva al despido inmediato.

Martina había escuchado sobre todos esos rumores, pero no había puesto demasiada atención en ellos, porque creía ser buena en su labor, gracias a que en el poco tiempo que lleva con el equipo de cocina, había destacado por su entrega al trabajo, compañerismo y liderazgo, recibiendo felicitaciones incluso por parte del gerente general del restaurante, el señor Anderson y del chef Bourdain, quienes eran los más estrictos y metódicos en cada uno de los aspectos que involucraba al restaurante y a la preparación de los alimentos.

Además, su lugar de trabajo no demandaba una relación directa con el área administrativa del Hotel, mucho menos con quien ocupara el cargo de Director General del mismo, porque habían varios jefes por encima de ella antes de llegar a la Dirección del Hotel, lo que la llevó a pensar que sólo debía seguir con su trabajo de igual forma como lo estaba haciendo y en caso de que le hicieran alguna recomendación, simplemente acatarla y continuar con su tareas, las que realmente le gustaban.

Así, que el día de hoy ella sin quererlo se había convertido en la encargada de traer de regreso la tranquilidad a todos sus compañeros, quienes al parecer no opinaban igual que ella y su nerviosismo les hacía cometer varios errores durante su trabajo, ganándose varios gritos por parte del chef, pero ella, quien no se dejaba asustar por los alaridos de su jefe inmediato no descanso en hablarles a sus compañeros y hacerles ver el lado positivo de todo el asunto, exponiendo que sólo era un cambio más, que sólo deberían continuar con su trabajo igual que siempre, que nada malo sucedería, que los rumores sólo buscaban que cada empleado del Hotel mostrara lo mejor de sí.

Ella sin pretenderlo se convirtió en el ángel de sus compañeros, quienes decidieron hacer caso a sus palabras y dejar atrás el nerviosismo, el cual a pesar de todo no había desaparecido, en especial porque muchos dependían de ese trabajo para garantizar su subsistencia y la de sus familias, pero entendían que las palabras de ánimo de Martina eran sinceras y se comprometerían a dar lo mejor de sí como siempre lo habían hecho.

Martina en busca del ODonde viven las historias. Descúbrelo ahora