Capítulo 14

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Martina se vio rodeada por sus amigas, quienes no la dejaban explicarse y le hacían preguntas sin parar, alarmadas por la situación pero tranquilas una vez ella les informó que Owen no levantaría cargos en su contra, y después de una hora la dejaron sola, ya que debían ir a sus respectivos trabajos.

Se sintió bien por ser amada por sus amigas, y porque habían cuidado a Cariño mientras no estaba presente y también por esperar y no llamar a su hijo para alarmarlo en vano.

Ahora se sentía agotada, pero ansiosa, así que a pesar de la hora salió a correr con su perro, e hizo ejercicio hasta que sintió que el cuerpo no podía dar un paso más cayendo en el suelo con el pecho subiendo y bajando rápidamente y el sudor colmando cada parte de su cuerpo, para ella el ejercicio le proporcionaba la tranquilidad que tanto necesitaba en ese momento y la compañía de su fiel amigo le hacía sentir que no estaba sola.

Se levantó, pero sintió como si alguien la observara así que miró a todos lados sin encontrar a alguien, así que sólo se burló de sí misma por pensar de más y continúo con su camino a casa.

Allí se permitió descansar y poner en orden sus ideas, definitivamente le debía más de una disculpa a aquel hombre, a quién había ofendido desde el primer momento y a quién incluso en un arrebato de desquite había intentado molestar y casi lo mata, sólo porque ella creía debía dar una reprimenda a causa de lo que ella consideraba como un comportamiento grosero, pero que ahora veía más que justificado, siendo sólo ella la que había obrado mal.

Muchas ideas pasaban por su mente y ahora estaba decidida a redimirse, al principio pensó en renunciar, pero ahora sólo lo haría si él lo consideraba pertinente, aunque esperaba que no fuera así, porque quería tener la oportunidad de tomar el nuevo trabajo en serio y dar lo mejor de sí como la chef personal de aquel hombre.

También tomó algo de tiempo investigar en internet, porque nunca había conocido a alguien que fuera alérgico de tal manera a un alimento, aunque sabía que dichas personas existían era como si le hablaran de seres lejanos y no de alguien que pudiera conocer, incluso en el restaurante sólo se hacía algún tipo de recomendación sobre un plato, pero era más porque no gustara algún ingrediente, que porque aquel pusiera en peligro una vida.

Así que leyó artículos médicos, vio videos sobre los síntomas y se empapó de lo que se debía hacer en caso de que se presenciara una reacción alérgica, al final del día ya tenía mayor información y en su mente procesaba el cómo debía evitar cualquier tipo de ingrediente con capsaicina, principal componente del picante.

También retomo la lista con los alimentos que Owen no soportaba y buscó si existían personas con alergias al consumirlos, aunque no estaban en rojo, pero aún así tomo nota, grabó recetas que permitieran mejorar el sistema inmunitario e ideo todo un plan alimenticio con los mejores platos que pudieran existir para ir probando cuáles eran de su gusto y cuáles rechazaba. De ahora en adelante se tomaría su trabajo en serio, eso fue lo que pensó y fue lo que la hizo dormir tranquila, luego de hablar con Damián y contarle a medias lo que había sucedido, sintiendo como siempre el apoyo de su hijo.

Las horas pasaron y su despertador sonó, pero ella ya se hallaba despierta, pero no porque no hubiera logrado dormir, sino porque despertó diez minutos antes de la hora programada.

Salió a trotar con su perro, lo alimentó y llamó a Nina para que ella se encargara de él en el transcurso del día, era su niñera particular y una muy buena por cierto, se notaba que consentía a su perro.

Se bañó, alistó y con toda la energía llegó a la suite de Owen, todo se encontraba en silencio, así que supuso se hallaba en la oficina. Como ya había hecho las compras de lo que prepararía, las colocó sobre la encimera y buscó su celular para conectar con los parlantes que había visto en la sala para después activar una de sus listas de música.

Martina en busca del ODonde viven las historias. Descúbrelo ahora