Al regresar a la fiesta, lo primero que hago es ir por un trago. Necesito algo fuerte esta vez para soportar lo que acaba de pasar. Quisiera irme, pero no quiero hacerle ningún tipo de desplante a la familia de mi amiga, por lo que vuelvo al tocador a arreglarme el labial que de seguro se estropeó gracias al arrebato de Abel. Al salir del baño encuentro a Emma quien afortunadamente está en compañía de Oliver. Eso significa que Amîr debe estar cerca.
–Dónde está Amîr? – le pregunto al no verlo por los alrededores, más lo que mi amiga me contesta hace que mi corazón inmediatamente se acelere de manera preocupante.
–No lo viste? Hace rato me preguntó por ti, y le dije que estabas en el jardín con Abel, fue a buscarte de una vez – me explica y de pronto se me acelera el pulso. Por un segundo imagino que Amîr pudo haber visto lo que pasó entre Abel y yo y hace que mis nervios se activen sin ni siquiera comprenderlo.
Sé que ese beso puede dar lugar a malentendidos, y no quiero que ese sea el caso, aunque eso a Amîr no le afecte en lo absoluto.
–De seguro ya yo no estaba allí cuando él llegó – comento rogándole a Dios que eso sea lo que haya ocurrido.
Los minutos pasan y yo solo asiento conforme a lo que sea que está diciendo mi amiga. Honestamente no le estoy prestando atención, solo me quedo allí pretendiendo escucharla mientras me vuelvo loca mirando por todo el salón para ver si logro ver a Amîr.
Después de un rato, Abel aparece por los alrededores del lugar, pero lo ignoro con mucho empeño, solo espero que no se acerque a mí, y me complace cuando no lo hace. A los pocos minutos, por fin alcanzo a ver a Amîr junto al bar, y sin tiempo que perder decido ir hacia donde está. Camino hasta él muy nerviosa por lo que vaya a decirme o por cómo vaya a tratarme. Tengo mucho miedo de que haya visto a Abel besándome y ni siquiera hay una razón para sentirme así porque nosotros solo somos amigos. Sin embargo, es incomprensible mi temor, y el sentimiento de culpa como si lo hubiese traicionado. No debería martirizarme por esto que quizás ni sentido tenga. Quizás cuando él llegó al jardín, yo ya no estaba, es lo único que pienso para tranquilizarme.
Siento que mis temidas sospechas se hacen más certeras cuando al llegar a su lado, Amîr me otorga una mirada fulminante la cual se me atraviesa en el corazón.
Qué le pasa!? Por qué me mira de ese modo? Algo en mis adentros me da la respuesta, pero no puedo llevarme de suposiciones. Debo hacer algo, debo salir de dudas y acabar con esta incómoda sensación.
–Necesito hablar contigo – le digo en voz tan baja, la cual solo es audible para él.
–Yo no – es todo lo que me responde mostrándose desinteresado.
–Amîr, no sé qué fue lo que viste, yo... – comienzo a decir nerviosa.
–Tú puedes hacer con tu vida lo que te plazca – sentencia en tono muy duro para después posicionarse para irse de mi lado, y confirmándome con este comportamiento que precisamente él fue quien vio ese maldito beso.
Sin pensarlo demasiado, voy tras de él y lo halo por el brazo solo para dejarle algo bien claro.
–Está bien que no quieras hablar ahora porque este no es el lugar, pero aunque te joda hacerlo vas a tener que escucharme después – finalizo dejándolo solo.
Mi cabeza está completamente nublada con todo esto. Por qué se porta así? Por qué se molesta si nos vio besándonos si eso no debería importarle? Con o sin intención, Amîr va a terminar volviéndome loca si yo no hago algo al respecto.
Busco un trago de whiskey para pasar el mal momento y después me reúno con los familiares de Leonor los cuales me parecen muy simpáticos. Paso un rato muy divertido con ellos consiguiendo distraerme de tantos pensamientos persistentes en mi cabeza.
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Mas de ti ©
RomanceUN FENÓMENO POR DESCUBRIR. Liza estaba acostumbrada a lo común viviendo en casa de su abuela en Ohio. No es una persona que vive mucho el drama o los escándalos. Siempre discreta, centrada en lo suyo y actuando con prudencia ante cada situación. Aho...