Mas de ti ©

Capítulo 37

Punto de vista de Liza

Me encuentro en una especie de trance al despertar, no me doy cuenta de si es de día o de noche porque la habitación está muy oscura. Miro el reloj sobre mi mesita de noche, y veo que el reloj marca las 10 am. Es ahí cuando suena un estruendo y me percato de qué hay alguna especie de tormenta. Bostezo al tiempo que me estrujo los ojos, y es en ese momento en que todo lo ocurrido en la noche de ayer comienza a regresar a mi mente.

Aún en la cama cubro mi rostro con ambas manos debido a la frustración que siento ahora mismo. La escena del beso que me dio Amîr frente a todos los invitados persiste en mi cabeza haciendo que una emoción inmanejable se mantenga en mi pecho. Siento vergüenza porque mi padre presenció ese momento, lo que piensen los Cannon no me importa tanto, pero mi papá debe estar muy incómodo con la situación. Ni siquiera me imagino qué debe estar pensando porque esta situación no tiene ni una pizca de lógica debido a las condiciones en las que Amîr se encuentra.

Pienso en el arabe, y se me estruja el corazón reconocer lo lejos que ya debe estar de mí. De seguro ya está con su familia, y conocerá a la chica con la que lo quieren casar. Pensar en que ese evento se lleve a cabo me asusta bastante. No quiero que Amîr se case, odio la idea de que lo alejen de mí, y saber que él tampoco quiere que eso pase me reconforta aunque sea un poco.

Mañana temprano se realizará el primer viaje en el crucero. Irán todos los inversionistas con sus familias y algunos amigos de la clase política de la ciudad. Ese hecho no me emociona tanto a pesar de que muero por viajar en ese crucero. No me hace feliz porque simplemente Amîr no estará presente, y creo que será una buena oportunidad para desintoxicarme de él.

Sin pensarlo demasiado me pongo de pie y voy al baño a darme una ducha los más rápido que puedo, necesito hablar con mi padre para despejar sus dudas aunque yo tampoco tengo las cosas claras. Ya veré qué me invento para salir de todo este embrollo.

Alrededor de 20 minutos bajo las escaleras, y muy decidida camino hacia el estudio suponiendo que se encuentra allí.

Toco la puerta y espero un tanto ansiosa por su respuesta. Mi padre responde casi de inmediato e invita a pasar aún sin saber quién es. Cruzo la puerta una vez abierta y veo a mi progenitor muy concentrado escribiendo sobre unos documentos. Hasta los sábados saca tiempo para trabajar. Resoplo debido a la ansiedad que siento ahora y es ahí cuando él levanta la mirada.

–Te estaba esperando – es lo único que dice mientras frunce un poco el ceño.

–Me desperté hace muy poco – comento al tiempo que halo una silla para sentarme frente a él en el escritorio.

–Entiendo – dice y tras un momento de silencio continúa – Quiero saber qué es lo que está pasando contigo y con Amîr? – pregunta directamente y la cabeza se me vuelve un lío porque no se me ocurre qué decirle. Debí pensar en algo primero porque no puedo decirle la verdad.

–Padre eso no tuvo ninguna importancia, no fue nada – le digo para que piense que ese beso no me afectó en nada.

–Cómo vas a decirme que no tiene importancia? Es el sobrino de William y Támara. Estamos hablando de un chico que dice ser homosexual, estamos hablando de Amîr, no de cualquiera – manifiesta evidentemente preocupado, y yo trago saliva porque lo entiendo a la perfección.

–Lo sé, pero si no es mucho pedir me sentiría cómoda si olvidas todo esto. No comprendo porqué Amîr me besó, y le pediré una explicación al respecto – le digo para que le reste importancia al asunto.

–Me parece bien. Hija yo sé que lo que él hizo no es la gran cosa, el punto es que no quiero que te lastimen. Yo sé qué tan problemático es Amîr y no me agradaría para nada que las consecuencias de sus acciones repercuten sobre ti – expresa mi padre con honestidad y yo estoy de acuerdo con él, sin embargo debo hacerle honor a la verdad y defender a Amîr con lo que puedo.