Capítulo 2

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Tengo tanto sueño que le resto importancia a dejar esperando a quien fuera que esté marcándome con tanta insistencia, sin embargo ya no aguanto más el sonidito. Miro que es Emma la que está llamándome, así que le contesto con pesadumbre porque olvidé marcarle anoche.

-Hola?– digo con la voz rasposa, mirando hacia el reloj de la mesilla. Son las 10:45. No estoy acostumbrada a despertarme a esta hora, pero hoy se dio el caso porque anoche cuando llegué de la cena, me encerré aquí para ordenar todas mis cosas y se me fue la hora.
Me fijo que la habitación está demasiado sombría. Tendré que cambiar las cortinas; son bastantes gruesas y oscuras.

-Te llamé muchas veces ayer y no me devolviste la llamada  – dice en tono duro. Sé que no está enojada, pero no es buena idea que ella sepa que estoy consciente de eso.

-Ay no me reclames ¿si? No tengo dos días aquí y ya te extraño mucho  – murmuro con desánimo, para apaciguar su ánimo.

-Has hablado con Abel? – me cambia el tema y creo que logré lo que buscaba.

Ahora que Emma menciona a Abel, recuerdo las llamadas sin contestar que encontré también de él al encender el celular.

-No he podido hablar con él. ¿Por qué? – bostezo.

-Pues te aviso que Abel está bien enojado contigo. Anoche vino a mi casa a desahogarse, y armó una escenita, frente de mi madre y su novio porque te fuiste sin avisarle – me cuenta, y yo me siento de golpe en la cama tratando de digerir la información, muriéndome de la vergüenza por Leonor y su novio - Me dijo que fue a la casa de tu abuela y le contaron que ya no vives allí, que entonces te estaba llamando y tenias el celular apagado. Dice que no puede creer que no le hayas siquiera comentado que te ibas ya.

-Pero ¿Qué le pasa? –me siento muy enojada de pronto, y quiero abofetear a Abel por armar este show.

-Liza, sin ánimo de defenderlo, pero pienso que no estuvo bien que te fueras sin siquiera llamarle – dice con determinación, lo que me da a entender que lo está diciendo enserio – tú sabes lo especial que eres para él - dice y yo comienzo a sentir la culpa.

+++
Esta mañana después de haber hablado con Emma, le marqué a Abel para tratar de excusarme, pero ahora está enojado y no quiso hablar conmigo. Luego me la pasé ayudando en la cocina, aún cuando Isabel (la cocinera) no estuvo de acuerdo.

Isabel es una mujer ejemplar, es dedicada a su trabajo, responsable y leal. Es la mano derecha de Helen para todo. Las pocas veces que he venido ha sido suficiente para que le agarre cariño. Cuando algo me pasa, ella no es capaz de ignorarlo, y para todo encuentra solución al igual que Helen.

-William Cannon pasó por mi oficina esta mañana – habla papá volviéndome a la realidad. Estamos todos en la en la mesa almorzando, esperando ahora que continúe con lo que está por decir  – está decidido a invertir en la empresa.

La sonrisa de papá es enorme y radiante. Él junto a Javier han luchado mucho por el éxito de la compañía, (mi padre fue más obsesivo con eso) pero de todos modos ambos se merecen lo que han logrado conseguir.

-Muchas felicitaciones amor – Helen le extiende la mano a papá por encima de la mesa para acariciar la de él. Él sonríe orgulloso de sí mismo.

-Estoy feliz por ti, papá – le digo con sinceridad.  

Todo el resto de la tarde me la pasé en Skipe con Emma. Intenté comunicarme con Abel nuevamente, pero le dijo a su madre que me dijera que no estaba; quizás si no lo hubiese gritado, no lo hubiese escuchado, pero está bien, que sea como él quiere. También pasé por una tienda por aquí cerca, para comprar varios cuadernos entre otras cosas que utilizaré en la universidad para cuando inicie el semestre en unos días.

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