Mas de ti ©

Capítulo 44

Me siento tan débil ante la cercanía de Amîr. Sus labios se mueven sobre los míos de forma exigente como si estuviera reclamando algo con todo su derecho. Yo de igual manera me aferro a su boca porque lo necesito, necesito a Amîr para que mi corazón pueda obtener sosiego.

Hace pocos minutos me molesté bastante con él, porque por más que me convenza a mí misma de echar al olvido lo que Amîr pueda sentir por mí, me resulta lo suficientemente tortuoso verlo tan entregado a mí y no saber nada de lo que pasa dentro de su ser.

Es más que evidente que yo a Amîr lo amo de manera preocupante. Es que mi pecho quiere reventar cuando Amîr ocupa alguno de mis sentidos, ya sea cuando lo veo, cuando mi piel toca la suya, cuando percibo su olor y el su sabor de sus labios, cuando escucho su voz y obviamente cuando pienso en él.

-Dios... - susurra Amîr entre mis labios y luego desune nuestros labios por la ausencia de oxígeno.

Ambos nos quedamos en el mismo lugar lo bastante cerca como para sentir nuestras respiraciones. Él aún tiene mi cabeza entre sus manos como si temiera que yo huyera de él; como si eso fuera posible, como si yo no me muriera por besarlo en todo momento.

-Puedo pedirte una cosa? - pregunta Amîr de forma inesperada mientras me mija fijo a los ojos esperando una respuesta.

Yo, muy arriesgada, asiento con la cabeza aún sin saber qué podría pedirme, pero bueno es mayor mi curiosidad que mi conciencia en estos momentos.

-Quiero quedarme esta noche contigo, Liz. Quiero que durmamos juntos en la misma cama. Si? - expresa con inexplicable anhelo lo cual me confunde demasiado.

-Eso que me pides es muy arriesgado, Amîr - le digo, y él se muerde el labio con impaciencia.

-Crees que no lo sé? Tu padre podría matarme si me ve aquí contigo de esta manera. Y lo entiendo, él cree que puedo lastimarte, pero lo que el señor Cox no se imagina es que tu dolor es mi dolor - manifiesta dejándome asombrada por tremendas palabras - Yo acepto el riesgo Liz, no me importa si soy hombre muerto, yo solo deseo disfrutar al máximo esta última noche aquí - finaliza insistiendo por su reciente petición.

Dejo volar mi imaginación por unos instantes logrando visualizar en mi mente a Amîr conmigo entre mis sábanas. Una descarga de electricidad se pasea instantáneamente por mi pecho ante esa imagen convenciendome de que yo también quiero eso. Quiero pasar todo el tiempo que me sea posible junto a éste chico que mandó a mi cordura de vacaciones.

-Qué dices? - me pregunta ante mi prolongado silencio. Y yo tras pasar unos segundos lo halo por el cuello para besarlo con mucho empeño reclamando sus labios así como él lo hace con los míos.

Los labios de Amîr de forma inmediata se mueven en combinación de los míos. Y es precisamente esa pasión y afán con el que me besa el que hace que mi mente se invada de preguntas las cuales no tienen esperanzas de ser contestadas.

Ahora no seguiré pensando más en ello, porque decido concentrarme en este beso en su totalidad logrando percibir que se intensifica aún más. Hay demasiadas ganas entre los dos, mucho deseo del uno por el otro lo que de alguna forma me hace sentir complacida.

De repente me separo de Amîr ante el sorpresivo desplazamiento de sus labios hacia mí cuello. Lo miro a la cara notándolo totalmente fascinado por las emociones, y estoy casi segura que está olvidando el hecho de que mi pequeña hermana se encuentra entre estas mismas paredes echando una siesta.

-Debo de tomar ese beso como una respuesta afirmativa a mi propuesta? - pregunta con la respiración un poquito agitada.

-Así es - contesto y al mismo tiempo asiento con la cabeza - pero deberías irte ahora antes de que Helen o mi padre se aparezcan por aquí- le sugiero y Amîr no pone ninguna objeción.