Mas de ti ©

Capítulo 6

Dedicado a GreisyJimenez

–Tú qué quieres? – en mi intento de ser hostil, le hago la misma pregunta exigente que me hizo anoche. Espero que lo capte. Amîr en respuesta rueda los ojos y se abre espacio para entrar a la casa sin mi autorización.

Veo que tiene planes de avanzar hacia la sala principal; pero soy lo suficientemente rápida para interponerme en su camino.

–Te hice una pregunta – lo enfrento de frente con firmeza para que deje de ignorarme de una buena vez; sin embargo esta actitud mía no lo intimida en lo más mínimo. En cambio, parece hastiado por tener que lidiar con mi presencia.

–Importa lo que quiero? Vine aquí y ya está – me responde igual, demostrando la pereza que le causa rendirme explicaciones.

–Papá no está aquí. – le digo, esperando que note la indirecta. Si, lo estoy echando.

–Lo sé, él está con William ahora, así que no estoy aquí por él  – me dice tranquilamente sin mirarme a la cara.

–Buscaré a Helen entonces – le informo cuando asumo que está aquí por ella. 

Estoy a punto de girarme y me sorprendo cuando me detiene diciéndome que no lo haga.

Me quedo patidifusa observándolo y esforzándome por entenderlo. No está aquí por papá ni por Helen ¿Qué es lo que quiere, entonces? Molestarme? Acabar con la poca paciencia que me queda? Debo ir a comprar las cosas que Helen necesita, así que no tengo tiempo para desperdiciar, mucho menos con él.

Respiro profundo luchando por mantener la calma antes de hablar. Creo que ya empiezo a entender la razón por la cual está aquí por lo que pretenderé ser cautelosa con mis palabras. Quiero evitar que se altere para no crear un conflicto con esto porque al final no estoy muy segura de que mi idea sea correcta.

–Escúchame, comprendo que desconfíes de mí, pero ya te dije que no voy a decirle a nadie que eres gay. No tienes que venir a recordármelo – sueno recurrente porque necesito que lo entienda. No quiero imaginármelo detrás de mí todo el tiempo movido por la inseguridad de que voy a revelar algo de él. Él en respuesta vira los ojos antes de hablar.

–No estoy aquí por eso, vine porque... – lo veo divagar la mirada y me parece mentira que le cueste expresar sus ideas. Cruzo mis brazos mientras espero que termine la frase, pero al final no consigue hacerlo.

Me causa incertidumbre el ligeramente dócil comportamiento que acaba de adoptar en este instante. Leo su expresión y este transmite una mezcla de calma forzada, vergüenza y a la vez una pizca de ira, como si estuviera regañándose por venir aquí. Será que está considerando contarme acerca de su situación con su familia? De seguro le cuesta planteármelo, así que le hablo al respecto. 

–Te decidiste a hablar sobre todo lo que estás pasando ¿No es así? –  me arriesgo a decirle sin siquiera estar segura de ello. Él, en respuesta frunce el ceño y me mira como si estuviera loca.

Su semblante se transforma de repente cuando comprende lo que le estoy diciendo e inmediatamente me arrepiento de haber dicho lo que dije.

Sin reparo, disminuye con un sólo paso el espacio que nos separaba, entonces soy capaz de ver la furia plasmada en la oscuridad de sus ojos.