Miro mi reloj cuando salgo de mi última clase. Me despido de mis compañeros, excepto de Steve con quien sigo caminando por todo el campus. Como había quedado en irme con Amîr tomó la dirección que conduce al estacionamiento.Sigo caminando junto a Steve mientras recibo una llamada de mi padre para informarme que ya viene de regreso a San Francisco y yo le digo que estoy por salir de la universidad. Termino la llamada, y de inmediato me planteo llegar a casa antes que ellos para guardarles algo para la cena.
Mi acompañante y yo continuamos caminando hasta que somos interrumpidos en el camino por alguien que se atraviesa frente a nosotros. Mi pulso se acelera un poquito al ver Nathan aquí, más hago lo posible por no evidenciar mi sorpresa.
-Puedo hablar contigo? – dice de la nada, más no respondo porque ni siquiera sé si es a mí a quién le está hablando.
–Lo conoces? – escucho la voz confundida de Steve ante mi reacción, pero se calma cuando afirmo con la cabeza.
"No lo conoces" me dice mi subconsciente, mas la ignoro como siempre porque me intriga saber qué me va a decir.
–Hablamos luego – me despido de mi compañero de clases mientras él asiente un tanto desconfiado; pero finalmente se marcha y yo me quedo sola con la persona más misteriosa que conozco.
–Qué es lo que quiere decirme? – soy directa, fingiendo firmeza.
–Mi nombre es Nathan primero que todo – dice lo que ya sé. Recuerdo su nombre desde ese día en el gimnasio – La verdad es que no sé cómo empezar... - confiesa un poco inseguro.
Me quedo callada. No pienso hacerlo sentir cómodo ni en confianza. La forma en que me hizo sentir aquel día no fue para nada agradable, entonces yo no tengo porqué hacerlo sentir en confianza.
–La verdad es que quiero pedirte disculpas – suelta así de lo más normal y yo por mi parte me quedo observándolo esperando de paso una explicación respecto a su comportamiento.
Miro para otro lado en un intento de escapar de su inquisitiva mirada, pero me distraigo cuando veo a Amîr aproximarse.
Observo a Nathan quien al parecer espera que salga una palabra de mi boca, pero no sé qué querrá que le diga.
–Algún problema? – siento tosquedad en el tono de voz de Amîr una vez este llega hasta nosotros.
Me sorprende cuando los dedos fríos de Amîr atrapan una de mis manos y le clava la mirada a Nathan como si intentara enviarle un mensaje.
Este es un momento incómodo para mí. No sé qué decir en esta situación porque ni siquiera entiendo qué es lo que está sucediendo. Por un lado está el chico que se trae algo irracional conmigo, y por otro lado está la forma protectora en que Amîr me sostiene la mano.
Por un momento tengo la sensación de que Amîr y Nathan no son una buena combinación; es como si la fusión de ambos fuese un volcán a punto de estallar, una bomba de tiempo.
–A ti quién te llamó? – me sorprendo con la respuesta hostil que le da Nathan y me alarmo un poco cuando siento como Amîr me presiona la mano.
–¿Quieres que te diga quién me llamó? – dice Amîr en tono amenazante mientras me suelta e intenta írsele encima al chico que tiene al frente. Afortunadamente soy ágil y lo detengo a tiempo para evitar un enfrentamiento.
– No. Cálmate – susurro con voy levemente demandante, mientras que esta vez soy yo la que lo toma de la mano para echarlo hacia atrás junto conmigo.
El oriental me mira como si me advirtiese que ojalá lo que le pido sea lo correcto, aunque no estoy segura si mi definición de lo correcto sea la misma que la de él.
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Mas de ti ©
RomanceUN FENÓMENO POR DESCUBRIR. Liza estaba acostumbrada a lo común viviendo en casa de su abuela en Ohio. No es una persona que vive mucho el drama o los escándalos. Siempre discreta, centrada en lo suyo y actuando con prudencia ante cada situación. Aho...