Final

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Nikolay camino por la siguiente habitación de la casa, ¿Acaso sabían de su llegada? Pensó al no encontrar a nadie en la casa.

— ¿Acaso nos buscas? –preguntó  una voz femenina detrás de el –. Baja tu arma o tu hijo muere.

Nikolay lentamente dio media vuelta aun con su arma en mano. Y allí estaba una de las mujeres que habían arruinado su vida.

— ¿Creíste que sería así de fácil? No negare que nos sorprendió ser atacados y que nos encontraras. Pero tampoco fuimos tan idiotas para dejar al niño fácilmente.

— ¿Dónde está Akim? ¿Qué le hiciste? –pregunto en un susurro audible –. ¿Porque haces esto? Es solo un niño inocente que no debe estar en medio de lo que tú quieras hacer.

—Pues…  yo creo que al final de todo, fue lo mejor que mi tonta hermana pudo hacer –sonrió sínicamente.

— ¿Y para a ti lo fue? Fue mejor mentirles a todos, decir que no tienes un hijo –Nikolay sonrió al ver que eso había causado que desapareciera su sonrisa de su rostro –. ¿Kira no lo sabe? Dime que se siente abandonar a tu hijo recién nacido. ¿No tienes corazón acaso?

—Fue un error, un error que no tolero en mi vida. –comenzó a sonreír como una loca –. Su padre nunca lo querría y yo odio a los niños. ¿Cómo fue que  supiste de  el?

—Fácil… es gracias a mí que ese niño ahora tiene una familia. Familia que tú hermana robo a Akim. Lo mejor que hiciste en esta vida fue abandonarlo como la vil psicópata que eres.

Kiara retiro el seguro de la arma y apunto en su cabeza.

—Si ha de caer uno, que caigan dos. –Sonrió con malicia –, Buena suerte en tu otra vida.

Nikolay cerró los ojos, pensó en su hijo, en Natasha y su familia. Todo lo que había hecho, lo había hecho solo para ellos con el fin de darles una mejor vida.

¿Lo había hecho? Pensó que sí, le había dado los mejores lujos a su madre y una buena carrera a su hermana, entonces ¿Era feliz?

Un disparo resonó  por el pasillo mientras que el cuerpo inmóvil caía en un zumbido al suelo.

—Donde cae uno, caen dos –aseguro la voz femenina mientras sostenía el arma en sus manos.

…..

Mijaíl miro al niño entre sus brazos, en ese momento quiso llorar de rabia, impotencia y tristeza. Había perdido aquel que era su hermano, su confidente. Su mentor en la vida.

Desde dentro del vehículo miro la casa incendiarse, no sabía en qué momento todo se había prendido fuego sin dejarlo entrar y sacar a su amigo.

—Vamos –ordeno acurrucando al niño entre sus brazos, debía cumplir con la promesa de Nikolay y llevarlo con Natasha.

No quiso imaginar el dolor que le causaría a esta la noticia de Nikolay.

Natasha era una mujer fuerte y valiente, después que el mundo la alabara y la odiara, ella había aprendido a vivir con eso y seguir adelante por ella misma. El mundo la criticaría por no aceptarse como ella era y transformar su belleza a extrema, el mundo la criticaría si caía en una pasarela. Al final de todo, el mundo la criticaba en cada paso que hacia pero ella seguía en pie y podía jurar  Mijaíl que ella seguiría en pie por Akim.

Un guerrero seguiría en pie después de miles de caídas, Nikolay había sacrificado su vida por su hijo, había sobrepuesto al niño que no vio nacer pero crio y lo amo tanto como a su madre e hermana. De eso se trataba el amor de padre que el tenia y así demostraba aun cuando no tenía un padre que le guiara sus pasos.

Así era Nikolay Volkov, un hombre que después de todo, nunca tuvo una salida, todo el tiempo estuvo sin salida y se acostumbró a vivir su rutina.

Al llegar a la casa de campo, bajo seguido de diez hombres detrás de el y Akim.

Natasha al sentir el ruido de los vehículos corrió hasta la puerta; Viendo lo que tanto había temido. Solo Mijaíl y Akim.

Aun atónica por lo que imaginaba cayo al suelo con lágrimas en sus ojos.

— ¿Dónde está Nikolay? Él debe volver –susurro entre lágrimas, Mijaíl llego hasta su lado y  la abrazo dejando que las lágrimas saladas empaparan su campera.

—Lo siento…lo siento, ellos eran demasiados, él no quería que fuera con él. –Mijaíl se separó de ella y miro sus cristalinos ojos negros –. Debes ser fuerte, él quería que Akim creciera a tu lado y fueras su madre, cumpliremos su última palabra juntos. –aseguro sonriéndole tristemente. Natasha asintió aun con el dolor en su pecho, no sería fácil vivir con aquella perdida y seguir como si nunca Nikolay hubiese existido.

El dolor se convertiría en tristezas y la tristeza en alegría y ella se aseguraría de eso para Akim.

Sin Salida #1   (Serie Rudos Deseos )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora